Psychotic H.S

VII.

Summer's POV

–Y así todos fallecieron.

Otra vez con el mismo tema. Esta maestra parece un disco rallado con el mismo tema. Llevamos 1 mes con la misma historia todos los días, contándonos como fallecieron algunos de los ex-presidentes de EE.UU. ¿Y lo peor? Lo peor es que hace ya 15min que se supone que la clase se acabara. Pero no, ella todavía está dando la clase. No había nadie, solo nosotros ni unos tontos en el salón.

–Hasta aquí llegó la clase por hoy. Pueden retirarse.

Todos los estudiantes se fueron corriendo como si no hubiera un mañana. Al final, nos quedamos la maestra y yo.

–¿Monroe?

–Dígame.

–¿Crees que podrías hacerme un favor? Necesito irme lo mas pronto posible, se me hizo un poco tarde.

Me hace salir tarde, y lo mejor, me pide un favor. Fantástico. ¿Vieron mi sarcasmo?

–Claro.- fuerzo una sonrisa.

–Cierra las ventanas por favor, el conserje hoy no se encuentra y debo recoger a mis hijos.

–Claro.

–Muchas gracias, debo irme.

Dicho eso, se fue. Que divertido, cerrar alrededor de 35 ventanas sola. Vieja bruja. Por eso estás soltera, por mandarme a cerrar ventanas. Yo y mi magia negra.

Cuando iba por la mitad, escuché mi móvil sonar.

–¿Hola?

–Summer, que alegría escuchar tu voz.

Una voz ronca se escuchaba del otro lado de la linea.

–¿Quién habla?

–Oh, que linda, no te acuerdas de mi.

–Perdona pero no, ¿quién es?

–¿Yo? Nena, yo soy el que te vigila. El que te sigue cada paso, el que te observa todos los días.
Soy E.H mi amor. ¿Quieres que te ayude a cerrar las ventanas?

Sentí como mi pulso comenzó a acelerarse, como mi piel se erizaba, como mi boca se secaba, como un ligero temblor se apoderaba de mi.

–¿Qué pasa cariño? Para que estés tranquila y vayas temprano a tu casa, te ayudaré.

No, no, no, no ¡NO! Debo salir de aquí, tengo que correr. Debo de huir de él.

–Mierda.

Salí corriendo, quizás, y solo quizás; corriendo por mi vida. Estaba más que asustada, no sabia qué hacer. Llegué hasta la puerta del salón, luego estaba corriendo hacia la entrada cuando escucho una risa y una voz.

–¿De quién huyes mi amor?

No se si mirar atrás, pero valientemente lo hago, sin detenerme. No veo a nadie. El pasillo está solo. Al llegar al patio delantero, casi grito de emoción. Pero luego recuerdo en la situación que me encuentro. Llego al auto y trato de abrirlo, pero como lo hago con tanta prisa se me cae la llave.

–No huyas Summer.- Él gritó.
Trato de ver dónde se encuentra y no veo nada.

Cuando pude abrir, me subí rápidamente. Encendí el auto y me fui a toda velocidad.