No cabía la idea de que el y yo fuéramos una pareja, simplemente es imposible.
Pero era realmente difícil sacarte de la cabeza a un chico como el; mi hermana jamas me perdonaría que hiciera esto, pero la tentación es mucha y la mejor manera de libr...
-En ese momento decidí salir de la piscina, con el propósito de seguir incitando a Joe, no debo negar que me parece divertido el juego que estoy creando, pero es que este hombre... ¡sí que sabía excitarme!
Me senté en una de las sillas playeras que teníamos en ese entonces; yo lo veía con cara de quisquillosa, me las estaba ingeniando para llamar aún más su atención, entonces recordé que traía conmigo un protector solar así que no estaría mal pedirle una ayudita a Joe.
-Hey Joe! Lo miro maliciosamente.
-¿Díme Madi? Me mira algo confundido.
-¿Podrías ayudarme con mi bloqueador? Me pongo boca abajo y empiezo a tirar de mi brasier; me río ya que noto que Joe se pone tenso.
-No estoy muy seguro de lo que estas intentando hacer Madison.
-Comienzo a reír, ¡Tranquilo Joe!, ¿No podrías ayudar a tu linda cuñada? Le guiño el ojo.
-No...no... es eso Madi, solo que... Ok está bien.
Lo miro con cara de victoriosa; el enseguida toma el bloqueador, y comienza hacerme pequeños masajes que hacen que de mi boca salieran pequeños gemidos de placer.
Sus manos son tan suaves, se siente como estar en el paraíso, esto realmente ya me estaba excitando, quería ser mala, una gatita mala; viéndolo así decidí dar la vuelta y Joe no alcanza a correr sus manos, lo cual hizo que quedaran casi sobre mis pechos.
-¡Wow Joder! Me dice quitando las manos de mis pechos.
-¿No te gusta Joe?, Ven, Tócame, Se que lo quieres; Lo miro seductoramente.
-Estas enferma Madison, lo dice dando la vuelta y alejándose de mi.
POV Joe
No puedo creer que esta niña sea tan tentadora, sin duda no podía parar de pensar que tal sería en la cama mientras yo la hacía mía, aunque claramente ya no era virgen se le notaba por la forma de seducirme, lo cual lograba con una gran facilidad cada segundo que pasaba cerca de ella la tentación me carcomía y ni hablar de lo duro que se ponía mi amigote, sin duda quería estar dentro de ella y sinceramente yo si quería estrujar sus pechos cuando ella de repente se giró, al principio me avergoncé un poco pero luego solo quería acorralarla en la piscina y jugar con ella hasta que gritar mi nombre.
Sentí como mi amigote empezó a endurecerse por estar pensando en todo lo que le podría hacer, así que tenía que buscar una forma de desahogarme, y Nia podría ser la solución.
Caminé por la casa con mucho cuidado de no encontrarme a nadie en el camino, lo que menos quería es que mis suegros vieran lo que su hija hacia en mi, subí por las escaleras en busca de Nia, y ahí estaba, acostada leyendo un libro.
-Hola cariño.- me dijo ella cuando me vio entrar a la habitación.
-No sabes lo que ocurrió mientras pensaba en ti.- le digo con cara de quiero sexo salvaje.
-¡Wow! Joe ¿eso causé en ti?- me sonrió maliciosamente.
-Claro que fuiste tú nena.-Le sonrió seductoramente.
La alcancé y empecé a darle besos muy intensos haciendo que ella perdiera el control, y sus besos fueran más fogosos en muy poco tiempo, acerque mi miembro a su sexo haciendo que soltara un pequeño gemido, pero claramente no podía dejar de pensar en lo mucho que me pone Madison, y con ese pensamiento mi erección creció más, tanto que ya me dolía el roce con mis pantalones, debía desahogarme rápido.
Comenzamos a desvestirnos rápidamente, ella sujeto mi miembro y comenzó a subir y bajar lentamente y en cuestión de segundos su velocidad aumento, que ella me hiciera estas cosas me excitaba mucho.
-Quiero que estés dentro de mi.-me dijo agitada y con ansias de que la hiciera mía.
-Tus deseos son ordenes nena.
Tome mi miembro y comencé hacer círculos en su clítoris para que se mojara aún más, desprevenidamente la penetre y ella soltó un gran gemido que tuve que callar con mi mano, en definitiva no quería que mis suegros nos escucharan.
Lo bueno de todo esto es que Nia desde que está conmigo toma sus pastas anticonceptivas y no habrá ningún problema en que termine dentro de ella, cosa que me excitaba aún más, no tener que sacar a mi amiguito de ella.
POV. Madison
Decidí entrar a la casa en busca de Joe, quería darle una pequeña disculpa, sé que no estuvo bien lo que hice, así que lo mejor será disculparme con él.
-Haaaaa
Eso que escucho ¿son gemidos?, y lo peor ¡son de mi hermana! ¿Qué carajos? , pero esto no se va a quedar así, van a descubrir que tan buena soy en la cama, tanto que haré que Thomas gima al unísono conmigo.
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