SEDUCCIÓN PROHIBIDA

Parte 4

*Galeria foto de Thomas*

No lo podía creer, este chico si sabía cómo hacerme venir en más de una ocasión en un solo round. Daría lo que fuera con tal de ver la cara de Joe al escuchar mis gemidos, esperé el tiempo preciso en el que el acabó con la otra para yo empezar con toda la energía a gemir y conseguir que ellos escucharan, lo que más agradecí fue que mis padres habían salido, realmente no tengo la menor idea de dónde ni con quien, pero estoy segura de que Joe debe estar muy furioso.
-Nena el viernes Emma dará una fiesta, ¿quieres venir conmigo?.-me dijo mientras estábamos en la cama abrazados.

En realidad no sabía que decirle, claramente quería ir pero no quería perderme ninguna oportunidad de estar con Joe, debía estar atenta. Aunque sería magnífico ir, drogas, alcohol, sexo. Sí, eso sonaba espectacular.

-¿Qué dices vas?.- me dijo mirándome a los ojos y dejando un pequeño beso en mi frente.

-Claro.-lo abrace aún más fuerte, no quería que se alejase de mi cuerpo, me gustaba oír su respiración y los latidos de su corazón, eran las melodías más hermosas para mis oídos.

-Tengo que irme linda.- me dio un beso muy apasionado y salió de mi habitación; cuando escuche esas palabras salir de su boca y su cuerpo alejándose del mío sentí una rara sensación, como si él se llevase un pedacito de mí.

Me senté en mi cama, necesitaba bajar por un poco de agua, la follada con Thomas me había dejado exhausta. Estaba por entrar a la cocina cuando escuche como se estrellaba algún cubierto contra uno plato, pensé que era Nia pero me sorprendí cuando vi a Joe y por cómo había sonado el cubierto al tocar el plato se notaba muy furioso; lo mire maliciosamente y solté una pequeña sonrisa de victoria por haber logrado lo que quería.

-¿Que pasa cuñadito?.- le dije con una sonrisa victoriosa  y guiñándole el ojo, pero él me veía muy serio y sus facciones me causaban gracia.

-¿Así que pasaste una tarde interesante Madison?.- me decía sumiso al saber cuál era mi respuesta.

-La pregunta es mutua Joe.- pude observar como su cuerpo se tensaba al escuchar mi respuesta y la expresión de su cara pasaba de ira pasiva a una ira intensa.

-No parecía buen tipo el bastardo con el que estabas pero por la escena de afecto que mostraste creo que es tu novio.- dicho eso comenzó acercarse y se detuvo unos centímetros de mí; mis piernas me comenzaron a temblar, me mordí el labio y su mirada se fue directo a mi boca.

-¿Es impresión mía o tu estas celoso?.- le sonrió maliciosamente rompiendo el pequeño espacio que había entre los dos.

-Puede ser.- me dijo mirándome a los ojos, lo único que hacia yo era morderme el labio, quería que me besara, quería sentir sus labios, labios que ansiaba besar todos los días.

Comenzamos acercarnos, el me tomo de la cintura sin dejar de mirar mis ojos; su mano se introdujo dentro de mi blusa, acariciando mi desnuda espalda; debo decir que no tenía brasier, así que tome sus manos que estaban acariciando mi espalda y rápidamente las puse sobre mis pechos.

-Si me vas acariciar, acaríciame como debe ser.-me miro con el ceño fruncido, quito sus manos de mis pechos y se alejó de mí.

-Dile al bastardo de tu novio que lo haga, A.. otra cosa Madi dile que aprenda a follarte mejor, conmigo tu gemirías más duro y no pararías de gritar mi nombre.- me lo dijo y dio la vuelta para salir de la cocina, ¿pero qué coño le pasaba? Como podía irse y dejarme con las ganas, esto obviamente no se quedaría así.
Lo mejor era subir a mi habitación, ¡estaba furiosa! Necesitaba una ducha que me calmara; entre y comencé a desvestirme, por suerte todas las habitaciones de la casa tenían su respectivo baño personal, así que comencé a desvestirme, decidida a pasar más de una hora en la ducha, podría decir que mi lugar favorito de la casa era ese porque allí podía encontrar una relajación máxima y lo mejor, sin nadie que te moleste.