Linaje Ackerman [RivaMika]

Capítulo 4 - Él también sonríe

Seguía sin poder dormir, no estaba segura si Levi dormía, entonces, mi noche de recuerdos continuó.

Hanji acababa de terminar con sus experimentos con Eren. Esa cuatro ojos se había pasado de nuevo, hasta el punto de desfigurar el rostro de Eren.

Desde mi posición, escuchaba cómo buscaban de nuevo a Eren; se había escondido. Buscarían a Armin y, como último recurso, vendrían a mí. Me encontraba en el patio trasero de nuestro cuartel actual, estaba algo abandonado pero repleto de maduros rapónchigos. Esa imagen podía asustarlos, sé que no se acercaron a mí de inmediato por esa razón.

—¿Qué haces ahí, Mikasa?—habían llegado. Hanji se acercaba animada hacia mi dirección, seguida por el Capitán Levi; eso quería decir que en verdad necesitaban a Eren.

—Nada.

—Nadie se enojará si tomas algunas flores para ti. Esa es una ventaja de ser mi amiga, Mikasa—Levi parecía estar perdiendo la paciencia mientras la oía—. ¿Te recuerdan algún pretendiente?

—Claro que no.

—¿Entonces?—preguntó sonriente. No podía negarme, tampoco sabía cómo tratar con alguien tan alegre y amable.

—El Capitán está esperando—intenté ir al grano, pero Levi no respondió, sólo me miró enarcado una ceja.

Hanji se acercó aún más y me rodeó los hombros con su brazo derecho, respondió susurrando a mi oído.

—Siempre tiene cara de culo, así que, si todavía está esperando y no nos manda al carajo, es porque él también quiere saber.

—¿QUÉ?—Pregunté elevando un poco la voz.

—Además, ya escuchó que no tienes pretendientes—concluyó riendo en voz alta.

No pude evitar voltearme a verificar su expresión. Levi no nos miraba, se mostraba paciente, observando cualquier cosa en otra dirección. ¿Hanji tenía razón? Sin embargo, no tenía sentido que al Capitán le interesara.

—Dime, dime.

—Mi papá nos traía estas flores a mi mamá y a mí—respondí cansada.

—¿Por qué Eren no está con los demás, Mikasa?—preguntó Levi acercándose a nosotras, y así pude confirmar que no nos estaba oyendo... Algo dentro de mí no quería reconocer que me hubiera gustado que él también supiera del recuerdo de mi padre.

—Dijo estar cansado la última vez que lo vi.

—Ve por él, por favor.

Asentí y comencé a caminar con dirección a su habitación en mente. Estaba distraída, pensando en que, junto a aquella vez qué curé al Capitán, habían sido la primera vez que hablé de mis padres desde que murieron. Sumida en mis pensamientos, no me percaté del Capitán y Hanji detrás de mí, acompañándome rumbo al cuarto de Eren.

Toqué su puerta, pero no hubo respuesta. Decidí abrir y verificar que estuviese durmiendo, pero no fue así. Estaba despierto, recostado y ahora muy enojado.

—¿Quién te dijo que podías pasar?

—Lo... Lo siento, Eren.

—¿Qué quieres?

—El Capitán Levi y Hanji te necesitan, me pidieron que viniera a buscarte—jamás entré en su habitación, me mantuvé al margen de la puerta.

—¿No sabías que no quería ir de nuevo? Mikasa, qué pesada. ¿Les dijiste donde estoy, verdad? ¿Por qué jodes? Una mentira hubiera sido suficiente.