apostando

capitulo 11 : te amo

— ¿qué te paso? — pregunto flash viendo a su amigo.

— solo diré que rainbow mato a muchos de mis espermatozoides en una sola patada.

  

  La velada llego a su final, una angustia y dolor se formo dentro de las dos chicas ¿como eran capaz de apostar sobre ellas?.

  Las dos jóvenes se encontraban en la puerta, twilight con sus maletas ya hechas y rainbow dispuesta a ir a su casa e irse del lado de soarin. Unos pasos bastaron para que salieran de esa casa.

— ¡twilight! — le grito flash corriendo donde ella. — no hagas esto, no quisimos herir a nadie.

  Mientras estos dos hablaban soarin fue hasta su auto y condujo con rumbo a su hogar

— por un estupido auto pusiste mi vida en peligro ¿qué tal ni no logro soportar el parto? ¿si muero dando a luz? ¿si el bebe nace mal? — los ojos de twilight se inundaron de lágrimas pero antes que él las viera se dio media vuelta — vámonos dash — le susurro y siguieron su camino hasta el auto de la peliazul.

— twilight por favor perdoname — exclamo a través del vidrio del auto. — te amo y nunca buscaría el mal para ti.

— ya me hiciste mucho daño flash esperó no volver a verte. — sin decir mas la peliazul tomo el volante, arrancando el coche dejo atrás a flash.

   conducían con dirección a la casa de rainbow donde allí sacarían toda las pertenencias de la nombrada, para que vallan a vivir a un lado, aun no visto. Puesto que la rabia de ambas en el momento hizo que tomaran sus cosas y se vallan.

  Al llegar a la casa de la peliarcoiris, está, tomo las llaves y abrió la puerta encontrándose con las luces prendidas.

— creí haber apagado toda las luces — susurro entrando para luego dirigirse a su habitación.

   Al entrar se percato que quien estaba en la cama era soarin.

— ¿qué haces aquí? — le pregunto seria yendo al armario.

— no pensaras irte ¿cierto?.

— no quiero estar al lado de una persona que me oculta cosas, ah y la boda se cancela. ¿o también era otra mentira? — tomo la maleta y sacaba las diversas prendas de vestir.

— quiero pasar mi vida contigo, y eso no lo aposté ni lo miento, te amo — la tomo de los brazos y la beso, queriendo meter su lengua, pero no lo logro, las manos de rainbow lo separaron.

— No molestes, debo irme — cerró la maleta y salio de la habitación lo mas rápido posible.

— ¡dash! ¡regresa! — gritaba soarin bajando a toda velocidad las escaleras. Pero al salir se encontró con el auto ya a dos cuadras de distancia. — no te vallas — susurro Cayéndose de rodillas en el piso.