Primer noche: La soledad {Primer Cuento}

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Sentada, al pie de su ventana, un libro en sus manos, "La Princesa Perfecta", un manual más que no ha podido terminar de leer. La tristeza la consume, la soledad la agobia y el amor la mantiene viva.

Marco se ha marchado para no volver.

Una melodía suave suena en su mente, una canción de la dimensión de la Tierra, se quedó en su mente por los recuerdos que trae a ella. Después de todo el nombre de él va grabado entre esa canción.

El tren de la mañana llega ya sin él,

Cada día se levanta y realiza su rutina mecánicamente, no pone mucho empeño, hace lo que puede por su pueblo, trata de ser la mejor reina... más bien la mejor aprendiz de Reina, pero algo le falta, aquellos ojos marrones, dulces como el chocolate, agradables como el atardecer, junto a una sincera sonrisa mientras palabras de aliento le animaban.

Es sólo un corazón con alma de metal,

Día a día, sobrevivía, así era desde que su madre la separo de su dulce Marco. Actuaba por él, su madre había prometido que le permitiría volver algún día, bajo la condición de que cumpliera primero con sus deberes reales, debía ser la mejor y mostrar que la aventura que vivió en la Tierra le había servido para ser reina.

En esa niebla gris que envuelve la ciudad.

Una casualidad que ese día el cielo de Mewni amenazara al pueblo con una lluvia torrencial, el día era totalmente gris, parecía estar en sintonía con los sentimientos de la princesa. Hacia un año desde que lo dejo todo en la Tierra.

Su banco está vacío, Marco sigue en mí,

El hechizo del ojo que todo lo ve era muy útil, cada que su madre la dejaba sola, o cuando tenía un momento para relajarse, se encerraba en su habitación e invocaba imágenes de lo que ahora era la vida de su Marco.

Le siento respirar, pienso que sigue aquí,

¿Estaba exagerando?, podía sentirlo, cada olor que le rodeaba a él, su perfume, el parque, su casa, los nachos que comía.

Pero también sentía el dolor que lo rodeaba, aparentaba frente a sus amigos, pero cuando se queda solo su sonrisa se borra, muchas lágrimas ya había derramado por ella. Y si, sabía que eran por ella porque no dejaba de repetir su nombre.

Ni la distancia enorme puede dividir

Juntos sufrían por el dolor de la distancia, cuando Star lo veía triste, ella entristecía, si él se alegraba, ella sonreía. Eran dos corazones unidos, el hilo rojo del destino estaba ahí, uniendo las almas, estaba muy tenso por la distancia, pero jamás se rompería.

Dos corazones y un solo latir.

Aunque la distancia pesara, ninguno se olvidaba, eran tantas cosas las que habían vivido ya, que no podían simplemente olvidarse a pesar de la soledad.

Quizá si tú piensas en mí,

¿Pensar en él?

Sí, todo el tiempo, cada clase que tomaba pensaba en Marco, cuan estudioso era, para él esas clases no serían nada, adoraría saber todo de Mewni, con esa idea se mantenía viva y estudiando, quería que al verlo de nuevo ella le pudiera contar cosas tan fantásticas como él lo hacía con ella sobre la Tierra.

Si a nadie tú quieres hablar

¿Hablar?

No, estaba molesta con ese mundo, ellos la había separado de Marco, su madre no quiso entenderla, ella está enamorada y mucho de ese chico. Pero siempre supo que debía volver, ella quería volver con Marco a su lado, pero su madre también se negó a eso.

Los cuentos de las mil y un estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora