Capítulo #15

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Canción: Vive tu vida conmigo. Rio Roma

Holaaaaa adoraciones de mi vida, de nuevo y gracias a los cielos mi internet regresó finalmente, aquí les dejo el capítulo que les debía de la semana pasada, y el de este...feliz lectura

Este capítulo va para ti corazón, gracias por el apoyo



—Hola, dormilón, vamos que ya sé que estas despierto, déjame ver esos ojos azules y cristalinos como el cielo.

Sonreí manteniendo los ojos cerrados. Ciertamente ya me encontraba despierto algunos minutos antes, sin embargo permanecí otro rato en la cómoda cama de aquella habitación. Durante la madrugada, ella, mi ángel, irrumpió mi sueño un par de veces para suministrarme los medicamentos que debía ingerir durante una semana más para recuperarme por completo, no era de suponer que me encontrara tan soñoliento y agotado a causa del atentado, y por otro lado las medicinas eran un dopaje para mi cuerpo.
Sentí como Fiore, se sentaba a mi lado, decidí abrir los ojos y deleitar mi vista con su inmaculada y hermosa presencia.

—Hola, ángel.

Susurré, tomando una de sus manos para besarla suavemente, vestía de forma casual, jeans, blusa sencilla y un par de trenzas que hacían ver su rostro un poco más tierno. Ella me observó tranquila, con una sonrisa llena de alegría y brillo.

—Es la primera vez que te veo recién levantado.

—Que no te asuste mi cabello, ya Nick me ha dicho que por las mañanas tiene aspecto de que algún burro lo masticó. Idiota.

Reímos por lo bajo los dos, adoraba su sonrisa tan pura y genuina. Con su mano libre, puesto que la otra la mantenía presa en mi pecho, sumergió los dedos en mi pelo y los peinó despacio, cerré los ojos de nuevo, la sensación era agradable sobre todo porque la tenía a ella allí, a mi lado.

—Nicholas es muy gracioso y ocurrente, no obstante le saca la sonrisa a cada rato a Sojhar, hacen una preciosa pareja. Me gusta que sean tan buenos amigos  tú y él.

Asentí, abriendo de nuevo los ojos y perdiéndome en su mirada, siempre ocurre la misma situación con ella, cuando estamos juntos, por eso no me importa decir que mi mundo gira a su alrededor.

—Nick, es un gran amigo, como un hermano, le debo tanto.

—Me consta, incluso, es tu alcahueta.

Desvié la mirada, él tuvo que mentirle por mi causa, una de las grandes fallas que no lograba perdonarme. Su delgada mano me hizo mirarle de nuevo, no sonreía pero tampoco se mostraba molesta. Se acercó a mí, dándome un beso rápido en los labios.

—Se que no tengo excusas...

—Shh, ya olvidemos eso Theo, ¿sí? Son situaciones que deben ocurrir para hacer una pausa en la vida y reflexionar sobre esta, y luego, continuar; ahora señor, tenemos una agenda apretada que cumplir.

Se levantó de un salto de la cama, lo hizo de una manera tan ágil que me sorprendió. Me senté en el mullido colchón cruzándome de brazos y la observé conteniendo la risa.

—¿No me digas que fuiste gimnasta o algo parecido? Siento que hay tantas cosas sobre ti que iré descubriendo poco a poco.

Negó sin dejar de mirarme fijamente, su vista se paseó por mi torso desnudo y sus labios se abrieron un poco, noté como su respiración se dificultaba.

—Ven aquí —le ordené, ella se movió, aunque un tanto indecisa, pese a ello lo hizo. De nuevo ocupó su lugar en donde había estado sentada antes, la tomé por la cintura y la pegué a mí para susurrarle al oído.

Adoración Secreta, libro  2 Bilogía Secretos, BorradorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora