Capítulo 2 - Trance

84 5 0
                                    

Adam y Susan por primera vez abrieron los ojos después de caer, se sentían raros sin el cosquilleo hasta el punto de que ellos no se sentían normales. Los dos pares de ojos oscuros se encontraron entre sí, unos arqueados y otros confundidos. Adam recuperó el aire y vio una cara confundida, unos labios con una mueca y una cabellera negra esparcida a su alrededor.

«¿Quien es ella?» pensó Adam «¿Que había pasado?»

Susan, vio confundida un chico de piel cara, que la miraba con las cejas arqueadas con sus ojos oscuros y su cabello negro se pegaba a su frente por el sudor y se encontraba encima de el.

«Oh, por dios no» pensó Susan.

Su pulso se aceleró, nerviosa vio a su alrededor. La música había parado y todo el mundo en el jardín los miraba con curiosidad y con sonrisas traviesas.

—¡Ya la tienes White, tiratela! —gritó un chico en el bullicio alrededor y las personas rompieron a carcajadas

Susan, que abrió sus ojos conmocionada de lo que pasaba y donde se encontraba, sus pálidas mejillas se enrojecieron por la vergüenza. Se incorporó con dificultad y vio al chico que también se incorporaba hasta sentarse en el suelo. Parecía también confundido y distraído. Susan lo escrutó con la mirada y vio con impresión, un pequeño surco de sangre en la nariz. ¿Habia sido ella?

—Yo... Yo lo siento —dijo Susan y se largó de ahí corriendo, pasó por los adolescentes que aun se reían y terminó saliendo de la mansión a trompicones. Se sentía mareada y le dolía la cabeza.

Se recostó en un costado de una verja y cerró los ojos, las preguntas se les tiraron encima. ¿Que había pasado? ¿porque de repente la incomodidad se había ido? ¿Porque de un momento a otro sentía tanta euforia?.

Recordaba distintamente lo que había sucedido, era como si hubiera estado en un trance desde que llegó a la ciudad, un sentimiento extraño bullía en su interior como advirtiéndole que no debía estar ahí. No sabía que era sin duda y lo ignoró por completo.

Pensó en lo que había sucedido, sus mejillas se tinieron mas rojas y la vergüenza iba en aumento, había caído no solo en el suelo, si no arriba del chico pelinegro. No obstante, pensó positivamente, ya que, todos allá dentro estaban ebrios y de seguro eso la haría pasar desapercibida.

Sus hombros se relajaron un poco, su pulso y la respiración se calmaron mientras ella seguía en sus pensamientos dando vueltas al asunto.

Escuchó unos gritos cerca y abrió los ojos a ver que sucedía pues aquello era divertido para varias personas alrededor donde ella se encontraba.

Una chica rubia un poco menuda, con un vestido sencillo blanco, se encontraba gritándole a un chico simpático rubio y de ojos claros. Los gritos histéricos llegaban con claridad a los oídos de Susan y ésta miró con curiosidad olvidando el torbellino en su conciencia.

—¡Idiota, te he visto! ¡Ibas atrás con la zorrita de Lola al piso de arriba! —estaba muy histérica y enojada, las personas reían por lo bajo y Susan ya un poco mas tranquila esbozó una sonrisa— ¡¿Crees que soy estúpida?! ¡Maldición Dylan, estamos saliendo y ahora lo arruinas!

Dylan, con un aspecto horrible de borracho, miraba disimuladamente por todos lados nervioso por la escena pues mas de diez personas veían el show.

—¡Por favor!, Cassy, hablemos en otro lado —rogó dylan tratando de tocar a Cassy que se apartaba apenas el rubio la rozaba.

—¿Que? ¡¿Te avergüenzas?! —Cassy le dio con puños cerrados, golpes en el pecho, su cara sonrojada por la ira, le brillaba por las lágrimas— Esto se acabó maldito bastardo, no me busques porque no me haré encontrar, no me llames porque para mi, desde ahora, eres un desconocido.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 29, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Destino Imparable © EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora