Prohibited - Joel Pimentel. [EN EDICIÓN]

capítulo once

Punto de vista de Aria

Zabdiel hace rato que se fue y yo quede sola nuevamente, pero llegó mi mamá con mi Papá.

— Aria cariño, ¿Estás mejor? -mi madre sabe que no fui a clase porque estaba mal pero ella creía que estaba enferma.

— si mamá, tomé medicación y estoy mejor -mentira seguía horrible y ahora me siento traidora.

Me fui a mi habitación a descansar un rato y tratar de despejarme, pero no pudo ser.

El teléfono suena.

—moni, que sucedió me dijeron que no fuiste a clase y que te encontrabas mal.

—si, estoy mejor.

—a mi ese estoy mejor me suena, a "Richard no quiero hablar te digo eso para que me dejes en paz"

—monkey, no tengo el día.

—¿lo mejorará vernos?

—puede.

—en el parque en veinte minutos.

Colgué el teléfono y me alisté para encontrarme con Richard en el parque. Para mi buena suerte cuando salí no estaban mis padres, solo se encontraba en la casa mi hermano.

— Johann, cuando lleguen papá y mamá, si no he llegado les dices que estoy en el parque con Richard ¿okay? -mi hermano mayor asintió sin dejar de jugar a la consola.

Salí de casa y caminé hasta el parque, no estaba muy lejos a unos diez minutos andando.

Cuando llegué al parque el dominicano ya me estaba esperando.

—monii -me abrazó.

—monkey -le devolví el abrazo.

—a ver, cuéntame que te pasa.

—no puedo más Richard, todo Se me viene encima todo - dije con la voz entrecortada y lágrimas amenazando con salir.

—a ver vayamos por partes, hasta donde yo sé tu estas enamorada de él -asentí -okay continúa contando lo que no sé.

—al parecer él también lo está de mi -baje la mirada.

—¿cuándo se enteró?

—esta mañana, vino a casa, hacia tiempo que me veia rara con él y... Se lo confesé discutiendo y él me dijo que igual... Pero ya no solo eso -suspiré —me... Me besó.

El monkey abrió los ojos como platos.

—y ¿tu que hiciste?

— lo eché de la casa, pero...yo... Yo me siento supermal por mi hermana -rompí en llanto y él me abrazó.

—eh, tranquila moni -me consoló - mira te propongo algo, en tan solo una semana terminas las clases y ya llega el verano. Yo voy a Santo Domingo el día justo después de que terminen las clases. ¿quieres venirte conmigo? Solo serán dos semanas y te vendrá bien olvidarte durante es tiempo de Joel, de tu hermana de todo lo que te hace mal aquí en Miami ¿que me dices?

—monkey yo...

—no tienes por que darme una respuesta ahora mismo, tienes una semana para pensarlo.

(...)

Era miércoles y tocaba ir a la escuela, además ya falté ayer y no podía faltar hoy, pero ganas no faltaban.

Seguía pensando en la propuesta de Richard, tiene razón me vendría bien salir de Miami, olvidarme por dos semanas de Joel, de mi hermana y dejar de escuchar mi corazón.