Capítulo 4

94 8 2
                                    

Estaba acostada en el sofá con la cabeza sobre las piernas de Josh. Después de cambiarme—me había colocado unos pantalones de pijama a cuadros y una camisa de algodón manga larga, blanca—nos habíamos sentado en el sofá a ver The Lucky One y en un momento el sueño estaba pudiendo conmigo Josh me ofreció acostarme en sus piernas y así lo hice. Durante la película me había estado quedando dormida y despertando. Estaba a punto de quedarme dormida cuando Carolina y Valentina entraron de golpe en la habitación. Por alguna extraña razón cerré los ojos de inmediato.

-¡Daya!—dijo Valentina.

-Shhh—escuche decir a Josh.

De verdad se había creído que me había quedado dormida. Sentía algo de pena y una pequeña risa quería escapar de mí. Pero decidí seguir con mi papel cuando Carolina habló.

-¿Qué haces aquí? Kimberly te está buscando como loca.

-¿Nadie le dijo que acompañe a Dayana a la enfermería?—respondió Josh.

-Pues sí, pero la enfermera dijo que habían salido hace casi dos horas de la allí—explicó Valentina.

-Igual aquí la pregunta es ¿qué estás haciendo aquí?—preguntó Carolina.

Sabía que si mis amigas estaban así era porque algo no iba bien. Algo dentro de mí me decía que era sobre Kimberly. Tenía una completa pena con ella, igualmente Josh era su novio y yo había robado unas dos horas de su tiempo. Pero simplemente le había hecho un favor a una amiga, incluso a algo menos que eso, a una compañera.

-Cuidándola. ¿Qué no ves?—dijo Josh con un tono de: es completamente obvio.

-Pues tu novia no está muy feliz y los cotilleos en el internado no ayudan mucho.

-¿Qué están diciendo?

-Hay toda clase de rumores respecto a que nunca hayas vuelto a clase después de llevar a Daya a la enfermería. Creo que te imaginaras que dicen.

-¡Demonios! Dejare a Daya en su cuarto y me iré a hablar con Kim.

Acto seguido me tomó en sus brazos y me llevó hasta mi cuarto. Me dejó delicadamente sobre la cama y me acarició el cabello. Estaba por irse cuando decidí hablar.

-¿Qué están diciendo?—pregunté.

-¿Estuviste despierta todo el rato?—dijo con una sonrisa pícara.

Respondí a su pregunta con una sonrisa inocente y poniéndome un poco roja en las mejillas.

-Eres una niña traviesa, Dayana—se rió y yo también—. Ahora respondiendo a tu pregunta, pues… se suponía que debía llevarte a la enfermería y volver a clase y… no lo hice. Además de eso Kim esta como una desesperada buscándome, dando pie para que la gente piense que no he vuelto por irme a hacer… cosas contigo.

-Oh—el rojo de mis mejillas debía poder brillar en la oscuridad.

-Arreglaré esto. Tranquila. Nos vemos luego, mejórate.

Diciendo esto Josh me dio un beso en la cabeza y salió del cuarto. De verdad podía pensar que Josh no era tan petulante y engreído como me lo había imaginado todas estas semanas. Era un chico muy atento y un gran amigo. Ahora me preocupaban las cosas con Kimberly. Éramos amigas desde que entré aquí, hace 5 años, no quería que la amistad se rompiera por malentendidos. Decidí dormirme para descansar un poco y además pensando en que Carolina y Valentina están afuera pensando que lo estaba.

Cuando me desperté ya eran las 4 de la tarde. Tome una corta ducha y me coloqué algo cómodo. Pensaba ir a comer algo ya que me había saltado el almuerzo por estar durmiendo. Cuando  salí al salón común de la habitación me encontré con mis—terribles—mejores amigas.

-Has despertado—dijo Valentina.

-Sí.

-¿Cómo estas, Daya?—me preguntó Carolina.

-Bien. Con algo de hambre. ¿Me quieren acompañar a la cafetería a comer algo?

-Claro—respondieron al unísono.

Salimos hacía la cafetería. Tome una ensalada de atún y volvimos a la habitación. Stephanie—la única persona con la que compartía todas mis clases de hoy—había traído sus cuadernos para que me pusiera al día con las clases que no había visto. Me senté en mi escritorio y empecé a transcribir. Después de eso hice mis tareas y me puse el pijama. Por extraordinario que sonara, tenía sueño, así que volví a la cama. Tan pronto toque la cama volví a quedarme dormida.

Desperté a las 6 como debía ser, tome un baño, me coloque el uniforme y salí con las chicas a desayunar. El desayuno transcurrió sin ningún sobresalto. Todos en la mesa me preguntaban sobre mi accidente, querían saber qué me había pasado. Les expliqué la situación y luego cada uno se fue a su clase. A primera hora tenía Economía. Me concentré lo más que pude y la clase termino antes de lo pensado. Al salir del salón me encontré cara a cara con Kimberly.

-Hola, Kim—saludé de manera amistosa.

-Tenemos que hablar—dijo ella de forma cortante.

Empezó a caminar y yo la seguí. Caminamos hasta llegar a una gran puerta que nos llevaba a un lindo jardín. En todos mis años aquí nunca lo había visto. Kimberly se detuvo junto a un gran roble.

-¿Qué es lo que te has creído?—me dijo sería.

-¿A qué te refieres?—pregunté.

-¿Quién te crees tú para querer quitarme a mi novio?

-¿Qué?

Su pregunta me cogía completamente fuera de base. Yo no trataba de quitarle a nadie, simplemente Josh me había hecho un favor ayer.

-¿Crees que no he escuchado lo que comentan?—su voz estaba llena de ira.

-Son rumores, Kimberly. ¿Qué Josh no ha hablado contigo?

-¿Y crees que le creo algo? Josh no es un santo y yo lo sé pero no pienso dejar que me lo quites, Dayana.

-¡Por el amor de Dios, Kim! Soy tu amiga, nunca te haría algo así.

-Eras mi amiga, Dayana. Eras. Solo te diré algo, mantente alejada de Josh. No te quiero cerca de él.

-¿A ti qué te pasa?  Yo me junto con quien yo quiera y no pienso dejar a un amigo porque su novia es una celosa.

-Te digo que te alejes. No voy a permitir que pase nada entre tú y él. Si ayer no pasó nada no va a pasar ahora y si pasó… no dejaré que se repita.

Dicho eso Kimberly salió disparada del lugar. ¿Qué diablos le pasaba? No pensaba meterme con Josh, simplemente era un gran amigo que me había acompañado ayer. Pero si esto era lo que ella quería yo no se la iba a poner fácil, no iba a perder amigos por los celos irracionales de ella.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 09, 2014 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

El amor NO se elige ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora