Psychotic H.S

XIX

Asustada, así me sentía. Tenía mucho miedo. ¿Qué está pasando? o ¿Qué pasará? Yo no entiendo, de verdad que no lo hago. Hace un rato estaba paseando por el parque, esperando a Sky, y ahora estoy atada a esta silla con algo que me cubre la cabeza y no me deja ver nada. Me tiembla mucho el labio inferior y eso hace que haga ruidos. Quiero callarme, dejar de llorar, sentar cabeza pero no puedo. ¡No puedo! el miedo no me deja. Sé que tiene que ver con él. Yo lo sé. No hay otra razón. ¡Dios, por favor escúchame! Necesito salir de aquí. Aunque no veo nada, decido cerrar los ojos y concentrarme. Quiero saber más o menos donde estoy. Mis manos y mis pies están amarrados. Me quito mis zapatos para sentir la textura del suelo. Lo siento limpio, son losetas. Quiere decir que estoy en una casa, oficina, cuarto o algo así. También, ahora que logro concentrarme, siento la calefacción. Un miedo me entra al pensar que pudiese estar en la casa de él. Escucho como una cerradura se abre y una tenue luz se asoma.

—¿Quién es? ¡SUÉLTAME DE UNA VEZ!- le grito a la persona. Por sus pasos pesados y su aroma, sé que es un hombre. Y ese perfume ya lo he olido.

Cuando me saca lo que tenía en la cabeza, abro los ojos poco a poco ya que la claridad me molesta. Grande es la sorpresa que me lleve al ver a Edward al frente mío.

—¡¿TÚ?!- le grito, y es que, no me lo esperaba. ¿Qué carajos le pasa a este hombre?- ¿POR QUÉ ME TIENES ENCERRADA AQUÍ? ¿ERAS TÚ TODO EL TIEMPO? POCO HOMBRE, ¡TE ODIO!

—Cállate la boca, escúchame un segundo. No sabes lo que dices. Ahora escucha, yo he sido parte del plan. Pero no soy quien tú crees. Summer, perdóname, de verdad lo siento. Yo no quise, lo lamento tanto. Fui obligado, no tenía de otra. Mi madre para mí es lo mas sagrado, y al principio acepté pero luego te fui conociendo y eres tan inocente, lamento que te ocurra esto.-unas cuantas lágrimas bajan por sus mejillas, pero yo no entiendo.

—¿A qué te refi-refieres? No te entiendo, ¿que tratas de decirme? por favor sácame de aquí.-le suplico, es lo único que puedo hacer.

—Yo, yo no puedo. Lo sien-to.

Y se va. Se va corriendo. Me dejó más confundida de lo que estaba.

—¡AYUDA POR FAVOR! ALGUIEN QUE ME ESCUCHE POR FAVOR.- grito con mas fuerzas, siento que me voy a deshidratar por todas las lágrimas que he botado.

Me fijo al mi alrededor, esto es un cuarto. Edward dejó la puerta abierta, por lo que puedo ver un poco para afuera. Se ve que estoy en un segundo piso ya que hay unas escaleras que dan para abajo, pero las mismas dan para otro tercer piso. No veo mas nada, solo una mata de rizos subir por las escaleras, a paso lento y venir hacia mi. Doy tantas gracias al ver a Edward de nuevo. Pero con...¿otra ropa?

—¿Edw-ard?-susurro.

Sin embargo, cuando lo veo bien, me fijo que no es el. Este tiene tatuajes, pero es idéntico al antes dicho.

—No cariño, Harry.

Su voz. La he escuchado antes, estoy segura. Cuando caigo en la realidad, lloro más y balbuceo. No hacen falta que me digan, él es mi famoso acosador.

—No, no, no, no, ¡NO! por favor no.

—Pero ¿por qué lloras?, al fin estaremos juntos mi amor, serás mía.- A todo el estaba en el marco de la puerta, la cierra y ahora viene caminando a paso lento hacia mi.- Tanto tiempo esperando, y ya no aguanté. No. Llegó el momento. Tienes que tener unas cuántas dudas. Mira, te explicaré todo...
Hacen 2 años, te vi por primera vez. Estabas llorando, que por cierto ya para de llorar que pareces nena chiquita, pero con tu rostro hinchado y rojo, eras la mujer más bella que pude haber visto en mi vida. Eras preciosa, mas de lo que pudiera imaginar. Te seguí el paso, vivías sola a los 19 años. Ya eras completamente madura. Pero a que no adivinas; me obsesioné contigo. Tanto así, que yo sé tu secreto. Yo se qué pasó con tus padres.

Me tensé, nadie más lo sabía. Ahí en ese momento hice silencio, me quedé paralizada.

—Sé que, a los 16 o 17, no recuerdo bien, conociste a un joven y te enamorastes de él. Estabas comiendo en las palmas de sus manos, te ofreció prostituirte y aceptastes sin más. No logro entender Summer, ¿cómo lo aceptastes?

—Él, él me dijo que solo sería una vez, me dijo que sus padres estaban en quiebra y necesitaba dinero, por eso me vendió.-sentí la necesidad de aclararle.

—No tiene lógica ¡NO LA TIENE! VENDISTE TU CUERPO, ¡MI CUERPO!-cada vez alzaba más la voz- Que ingenua Sum, que ingenua. Luego quedaste embarazada, y decidiste decirles a tus padres, no sabías de quién era, pero aún así se los dijiste. Vaya cristianos que te botaron de la casa y por ende abortaste. Y bla bla bla, fuistes corriendo hacia donde tu novio, y no quiso saber mas de ti, te dió una cantidad de dinero y con eso luego empezaste a trabajar. Tus amigos te ayudaron, que por cierto ten en cuenta que tengo a Sky bajo mi poder, yo la secuestré y le cogí el móvil para hacerme pasar por ella y citarte en el parque, pero sigamos. Pudiste salir adelante, sin ayuda de tus padres. El tiempo pasaba y yo me obsesionaba mas contigo, quería saber más, verte mas seguido, tenerte a mi lado. Por cierto, no sabes cuantas personas maté gracias a ti, pero ese no es el punto. Así hasta hace poco. Cuando decidí que ya ha pasado mucho tiempo. Llamé a mi querido Edward, mi gemelo. Tan loco estoy por ti que, le dije que si no me ayudaba, mataba a Anne, nuestra madre.

"Psicópata" pensé.

—Le dije que se te acercara a ti, que te hablara y pasara tiempo contigo. Que me dijiera de cualquier movimiento que harías. Incluso tienes un rastreador en tu auto, lo siento, necesitaba saber todo de ti. Y por no decir que tienes cámaras alrededor de tu cuarto. Soy considerado, quería poner micrófonos pero creo que necesitas "privacidad"-lo dijo cínicamente.- El día que te vi, en el bar, ese día estuve tan jodidamente feliz. Lo que ocurrió ese día no era parte del plan, pero no me contuve, por eso nunca me viste o hablamos y amanecistes en medio de la carretera. En tu escuela, el día que estabas cerrando ventanas fue tan difícil, no esperaba que huyeras de la ciudad, conseguir a Edward para que llegara a no sé dónde fue horrible. Buena jugada Summer, pero aun así me adelanté. Lamento lo de Niall, pero veía esto un poco aburrido. Y no me gusta aburrirme. Pero ya basta de tan bonita charla, de seguro ya te aburrí con la verdad. Así que sin más preámbulos, hay que aprovechar que estamos juntos, amor.

Se me iba acercando, y yo en todo este tiempo que estuve callada había parado de llorar, pero al verlo tan cerca comencé de nuevo. Más fuerte fue el llanto cuando me di cuenta de que de su bolsillo sacaba un paño, se dirigía a la mesita de noche de al lado de la cama y mojaba eso con una sustancia que no alcanzaba a ver. Pero cuando se dirigió hacia mí, me dijo un "Dulces sueños" y me lo puso para que respirara, supuse lo que era. Así le dije hola a la oscuridad y a un sueño profundo.