e l e v e n |e p i l o g u e|

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[...]

Holly voltea a observar a Nathan en la cama, el cual respira agitadamente a causa del cansancio de la buena follada mañanera, le sonríe y lo sigue con la mirada cuando este se levanta dispuesto a ir al baño, se voltea y se queda mirando la pared por un buen rato hasta que se levanta también.

(...)

—Es grandioso que hayan aceptado tu trabajo—le dice Nathan desde el sofá mientras mira la televisión.

—Sí, es genial recibir esa llamada—pasa por su lado para ir a la cocina y él la sigue con la mirada.

—Sólo, creí que ibas a ponerte más loca acerca de esto—Holly ríe y abre el refrigerador—, es decir, es algo grande que acepten lo que escribiste y que lo publiquen.

—Es sólo una editorial de vanity, no es exactamente el "neoyorquino"—se lleva la taza de café a la boca y termina su contenido para luego dejarla sobre la mesada.

—Aún sigo diciendo que es genial, Holly—se acomoda en el sofá—. Estoy orgulloso de ti, muñeca.

—Incluso, llegué a creer que no te había gustado mi historia—comienza a lavar esta y algunos platos sucios que habían quedado del día anterior. Nathan voltea a mirarla y sonríe.

—Me gustas tú—ella lo observa con ternura cuando se voltea y continúa lavando—. Hey bebé, ¿puedes agarrar mi teléfono?—le pregunta cuando este suena y vuelve a enfocar la mirada en el televisor.

Holly se seca las manos:—Claro—se acerca a este y lo toma para desbloquearlo y leer el mensaje, frunce el ceño al ver que es un mensaje de una chica, y observa por un momento uno de los cuchillos de cocina para luego mirar a Nathan y acercarse a él lentamente, se inclina hacia su cuerpo y acaricia su cabello mientras lo mira, para luego extenderle el teléfono—. Aquí tienes—él le sonríe y lo agarra.

—Gracias, bebé—besa su mejilla.

(...)                  

Se acomoda el vestido mientras camina por la acera hacia un galpón abandonado, y empuja la puerta al llegar, y entra. Se acerca a la jaula que hay en medio del salón y quita la sábana que cubre esta, para seguidamente colocarse cuclillas y sonreír hacia Justin.

—Hola—se quita el bolso y suspira—, tuve otro mal día con Nathan, aún hay chicas alrededor de él—Jay respira con dificultad a causa de la falta de agua y mueve levemente la cabeza—. Esta mañana casi lo lastimo, pero pensé en ti—lleva las manos a las rejas sin dejar de sonreír y observa como él trata de sentarse, pero el dolor de sus manos por los cortes y falta de dedos, que cabe decir que ya no le falta uno, sino tres de los diez, y también el dolor de su cara y cuerpo totalmente quemados debidos a los "juegos" de Holly. Ambos juntan sus manos—. Lo que hiciste por mi me hizo sentir mejor—Jay no la mira, ya que no ve, porque sus ojos también salieron perjudicados—Gracias, JayJay.             

Fin.

Mascota© | Justin Bieber | FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora