Capitulo 3
Luego de lo que dijo sobre mi sonrisa me puse tan nerviosa que respondí a todas sus preguntas rápidamente y me fui pitando en mi bici.
¿De verdad acaba de decir que mi sonrisa es bonita? Me cuesta creérmelo, puesto que me odia con pasión. O tal vez no...
Decido no darle mas vueltas al tema: los hombres se crearon para romper corazones. No voy a caer en sus trampas de halagos baratos. No.
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Me despierto sobresaltada. Hay alguien parado del otro lado de mi habitación. Prendo el velador.
-¿Que ocurre, Jack?- le pregunto preocupada.
Esta sentado en una de mis sillas enfrente de la ventana, cantando una canción que no llego a reconocer. Da miedo.
Apenas le hablo se da vuelta y me mira fijamente.
-¿Por que eres tan idiota?- espeta enojado.
Hay no. Drogas otra vez no.
-Tranquilízate iré a buscar a Zack- le digo por lo bajo, acercándome a la puerta.
Pero entonces el se levanta, echo una furia, y me encaja un puñetazo en el ojo. Se me nubla la visión por un rato.
-¡ZACK!- grito, una y otra vez. Jack me mira con horror mientras sostengo mi ojo.
Zack entra corriendo y cuando me ve se queda horrorizado.
-¿Que has hecho, Jack?- le pregunta enfadado, situándose frente a mi.
Jack nos mira con nerviosismo como si no entendiese nada. Y es porque no lo hace, pienso.
-Vete a tu habitación, luego hablamos.
Jack obedece, cabizbajo, y se marcha.
Zack se gira hacia mi de inmediato.
-¿Como te encuentras?
-Siento que me va a explotar el ojo.
Me quita la mano y lo observa por un rato. Parece muy enojado, casi cansado.
-No es nada, se curara pronto. Claro, tendrás un ojo morado por unos días- se le quiebra la.voz y acto seguido hace algo que nunca pensé que viviría. Zack me abraza. Me aprieta contra el y lo oigo sollozar. Duele verlo así.
Trato de tranquilizarlo un rato. Se por que llora. Zack esta harto de todo esto de los golpes. Mi padre, cuando eramos mas pequeños solía... hacer eso. Jack y Zack siempre me protegían y me sentía idiota. Cuando mi padre murió, hace tres años, Jack se metió en esto de las drogas.
Me pregunto si estar entre los brazos de Samuel sera tan agradable como... ¿Que estoy pensando? Me estoy volviendo loca, definitivamente.
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No consigo conciliar el sueño debido a mi excitación y a los gritos provenientes de la habitación de mi hermano.
Cuando ya casi son las siete mi alarma suena y maldigo en voz baja a la canción de Katy Perry. Enserio, debo cambiarla.
Voy hasta el baño y observo mi reflejo. Oh dios, esta violeta oscuro. Duele.
Me pongo un simple buzo gris y unas calzas negras. Me fijo que el buzo venga con capucha y me la pongo bien encima de la cara. No quiero ir por la escuela caminando con un ojo morado.
Bajo las escaleras algo insegura; se que lo de anoche Jack no lo hizo queriendo, pero estoy algo asustada aun.
Jack esta sentado en el sofá con cara de haber visto morir a alguien. Zack, por otro lado, esta sentado en un taburete de la cocina y parece muy enojado.
Apenas verme bajar, Jack se pone en pie y me clava una mirada de inseguridad total.
-Lamento mucho lo de anoche- dice, claramente muy afectado. Se nota que esta siendo sincero. - ¿Me dejas ver como esta tu... ojo?
Asiento y, sin atreverme a mirarlo, quito la capucha. Gime por lo bajo y ahoga un grito.
-Lo siento tanto, Mack. No fue mi intención...- tiene la voz quebrada.
-Si, se que no fue queriendo, pero si alguna vez en la vida te dejaras de tomar esas mierdas y asistieras a la maldita rehabilitación, nos harías un favor a todos los que vivimos muertos de miedo por tu salud- le espeto. Hago unos esfuerzos tremendos por no llorar.
«Llorar es para debiles»
Doy un portazo y decido irme caminando al colegio. Necesito un momento para mi misma. Todas las noches desde que Jack comenzó a drogarse, Zack y yo nos matábamos para que el lo deje. Nunca funciono. Y entonces...
-¡Mackenzie!
-¿Samuel?
¿Es enserio, Jesús? No me hagas esto por favor.
Samuel se acerca caminando a mi desde el otro lado de la calle. Aqui vamos.
-Oye, siento haber dicho algo que te molesto ayer. No era mi intención que te callera... espera. ¿Eso es un ojo violeta?
Maldición. Trato de esconder mi rostro en la capucha.
Se planta frente a mi y me toma por los hombros. No hago ningún intento por moverme.
-¿Que te ocurrido?- pregunta. Por un momento dejo de hablar con enfado, como si le molestara el simple hecho de que haya nacido. Habla casi... dulcemente.
-Nada que te incumba- respondo con un hilito de voz.
Me saca la capucha lentamente.
-Eso te lo han echo. Dime quien.
Levanto una ceja.
-¿En serio? Primero te comportas como si quisieras estrangularme y escupir mi tumba. Y ahora me vienes con el temita del novio-que-protege-a-la-chica-de-malas-personas, ¿eh?
Noto las lágrimas ardiendo en mis ojos. Las limpio rápidamente antes de que escapen.
-Si quieres puedes llorar- dice muy por lo bajo.
Por un momento me olvido de todo. Me imagino lo bien que se sentiría llorar entre sus brazos y que el me susurre cosas para tranquilizarme.
Por otro lado esta el hecho de que lo mas probable me diga todas esas cosas para después llevarme a la cama.
-No, no quiero- me libro de su agarre y me encamino decidida hasta la escuela.
Hay por dios.
Creo que me gusta Samuel Parsons.
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Nuevo capitulo recien sacado del horno! ÑAAM. Ahque, tengo hambre (?
Comenten que les parecio y voten, me ayudaria muchisimo a mi y a la nove ;)