Historias Mínimas

¿De qué va esto?

Una historia puede ser real, pero no es obligatorio que lo sea para ser una buena historia. Una historia es buena cuando tiene lectores que la encuentran interesante, simplemente eso. Y lograr ello... eso es el arte.

A una buena historia tampoco es necesario encontrarle una moraleja o mensaje edificante, por más que los profesores de Lengua y Literatura en la escuela insistan en que los busquemos. A menudo sólo es cuestión de disfrutarlas sin más... y si hay moraleja o mensaje edificante ya aparecerá... aunque quizás diferentes personas encontrarán diferentes mensajes o moralejas.

Así, pues, mi deseo es que tú, estimado lector, encuentres estas historias que te ofrezco a continuación, interesantes. Si lo logro, sería tan maravilloso... pero estoy divagando.

En ese sentido las historias a continuación son en su naturaleza pequeñas anécdotas de la cotidianeidad, por lo que poco se verá un deseo de evangelizar. Con todo y su realismo (inventado y no) no buscan crear conciencia... sólo entretener en la contemplación de lo cercano y común iluminado con su propia luz... Por ello lo de Mínimas, también porque su extensión individual no será muy grande. Calculo que algo más de mil palabras son más que suficientes. Como para leerlas de una sentada. Pero eso no significa que no tendrán coherencia: cada relato dará pie a otro, o sea que un personaje o hecho que es mencionado o tiene una aparición menor en el relato A será el protagonista o el tema del relato B o del C o del D, de forma tal que en conjunto cada narración individual será una especie de pieza de mosaico que en cierto momento mostrará una imagen general de las vivencias de la comunidad a la que sus protagonistas pertenecen, que pueden vivir en cualquier ciudad de cualquier país de Latinoamérica. Por eso también he renunciado a las referencias demasiado localistas, o sea jergas, marcas conocidas, incluso nombres y apellidos típicos.

Sobre la periodicidad, espero que esta sea semanal, salvo que la disponibilidad de tiempo no me lo permita. Espero su apoyo en esta experiencia.

Y eso es todo lo que tengo que decir por el momento.

Pasen y pónganse cómodos.