Capítulo 13: Dolor interno.

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A la mañana siguiente, (t/n) estaba en la cama, no había dormido, estaba triste, intrigada, lo que le había hecho Law, ¿era violación? Sentía cierta incomodidad en su zona íntima, pero no le dolía y no había sangrado, ¿qué podía hacer?

Lo más lógico era decirle a Doflamingo, pero y ¿si no le creía? ¿Si Law la acusaba de seducirlo?

Estaba en un dilema, asustada, no tenía idea de qué hacer, en ese momento entro Baby 5, la (t/c) cerró los ojos, fingiendo que seguía durmiendo.

-¡(t/n)! Sé que es sábado, pero pensaba que podríamos salir a comprar algunas cosas...- dijo con una entusiasta sonrisa. –Hoy llega el joven amo...- la joven abrió los ojos de manera tranquila.

-¿Llega hoy?- una leve sonrisa se posó en sus labios. –Tienes razón...- se levantó.

-¿Te traigo el desayuno?- cuestionó, lo cual la joven lo pensó detenidamente, no quería encontrarse con Law.

-Si, estaría bien...- sonrió gentilmente.

-De acuerdo...-

Después de unos momentos, Baby 5 llevaba la charola de comida, pasó por el comedor donde estaban algunos integrantes de la familia desayunando.

-¿Acaso (t/n)-chan, no vendrá?- cuestionó Giolla preocupada.

-No... desayunará arriba...- dijo simplemente, Law soltó un bufido, lo cual hizo que Corazón levantara la ceja dudoso.

-¿Pasa algo Law?- cuestionó el hermano de Donflamingo.

-Nada...- continuó tomando su café, mientras que Baby 5 continuó su camino.

Esa tarde (t/n) fue con Baby 5 de compras, la joven sirvienta tenía la tarea de comprarle cosas a la señora de la familia, pero la (t/n) comenzaba tomar cosas para todos en la familia, lo que sorprendió a su acompañante.

-¿Ya sabemos que haremos de cenar?- cuestionó (t/n).

-Por supuesto, la cena favorita del joven amo... ya tenemos lo necesario...- explicó.

-Entonces ¿por qué venimos de compras?- cuestionó curiosa.

-Por si necesitaba algo, pero veo que compro algunas cosas para los demás...- dijo al observar las bolsas que llevaban.

-Estoy bien por ahora... tengo todo lo que necesito...- dijo con una sonrisa.

-Debe haber algo que quieras... piénsalo bien...- sugirió con una sonrisa de complicidad. –Sería lindo que lo recibieras como sólo una esposa sabe...- la joven al entenderla se sonrojó hasta las orejas, iba a negar, pero lo pensó por un momento, tal vez si daba el siguiente paso, Law dejaría de molestarla, así que se armo de valor.

-Ti... tienes razón...- el sonrojo bajo un poco. –¿Me ayudarías?-

-¡Por supuesto!- sonrió ampliamente.

Esa noche, todos aguardaban la llegada de Doflamingo, quien llegaba a la residencia en compañía de Trébol.

-¡Doffy! Bienvenido...- exclamó (t/n) al ver entrar a su esposo, acercándose a él.

-Ya estoy de regreso...- sonrió levemente, mientras la tomaba de las manos.

-Deben tener hambre, Baby 5 se encargó de preparar la cena...- decía con alegría, lo cual intrigó a Law, él esperaba que la joven lo acusara frente a Doflamingo y todos.

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Después de la cena, todos fueron a sus habitaciones o actividades varias, después de una ducha Doflamingo descansada en la cama, mientras su esposa también tomaba un baño, al salir, ella estaba vestida con ropa de lencería roja, era elegante y muy seductora.

-¿(t/n)?- cuestionó intrigado, aunque esa imagen era exquisita.

-Quiero internarlo Doffy...- se acercó a él, sentándose sobre la cintura, mientras acariciaba su pecho descubierto.

-Sabes que no habrá vuelta atrás...- advirtió de manera sería.

-Lo sé... pero soy tu esposa... y así como tú has decidido nunca dejarme ir, yo también he decidido nunca dejarte...- se movió para acercarse al rostro de su esposo, para acariciar su mejilla. –No sé si es amor... pero me has dado lo que más deseaba, una gran familia y compañía...- sonrío con gentileza, esas palabras pasmaron al mayor, quien acaricio la mejilla de la joven.

-Por alguna razón, creo que he visto tu hermosa sonrisa desde siempre... esa sonrisa es la luz de mi vida... por eso no quiero dejarte...- ambos unieron sus labios, en un apasionado beso, eso era algo a lo que la (t/c) ya estaba acostumbrada.

Doflamingo se acostó en la cama con la joven sobre él, mientras sus manos exploraban el pequeño cuerpo, después de eso, sin separase de aquel apasionado contacto, giró para dejarla debajo de él.

Se separaron, jadeando para recuperar el aire, él sonreía de manera ladina, al fin podría hacerla suya, mientras ella estaba algo nerviosa, sería su primera vez, pero ahora estaba más preparada qué en la noche de bodas.

-Es tu última oportunidad para arrepentirte...- sugirió en tono de preocupación, pero ella sonrió y acaricio su mejilla.

-Quiero ser la señora Donquixote en todos los aspectos...- animo.

-Iré lento... después de todo eres una joven virgen...- dijo con una sonrisa lasciva, ella asintió nerviosa.

Él comenzó besando el cuello de la joven, mientras ella se dejaba hacer, después de todo no sabía qué hacer, con los besos su esposo bajo los tirantes de aquel camisón de encaje, besando los hombros de la joven, comenzando a lamer, mientras con una de sus manos se dirigieron a la entrepierna de la joven, acariciando por sobre la diminuta ropa interior.

-¿De dónde salió este conjunto?- preguntó entre besos, ahora bajando por el pecho.

-Baby... 5 me ayudó...- su esposo comenzó a acariciar su clitoris, logrando que ella gimiera. –¿Te... te gusta?...- él levantó el rostro para verla, sin dejar de acariciar.

-Me fascina...- volvió a besarla en el cuello, mientras seguía acariciando, ella abrió un poco las piernas al ser acariciada de tal manera, mientras gemía.

Doflamingo sentía como ella comenzaba a humedecerse, eso era una buena señal, debía relajarla y excitarla para poder poseerla sin que ella sufriera, dejó de besarla en el cuello para solo centrar su atención sobre la zona íntima, debía hacerla llegar a un orgasmo.

Noto que la ropa interior tenía unos listones en la cadera los cuales quito con mucha facilidad, dejándola desnuda de la parte inferior, continuando acariciando, la joven comenzaba a mover sus caderas, mientras gemías con más énfasis.

-D... Doffy...- escucharla decir su nombre lo encendía, ya deseaba poseerla.

Introdujo un dedo dentro de ella, eso hizo que la joven abriera los ojos, no pudo evitar recordar la noche anterior, sintiendo esa incomodidad. Doflamingo comenzó a mover su dedo, buscando que ella se entregará al placer, haciendo movimientos de entrada y salida sin penetrarla a fondo, pero (t/n) estaba incomoda.

-D... detente...- susurró, su esposo la escucho, notando que estaba asustada, así que saco su dedo.

-¿Qué pasa?- la joven se sentó en la cama respirando de manera agitada, parecía desconcertada.

-N... no puedo seguir...- dijo bajando la mirada avergonzada. –Perdóname...- Doflamingo se levantó molesto de la cama y fue al baño, ella comenzó a derramar lagrimas.

Mi pequeña adoración (One Piece. Doflamingo y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora