Un cruel trato

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El fanart de la portada es cortesía de Jaz Rojas :3 es un dibujo de Eiji con Tai
Qué lindos!!

Eiji observó al doncel que desnudo estaba dormido a su lado, Tai era sencillamente hermoso por varias razones, entre ellas su inocencia, el joven azabache no tardó mucho en descubrir que Tai era virgen, hasta ese día, otra cosa que descubrió era lo más encantador del doncel, su larga cabellera blanca, la cual, ocultaba con una peluca del mismo color, sin razón aparente, la hermosa melena bien cuidada estaba desperdigada en ondas por toda la almohada enmarcando el hermoso y delicado rostro de ojos cerrados haciéndolo parecer aún más angelical de lo que ya era.

Aquella era la primera vez que Eiji se había quedado a dormir con alguien después del sexo…

En parte porque se sentía terriblemente culpable, como si la historia se repitiera, como si hubiera tomado el cuerpo de un joven doncel inocente lleno de ilusiones y amor y lo hubiera mancillado cruelmente, así como en su momento lo había hecho el bastardo de su padre con su papá, se preguntaba si aquel doncel había malinterpretado las cosas, quizá Tai pensaba que en vez de un simple “acoston” Eiji le estaba diciendo que aceptaba sus sentimientos…algo que Eiji Uchiha no haría…

Se levantó de la cama sacándose las mantas de encima lanzando maldiciones e improperios mentalmente, no tenía cara para enfrentar al doncel del pelo blanco después de arrebatarle la virginidad porque inmediatamente le recordaría a su papá y se sentiría culpable, Eiji odiaba sentirse culpable, se puso el bóxer primero con agilidad, para luego rodear la enorme y elegante cama matrimonial de aquella lujosa habitación del hotel en busca de su camisa, pero en ese momento sintió como alguien le tomaba de la mano, volteo observando a Tai quién con mirada preocupaba y temerosa cubierto por las suaves mantas se aferraba a él, Eiji chasqueo la lengua, no quería ser cruel con alguien a quién le había hecho lo que juro jamás hacer, por respeto a la situación que vivió su papá.

– Huang lo siento pero esto… – Eiji para su sorpresa fue interrumpido por un agitado y nervioso Tai.

– ¡lo sé! – chilló el doncel con voz temblorosa soltando a Eiji para después cubrirse correctamente con las mantas y sentarse al filo de la cama, palmeó un par de veces a su lado invitando a Eiji a sentarse y el azabache se limitó a hacerlo, ¿Por qué no? Era lo menos que podía hacer después de arrebatarle la virginidad a alguien con una educación tan tradicional como lo era el hijo del jefe de la mafia china – sé que solo fue sexo – murmuró Tai apretando las sabanas y bajando la mirada, sus hebras de cabello largas y lacias tan blancas como la sabana con la cual cubría su desnudez bajaban rebeldes por sus hombros y su espalda – pero me gustaría que me escucharas…te prometo que no tomara mucho de tu tiempo… – lo último lo dijo casi como un murmullo, como una plegaria silenciosa, como una oración desesperada que se dice después de alguna terrible tragedia.

– está bien… – aceptó Eiji sin muchas ganas – te escucho – los ojos de Tai miraron a Eiji completamente iluminados en alegría.

– no sé si me recuerdas pero nosotros nos conocimos hace seis años…cuando yo vine a Moscú – Eiji si recordaba a Tai, por supuesto, era el hijo del jefe de la mafia china y no lo podía ignorar – fuiste quién cuando estaba en mi peor momento, al borde de la locura por los acosos, me ayudó y cuidó de mi – Eiji también recordaba eso, en varias ocasiones abrazó a Tai diciéndole palabras de animo y consolándolo, no por voluntad propia si no por petición de su papá que observaba todo desde la lejanía – eso fue muy lindo…

– eso no fue por voluntad propia – dijo Eiji mirando a Tai con ojos críticos y fríos.

– eso también lo sé – el doncel de cabellos blancos agachó la cabeza, los mechones albinos de su flequillo ocultaron su angelical rostro, jugaba con sus manos nervioso – sé que fue Sor…digo, Naruto-sama quién te influenció – levantó la cabeza y miró a Eiji cara a cara, con los labios apretados –  te he estado observando Eiji…sé que lo que tu sientes por Naruto-sama no lo sentirás por nadie más y… ¡estoy dispuesto a aceptarlo! – Eiji abrió los ojos sorprendido para después solar una pequeña carcajada llena de sarcasmo.

– ¿a que quieres llegar con todo esto? – preguntó con un tono lleno de fastidio, Tai lo notó y decidió ir directo al punto.

– estoy dispuesto a aceptar tus sentimientos por Naruto-sama si tu aceptas tenerme a tu lado… – una sonora carcajada invadió de nueva cuenta toda la habitación, para sorpresa de Tai quién nervioso continuó hablando – Naruto-sama no corresponderá tus sentimientos…de verdad los he observado, no me pondré celoso con él, no alegare de nada de lo que hagas e incluso ¡me hare pasar por Naruto-sama cuando tengamos sexo! – Eiji dejó de reír al escuchar eso y observo al doncel quién encogido y muerto de nervios le miraba – también quiero ser la mamá de Takumi…

– ¿estás muy enamorado de mi verdad? – preguntó Eiji.

–  ¡sí!

– pero ¿vale la pena someterte a tanto dolor? ¿Vale la pena rebajarte con tal de estar a mi lado? – Tai no titubeo.

– ¡por su puerto que sí! – Asintió el doncel con mirada decidida – pero quiero que me seas fiel… – pidió en un hilillo de voz, Eiji parpadeó un par de veces.

– está bien – aceptó Eiji – vamos a casarnos –  Tai abrió los ojos extremadamente sorprendido, solo le pedía una oportunidad para hacer que se encariñara con el pero había logrado algo más, embargado de júbilo Tai se lanzó sobre Eiji y ambos cayeron en la cama abrazados, Eiji sonrió ligeramente, era lo que necesitaba…alguien que fuera capaz de seguirlo hasta el fin del mundo…

Los últimos días Eiji se había visto embargado por una necesidad, conseguir un esposo, en la sociedad de la mafia el tiempo que pasaba no afectaba esos temas y estar casado significaba ser más respetado por parte de la sociedad mafiosa, el ofrecimiento de Tai le vino de maravilla, al casarse con el único hijo doncel y heredero del jefe de la mafia china automáticamente esta pasaría a formar parte de Akatsuki por lo que resultaba un buen negocio.

Por otra parte quería una pareja que respetara a su papá y los sentimientos que el tenia hacia su figura materna, pero no quería a un doncel de trapo con personalidad de marioneta, le gustaba que fueran osados y con carácter, pensó que quizá estaba pidiendo demasiado y jamás encontraría a alguien así…que equivocado estaba.

Pues sobre su pecho durmiendo plácidamente estaba la respuesta a todos sus problemas, acarició al albino y su lacio cabello blanco puro con delicadeza, para él, serle fiel a Tai era sencillo…y mientras Tai hiciera las cosas bien él también las haría…

     

EIJI: capítulos extra de "aunque tenga que encerrarte"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora