rain • seokhui

26

- 10 años antes -

"me gusta Dokyeom. no sé, el es como esa canción que no te puedes sacar de la cabeza. esa sensación de calor cuando tomas café en una mañana fría. la persona más cautivante, más gentil, todo lo bueno en el mundo. el es el cielo." yo no podría decir todo eso. lo que Dokyeom me hacía sentir me confunde. siento mi pecho doler y también siento cosquillas, es frustrante. por eso, nunca podría explicarme tan hermoso como Minghao lo hace. a pesar de que le sonreía emocionado ante la confesión, me sentía culpable.

"para mí el es la mayor felicidad de todas. ¿es raro, Jun? ¿sentir algo así?" continuó Minghao. "mamá dice que eso solo lo sienten los niños con las niñas pero con él es diferente. él solo te hace sentir bien." la sonrisa y como sus ojos brillaban al hablar de Dokyeom. yo no podía. no sabía si eso hacía que mis sentimientos se vieran más falsos o insignificantes.

"ustedes se ven muy bien juntos." le dije. tratando de sonreír lo más que podía.

"¿tú crees? ¿y sabes algo? creo que le gusto. espero que sea verdad."

"¿por qué no ibas a no gustarle? estoy seguro que en silencio se muere por ti, Haong." Haong era el apodo que por accidente y por juego le di a Minghao, él alegremente lo acepto.

"no seas tonto, Jun." se sonrojó. "es que, mira, siempre voltea acá. me pone nervioso. siempre voltea acá, donde estamos sentados. quiero saber si le gusto."

"estoy seguro que si." pero quería que no.

es egoísta de mi parte y me odio por pensar así. quería que...

no sé que quiero pero no quería que Dokyeom se fijara en Minghao. aún cuando se que eso es inevitable. aún cuando no se fijara en Minghao, nunca se fijaría en mí.

se lo que siento pero no puedo describirlo. no como Minghao. no como nadie. soy un egoísta, soy un peor amigo. y Dokyeom solo sigue observando a Minghao y debería sentir felicidad por mi amigo pero no puedo.

me duele. pero hace odiarme a mí mismo y el ciclo continua haciéndome frustrar más.

"¡le gusto, Jun! ¡le gusto!" llego Minghao un día a la hora del recreo. sonriéndome que hacia doler mi pecho.

"¡te lo dije! ¡era obvio!" reí con él. solo para llorar sobre mi almohada esa noche.