Capítulo 3 - Quiero escucharte

6.3K 672 108
                                    

Recuerdo mis primeras impresiones sobre él. Era muy fuerte y nos había salvado a Eren, Armin y a mí. Pero no podía explicarme el motivo por el cual le dio esa golpiza a Eren en el juicio luego de obtener la victoria gracias a Eren mismo.

Juré vengarme, no me importó que se tratase de mi Capitán o el soldado más fuerte de la humanidad. Había lastimado a Eren y él, junto a Armin, eran lo más preciado que tenía.

Sin embargo, el Capitán fue el único que se atrevió a ayudarme cuando, como una maldita impulsiva, fui en su rescate cuando Annie se lo llevaba por el bosque. Sin mencionar que Levi terminó salvándome también a mí.

En ese momento, no podía pensar en nada más que no fuese salvar a Eren, tampoco podía ser consciente de que no podría ganarle a Annie, no estando sola.

Fue muy vergonzoso recordar cómo le echaba en cara al Capitán no haber protegido a Eren, cuando acababa de salvarme la vida y estaba a punto de salvar la de Eren.

Podría decir que comencé a respetarlo, pero no quería darle la razón a Hanji cuando me explicaba como Levi salvó a Eren de la Policía Militar cuando lo golpeó en la corté y logró "quedárselo". En mi opinión, no había manera de justificar aquello.

Y aunque no quisiera, huyendo de la Policía Militar Central, no tenía otra opción más que confiar en él.

—Cuando vivía con mi familia—me contaba Sasha—, tardé mucho tiempo en valorar la carga de mi padre. Todas nuestras vidas estaban sobre sus hombros. ¿Te imaginas lo que debe ser para el Capitán Levi, Hanji y Erwin esta situación?

—¿Qué clase de esperanza para la humanidad es esta?—escuché decir a Jean, refiriéndose a Eren. Decidí ignorarlo, sosteniendo las últimas palabras de Sasha.

Al cabo de unos minutos, todos entramos al establo que utilizábamos como refugio. Jean estaba muy tenso, decía sentirse inútil.

—Capitán, déjeme ayudarlo con sus heridas—imploró Jean, cuando se percató de los vendajes de Levi.

—No, puedo hacerlo solo. Tus compañeros necesitan que los protejas. Ve a hacer guardia.

Pude oír su conversación desde mi posición. Yo no necesitaba que nadie me protegiera, mucho menos Jean.

—Capitán Levi, déjeme cambiar sus vendajes—dije acercándome a él. Me senté a su lado y no recibí ninguna respuesta.

Levi estaba recostado en un pequeño sillón. Los vendajes de su talón eran mi responsabilidad; él no se hubiera lastimado si no fuese por mi culpa. Quizás no se negó a mi ayuda porque percibía mi culpabilidad.

—Puede oler mal, Mikasa. Déjalo si quieres.

—No, no está infectado.

Eso había sido asqueroso.

No parecía guardar rencor contra mí, eso quería creer. Él era respetable y no se gastaría en una soldado novata que no conocía de nada.

—¿Cómo están tus compañeros? Parecían nerviosos—dijo por primera vez, mientras yo intentaba recordar las clases de primeros auxilios durante el entrenamiento.

—Lo están. No se unieron para combatir contra personas.

—¿No se unieron? ¿Y por qué no "No nos unimos"? ¿Para que te uniste tú?—preguntó el Capitán, arreglando las almohadas viejas que encontramos donde descansaba.

—Yo sólo quería proteger a mis amigos.

—¿Hace mucho conoces a Eren?

—Desde niña.

—¿Tienes hermanos?

—No.

—¿Tus padres? ¿Aún viven?

—Tampoco.

—Cuéntame entonces.

No creí que al Capitán le gustara hablar. No me molestó, pero no era lo que esperaba.

Estaba esperando una respuesta, entonces proseguí. Tuve que contarle cómo asesinaron a mis padres y como Grisha y Carla Jaeger me recibieron en su hogar para que el Capitán pudiera entender todo. Cerraba sus ojos cuando presionaba sus heridas con alcohol, soportando muy bien el ardor, sin expresar en lo más mínimo su incomodidad. Aún así, escuchó cada palabra de mi historia. Cuando acabé, dijo que lo sentía mucho; le creí. Luego continuó haciéndome preguntas más triviales, tales como "¿cuántas horas entrenas por día?".

Casi terminaba, pero no podía recordar cómo ayudar a que su maldita herida se secara. El Capitán ahora guardaba silencio y observaba lo que hacía, esperando a que terminara. Era difícil deducir si estaba impaciente o simplemente quería mirar. Sin embargo, no le preguntaría cómo proseguir, sería muy vergonzoso ser regañada por él, así que debía hacer tiempo.

—¿Y usted?—no fue lo mejor que pude haber dicho, pero no me importaba demasiado.

—¿Yo que?—preguntó Levi algo confundido.

—... ¿Por qué se unió al Ejército?—fue lo primero que se me ocurrió.

—Oh—no tardó tanto en responder, pero siempre mantenía la conversación espontaneamente—. Quería asesinar a Erwin, pero fallé.

¿Debía reírme? Levi no parecía estar bromeando pero su actitud era extraña. Ya no parecía tener todo controlado.

—No lo divulgues, puede mal interpretarse.

—¿Cómo se malinterpreta eso?

Acaba de decir que quiso asesinar al Comandate, ¿qué explicación lógica podía tener? Levi no respondió.

—Es con eso...—dijo señalando una botella con antibiótico azul sobre el borde del sillón. Al parecer había notado hace mucho que sólo estaba haciendo tiempo porque no sabía qué hacer. De todos modos, no me regañó como pensé que lo haría.

—¿Tiene familia?—hace mucho que no me pasaba esto, no saber porqué carajo digo ciertas cosas. Además, ya estaba terminando, no era necesario.

—No, con eso me refería a que fallé en matar a Erwin.

—¿A qué te refieres?

—A nada, no te incumbe—respondió levantándose levemente, quedando sentado.

¿Por qué debía preguntar? Si no era algo que me interesara realmente.

—Lo siento, creí que...—《que también podría preguntarte》terminé la frase en mi cabeza.

—Tú eres mi subordinada, es normal que quiera saber sobre ti —algo era diferente, no podía creerle.

Pero no tenía caso insistir. Yo no le importaba a él, Levi no me interesaba a mí y ya casi terminaba con su tobillo lesionado.

—¿Alguna vez habló sobre ello?—fue la primera vez que me llamé tonta a mí misma.

—... No.—Se veía sorprendido, a su manera. No tardó en volver a su indiferente semblante—. Gracias, Mikasa—dijo cuando terminé de atar sus vendajes.

—Está bien, Capitán.—dije antes de volver con mis amigos. No estaban muy lejos, pero sí en sus propias conversaciones.

También recuerdo que, días más tarde, nuestra situación empeoró y nuestro plan de un falso secuestro de Eren e Historia también fracasó. No sabíamos donde estaban y tampoco era la primera vez que sucedía. En medio de mi preocupación, no podía dejar de recordar y confirmar, que sí me interesaba conocer la historia del Capitán Levi.

Linaje Ackerman [RivaMika]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora