Linaje Ackerman [RivaMika]

Capítulo 6 - Solos

Un mes había transcurrido desde su primera y última noche durmiendo juntos en la misma habitación, pues con descaro, habían desobedecido las normas de convivencia... Sin embargo, el rumor de la relación del Capitán con la joven Ackerman era un secreto a voces.

A pesar de haber reemplazado a líder, la monarquía continuaba viéndose igual de estúpida, cuando dos simples soldados hacían de las suyas y ningún superior lograba hacer algo al respecto, pues la descendencia ya estaba asegurada, siempre y cuando nadie interviniera; ya lo habían comprendido.

Aún así, no estaban exentos de miradas, no mientras inspeccionaban las afueras de la zona segura, los restos del muro María, exterminado a cada titán que osara entrometerse en su camino de limpieza.

—Iré con el grupo de Armin...—dijo Mikasa sin mirar a Levi, el cual se encontraba delante de ella, liderando la misión. Todos montaban sus caballos designados.

—Está bien.

Sin expresión alguna que los delatase, Mikasa volteó su caballo, dispuesta a separarse de él, cuando éste volvió a captar su atención.

—Esperame en la cabaña del sureste, dentro de una hora, ¿de acuerdo?

—De acuerdo—respondió Mikasa, con un tono de voz muy suave, demasiado para lo que intentaba disimular.

Desde su primera noche juntos, luego de aquellos besos y arrebatos apasionados e interrumpidos, nada había cambiado en su trato, bastante indiferente en público. Constantemente eran rodeados por intrusos que sólo buscaban burlarse de ellos o tener un chisme que contar; tales como su diferencia de edades, incluso de estatura.

Sin embargo y pese a sus personalidades distantes, ambos lograban comprender la anormalidad de su relación, pues insistían en casi no hablar, ¡desde hacía un mes! Entonces, una cita a solas podía ser más intensa que cualquier otra, aún más cuando los dos se complementaban por completo y condescendían en esa extraña actitud a la cual pretendían llamar "relación amorosa".

La hora pactada llegó y Mikasa se encontró lista con anterioridad, entonces lo único que Levi tuvo que decir cuando la vio en la puerta, fue:

—Aquí no—dijo Levi, señalando la parte trasera de su caballo, indicándole que fuesen juntos.

Emprendieron su viaje, alejándose cada vez más del muro Rose. La muchacha no temió de los titanes ni por un segundo, mucho menos teniendo al Capitán como su guía.

El camino se volvía cada vez más floreado y utópico, demasiado increíble si se conocía la historia de destrucción por aquella zona.

—Algo cursi, ¿no?—dijo Mikasa casi riendo, cuando Levi convertía su paso a uno más lento, llegando a un lago pequeño.

—Eso creo. Veo que preferías los establos con mierda de caballos.

Sabía que Levi había logrado percibir ese diminuto sonido al que llamaban risa.

El mayor bajó primero del caballo y extendió sus manos hacia la chica, quien aceptó gustosa por primera vez, una acción caballerosa hacia su persona.

Tomó su mano izquierda y la guió hacia la orilla del lago, sin mirar su rostro. Una vez en el lugar deseado, extendió un pequeño mantel sobre el césped. Todo le parecía sorprendente a la chica, quien nunca había logrado imaginarse al capitán teniendo una iniciativa tan ¿dulce?

—La primae noctis fue un mito, Levi, no tienes de qué preocuparte—dijo Mikasa mientras se sentaba a su lado, intentando molestarlo, sin dejar pasar desapercibido su meloso gesto.

—Bien, sabes leer—respondió con seriedad a diferencia de la chica—; me sorprende que lo sepas con esa insinuación tuya, mocosa—concluyó sonriendo, aunque esa frase de "primero aprende a leer antes de entregar el..." le recordó lo mayor que Levi era.