─✿ my mom said she don't... → yoonmin

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se lanzó a sus brazos con desesperación tras escuchar esas palabras que le rompieron el corazón una vez más.

rogó que no lo hiciera. que sus palabras fueran mentiras, como siempre lo eran. que no le abandonara.

―lo prometió... ―entre susurros entrecortados suplicó que esa promesa aún tuviera algún significado para él.― prometió no dejarme... que nunca lo haría.

―no lo haré, jiminnie ―se aferró al menor y susurro una vez esas mentiras que jimin aún quería creer.― estaré para ti siempre que me necesites.

y las lágrimas le empaparon la camisa pero no le importó. sólo quería tener a ese pequeño entre sus brazos una vez más. tenerlo con él de la única manera en la cual se lo podía permitir.

―le necesito siempre... lo necesito conmigo como no se lo imagina.

se le rompió el corazón tras escuchar las suplicas de su pequeño. y se odió por romper su pequeño y frágil corazón. se odió porque, lamentablemente, él no era lo que jimin merecía y necesitaba. se odió por no valer lo suficiente para ese pequeño al que tanto quería.

―yo... no merezco todo lo que me das. mereces a alguien mejor.

―no. usted es lo mejor que la vida me dio. no diga que no es así, no mienta. ―se aferró con más ahínco al mayor, temiendo soltarlo y este desaparecer.

―lo siento, jimin. no puedo darte lo que me pides.

y las lágrimas cayeron sobre esos cabellos rosados que tanto le gustaban.

―lo siento tanto...

pero sus disculpas entre susurros entrecortados y un corazón roto, no fueron lo suficiente para parar el dolor que ambos sentían.

y el dolor que sentía, sabía casi tan amargo como esa nicotina que el menor le pidió probar una vez.