Pokelito Virus...

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El mundo de Pokémon... El hábitat más maravilloso para cientos y cientos de tipos que van desde los más pequeños insectos hasta enormes dragones, algunos con habilidades tan extraordinarias que sus capacidades les han convertido en deidades, en seres legendarios o simplemente... los acompañantes del día a día, de todos aquellos jóvenes que han decidido seguir el camino de la aventura, para convertirse en entrenadores Pokémon. Como Ash Ketchum, que en su viaje por la maestría Pokémon ha viajado a través de varias regiones, hasta que finalmente, arribó a una, junto a su más fiel compañero Pikachu, donde encontraría no sólo cientos de Pokémon que no conocía y haría nuevos amigos... algo más... estaba por suceder...

POKÉMON XYZ

Sick Again...

"Pokelito virus"

En su camino hacia Ciudad Snowbelle y tras reponerse de una oleada de resfriados que azotó a su grupo. Nuestros héroes finalmente lograron llegar al Centro Pokémon que señalaba la Pokenav de Serena, sin embargo... los acontecimientos marcados por el Pulsómetro de batalla inventado por Clemont y probado con la ayuda de Mini Clembot, han dejado más dudas que respuestas al respecto de la conexión misteriosa entre Ash y Greninja, misma anunciada alguna vez por Olympia.

La tarde había caído y la oleada de calor se percibía con gran fuerza, sobre todo dentro del centro Pokémon, habiendo juntado varios de los banquitos entre sí, formaron una especie de cama para reposarlo. Aún no comprendía muy bien qué era lo que había ocurrido, pero la enfermera les recomendó que lo mejor que podían hacer era dejarlo descansar y brindarle un poco de ventilación.

Hace algunos minutos, frente a sus ojos lo vio derrumbarse y caer de impacto contra el suelo sin el menor de los cuidados, estaba segura que de no haber caído sobre su brazo se hubiera golpeado con fuerza el rostro contra la tierra, causándose más daño. Y todo por la práctica de la transformación de Greninja... ¿Acaso realmente eso podía pasar?... ¿Convertirse en uno con él? ¿Sentir lo que el otro sentía?... Durante la batalla contra el Charizard de Alain lo notó... todas aquellas preguntas que se hacía a si misma tenían una sola respuesta y era que sí... cual se doblegara al sentir el dolor de su Pokémon amado. ¿Pero cómo? ¿Por qué a él?... Él el entrenador escogido por aquel Pokémon héroe... todo es parte de un universo desconocido en esos momentos, un mundo donde él ha sido sustraído fuera de la realidad, dejándolo ahí... inconsciente ante ella y ante todos. ¿Qué estaría pensando?... ¿Acaso estaría soñando?...

Se había quedado a su lado, agitando levemente un trozo de papel en función de abanico al lado de su rostro, provocando una leve brisa que sacudía apenas algunos cabellos sobre la frente del entrenador de Kanto. Mientras Clemont le explicaba a Alain lo relacionado al Pulsómetro de batalla un poco más atrás.

Bonnie estaba acurrucada a su lado, sin dejar de verla, lo mismo que Dedenne, mientras Blandito permanecía escondido dentro de la bolsa.

—No te preocupes... Ash estará bien... —trató de sonreír pero no podía mentirse a sí misma, estaba igual de preocupada, por lo que sus ojos temblaron y terminó por bajar los azules hacia sus manos al sentir que sus palabras no tendrían fruto.

—Por supuesto que lo estará... —respondió optimista y sin despegar su mirada del rostro airado del entrenador. —Él es fuerte... es sólo... lo que dijo Clemont... la sincronización es un acto que consume mucho la energía del entrenador, es por eso que Ash se desmayó. —Cerró los ojos y tragó saliva. —Es algo que comprendo. Aunque claro que no puedo evitar preocuparme... —dirigió la mirada entonces a la pequeña rubia que sintió, entonces notó como las piernas del pelinegro no estaban colocadas del todo sobre el asiento.

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