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- 10 años antes -

"repite conmigo, "mi nombre es Junhui. mucho gusto en conocerlos." mi tía me había estado enseñando coreano desde que llegue aquí hace un mes. mi padre seguía en cama, no quería hablar con nadie. quería preguntarle acerca de mamá, si vendrá pronto. pero mi tía me decía que era mejor no molestarlo. para entretenerme ella me enseñaba coreano.

ya un mes y mi tía por fin decidió mandarme al colegio. mi coreano era básico pero aún me daba miedo. era un mundo, una cultura demasiado diferente. más que nada, un ambiente desconocido. eso era lo que me daba más miedo.

"mi nombre es Junhui..." comencé a hablar pero aún sonaba raro. "gusto en conocerlos."

"mucho gusto." me corrigió mi tía. "vas muy bien, huihui. estoy seguro que harás muchos amigos en el colegio. aún así, no te olvides de poner atención a las clases y no causar problemas."

"nunca me meto en problemas. ni una vez estuve en el rincón del castigo." dije orgulloso. el rincón del castigo era prácticamente sentarme en la esquina del salón en silencio.

"ese es mi pequeño huihui. bien, ahora ve por tu mochila."

al subir por mi mochila pase por la puerta de la habitación donde estaba mi papá. estaba cerrada. quería entrar y decirle que hoy es mi primer día en el colegio aquí en corea pero no quería molestarlo. seguramente y como yo, este esperando a mamá.

al llegar al colegio me di cuenta que no era tan distinto a mi primaria en china. había niños corriendo, jugando y riendo por el lugar. sentía qué tal vez no sería tan malo.

"¿listo?" me pregunto mi tía en coreano. seguramente para familiarizarme con el idioma.

"si, estoy empanizado." dije fuerte e emocionado.

al decir esto, unos niños que pasaban al lado mío comenzaron a burlarse. no entendía el por qué, no había dicho algo gracioso. pero al parecer era solo porque había pronunciado la palabra 'preparado' similar a 'empanizado'.

el ver cómo me miraba mientras se burlaban acabado con toda la emoción y alegría que tenía al llegar al colegio. ahora más que nunca quería irme a casa con mi mamá.

al entrar al edificio me comenzó a dar más miedo el estar aquí. ¿no podré hacer amigos si hablo así? todos se burlarían o peor, no me hablarían. no quería eso. quería tener amigos. no tenía bastantes en casa pero no me gustaba estar solo.

entramos a lo que parecía era la sala de espera para la oficina del director. una señora con lentes enormes estaba escribiendo en una máquina de escribir. ella era la secretaria. al entrar mi tía y yo, ella se quitó los lentes y se levanto de su silla.

mi tía comenzó a hablarle en coreano y yo entendía lo suficiente. ella decía que este era mi primer día y quería saber el horario de clases. la secretaria le sonrió y le dijo que en un momento se lo escribía.

"¿y cuál es tu nombre?" me pregunto la secretaria. mi tía me miró alegre y dándome confianza. ya había practicado esto varias veces hoy en la mañana.

"mi nombre es Junhui." lo dije más o menos correctamente pero mi voz se escuchaba baja.

"¿disculpa?" ella pregunto. "no te escuche."

"mi nombre, Junhui..." dije aún manteniendo mi tono de voz bajo. no sé que me pasó. lo qué pasó con esos niños me quito la seguridad que tenía y ahora me daba pena hablar coreano.

mi tía solo río y le dijo algo de que yo era un poco tímido y aún no me acostumbraba al idioma. mi tia me dijo que me sentara mientras ella recibía el horario de clases y las reglas para poder ya entrar a clases.

al voltearme para ir a las sillas que estaban ahí, me di cuenta que había alguien más que solo nosotros tres.

un chico estaba sentado con sus brazos cruzados mientras me miraba fijamente. su mirada era intimidante y fría. me causaba un poco de pavor con tan solo verlo.

"¡tu!" dijo la secretaria haciendo que brincara del susto. pero la voz regañona no era dirigida a mi. "no creas que puedes irte aún. cuando se desocupe el director, vas a tener una conversación muuuy larga con el." le dijo al chico, apuntándolo con su dedo índice. o al menos eso logre entender que le dijo.

el chico solo hizo una mueca. lucía más alto que yo, por lo que parecía más fuerte. sus hombros eran amplios aún para un niño de nuestra edad. lo digo porque a pesar de su imagen intimidante, no lucía mayor de 11.

ese chico estaba sentado unas tres sillas de distancia al lado de la puerta y yo del otro lado, a unas tres sillas de distancia igual.

mi tía seguía hablando con la secretaria. voltee a ver al chico que usaba una sudadera negra y jeans. el me devolvió la mirada, pero cuando nuestros ojos se encontraron, por pena me volteé.

¿lo habrán mandado con el director por alguna travesura? a pesar de que lucía que podía romperme en dos por ser más fuerte, había algo en el que me parecía tan suave. como una pluma. algo tan tranquilo.

en silencio, solo baje la mirada al piso y comencé a jugar con mis dedos. me comencé sentir extraño. subí la mirada a mi tía y a la secretaria pero ellas seguían hablando y riendo.

baje mi mirada al piso de nuevo, pero aún sentía esa sensación.

me sentía observado.

rain • seokhuiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora