Capítulo 3

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A la mañana siguiente, desperté para salir a hacer mi entrenamiento matutino, me encontré a Alain corriendo.

-Hola- dijo dándome cuenta que ya me había notado- no sabía que vivías aquí

-Hola, si, desde primer año vivo aquí-le contesté-

-Carrera matutina, muy bien pensado- me dijo-

-Sí, casi no salgo a correr, solo me dedico a nadar, pero creo que empezaré a salir estos tres días- contesté-

-Haces natación, que genial, me gusta ese deporte

-Es un deporte completo, por eso me gusta- contesté- Uf, es todo 3 kilómetros, no puedo más, estoy exhausta – dije sin aliento-

-De acuerdo, nos estamos viendo- dijo alejándose-

Mi rutina de natación no es muy pesada, pero si te agota después de una hora. Hoy decidí hacer tarea, estudiar un rato, y tal vez ver una película. Tomaré una ducha e iré a la biblioteca.

Se me olvidó que la biblioteca estaría cerrada. Tal vez me siente en las mesas del centro del campus, total, casi todos están en sus habitaciones descansando.

-Hola- escucho una voz detrás de mí- ¿Qué haces?

-Oh, hola- Es Alain- Nada, solo hago tarea y estudio un poco-

-Puedo unirme, la verdad es que no sé cómo califican los maestros- dice-

-Claro, si tienes alguna pregunta, solo dila- dije sonriendo-

-Gracias, el maestro de física, ¿lleva portadas sus trabajos?

-Sí, todos los maestros de nuestra clase piden portadas

-Okey, gracias

-Sé que no me incumbe, pero, ¿Por qué te estas quedando aquí?

-Oh, es que le ofrecieron trabajo a mi padre en un pueblo más lejano, y para no estar haciendo cambios, pidió dormitorio para mí

-Ah, qué bien, es un poco difícil hacer un cambio cuando ya empezó el curso

-Sí, por eso pedí que no me cambiara

-Ya veo, sigamos- digo regresando mi vista a mis notas-

Pasaron dos horas desde que llegué a la mesa y Alain no se fue en ningún momento, supongo que es porque en realidad ninguno de sus amigos cercanos vive en el campus. Me alegra que pueda tener algo de confianza en mí'para acercarse y que podamos hablar.

-Rayos, ya son las dos de la tarde tan rápido- dice viendo su celular-

-Es cierto, es la hora del almuerzo- digo viendo alrededor- ¿Quiere que almorcemos juntos? , no veo a nadie por aquí

-Claro, aunque ahora que lo pienso, tienes razón, nadie ha salido de sus dormitorios, de verdad están descansando

-Vamos- digo levantándome y tomando mis libretas-

Llegamos a la cafetería y hay algunos comiendo, no conozco a nadie y Alain tampoco. Tomamos nuestras charolas y pasamos a recoger nuestra comida, no me di cuenta que había un letrero que dice "Precaución, suelo mojado". Veo mi plato favorito: un pedazo de pollo con un guisado de verduras al vapor, voy con paso acelerado para tomar el último plato... cuando siento que resbalo. Estoy a punto de caer al suelo, cuando siento que alguien se pone detrás de mí y cae conmigo al suelo.

Abro los ojos y veo una unas piernas a los lados de mi cuerpo en el suelo y veo que mi cabeza está apoyada sobre el ombligo de alguien. Vuelvo mi vista para atrás y veo que es Alain el que evito que me estrellara contra el suelo. Corrió detrás de mí y al momento de atraparme se sentó y amortiguó mi caída.

-Alain, perdón, no fue mi intención- digo, incorporándome- ¿estás bien?

-Sí, estoy bien, tu ¿estás bien?- dice mirándome-

-Sí, gracias- cuando me doy cuenta, veo que los pocos que están en la cafetería nos observan. Me siento un poco apenada.

-Vamos, levántate- me tiende la mano para levantarme- Ven

-Gracias

-Vamos, escoge tu comida

Nos dirigimos a una mesa fuera de la cafetería, me sentía apenada estando ahí adentro. Así que le sugerí que salgamos para comer al aire libre.

-Y tu, por que vives aquí- dice metiéndose un pedazo de pollo a la boca-

-.Por razones familiares, un tanto complicadas

-Oh, ya veo- dice mirando hacia el cielo-. Se ve hermoso el cielo

-Si- digo mirando hacia el cielo-. Me gusta el color azul

-Jess, espero que nos podamos llevar bien, me caes bien

-Claro, igual tú, eres bueno, sobre todo, gracias por lo de hace un rato- digo bajando la cabeza-

-No te preocupes, fue solo un accidente, y si tuve la oportunidad de ayudarte pues debía hacerlo

Terminamos de comer y nos dirigimos a nuestros dormitorios, acordamos que seguiríamos estudiando los otros tres días y que si había la oportunidad, tal vez distraernos con algo terminando de estudiar.

Pasaron los dos días y procuramos estudiar lo mejor posible para comprender bien los temas, hasta que por fin, acabamos.

-Qué alivio, sentí que fue demasiado- digo bostezando- y eso que es solo un período

-Sí, aunque fue fácil entre los dos apoyarnos- dice cerrando sus libros-

-Muy bien, hoy es Martes, es ultimo día- lo miro- ¿quieres hacer algo?

-Sí, claro, ¿Cómo qué?

-No sé, tal vez podríamos ver una película

-Vale, solo dejo esto en mi dormitorio y te veo aquí

-Está bien

Aunque no lo pueda creer estoy un poco nerviosa, no soy de llevarme con niños, y ahora veré una película con uno. He convivido con Alain que he visto que no es pesado, y trata de llevarse con todos por igual.

-Listo- dice llegando-

-Okey, vamos

Entramos a mi dormitorio, y dejo la puerta abierta por si las dudas. Decidimos ver: Una esposa de mentira (La película de Adam Sandler con Jenifer Aniston).

Nos reímos y hablamos de cuáles son nuestros personajes favoritos de esos actores.

Acaba la película y hablamos un poco más, de deportes o de cómo son nuestras clases. Llega el momento del toque de queda y le digo que es mejor que se vaya para que no lo regañen.

-Bye, Jess – dice saliendo y parándose en la puerta- Gracias por todo, me hubiera sentido muy solo

-No te preocupes, no fue nada –digo sonriendo- cuando quieras hacer tarea, me puedes preguntar, nos vemos mañana, descansa.

Se despide antes de abandonar el pasillo y le devuelvo la despedida con la mano.

De algo me di cuenta, y es que Alain es como Joseph, tal vez pueda ser alguien más con el que pueda contar. Eso me saca una sonrisa.

El  chico menos esperado.💖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora