Capitulo III: Carlos

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20 de febrero:

-¡Carlos! ¡Mira que guapa estoy! ¡Soy una princesa! ¡Carlos levanta! -canturreo mi hermana saltando en la cama. Bonita forma de levantarse.

-Lucía, sólo son las... -miré el reloj de la mesilla -...las 10 de la mañana... Déjame dormir...

-¡No! Tenemos que ir a la feria y comer muuucho algodón de azúcar -se tiró encima mío -¡Levanta!

-Calla... -me tapé la cabeza con la almohada.

-¡Por favor!

-Vas a ir con mamá, ¿por qué me tengo que levantar yo?

-Porque dice que como también tiene que llevarte a ti, hasta que no te despiertes no nos vamos. ¡Y yo quiero ir ya!

-Vale... Ya voy... Pero fuera.

-¡No! Seguro que sigues durmiendo... Me quedo aquí hasta que estés vestido -me dijo sentándose en la cama y mirándome con sus ojillos.

-No, tengo que cambiarme, largo de mi cuatro -negó con la cabeza.

-Cámbiate en el baño.

-¡Mamá! ¡Dile a Lucía que baje! ¡No me deja en paz!

-¡Lu ven, que no has desayunado! -gritó mi madre.

-Chivato -y se fue enfurruñada.

Me preparé y bajé. Nos metimos en el coche y tardamos media hora en llegar a la feria. Me despedí de mi madre y hermana, y le dije que volvería a casa en guagua. Fui al kiosco al lado de la noria, donde se suponen que deberían estar todos.

-¡Carlos! ¡Aquí! -gritó Sergio.

-¡¿Qué tal?! -grité al llegar. La música estaba a tope.

-¡Aquí, llevando las bebidas a los demás! ¡¿Quieres algo?!

-¡No gracias! ¡¿Dónde están todos?!

-¡Allí! -me señaló como pudo. Fui y me encontré con Óscar, Rubén y los demás. Me acerqué a Óscar.

-¡¿Qué hace este aquí?!

-¡¿Qué más da?! ¡Tú chica no volvió a parecer por allí, pueden dejarlo ya! ¡Por cierto, te presento a Sara!

-¡Hola! -me saludó. Era una chica rubia, de ojos verdes, bastante guapa. Iba disfrazada de enfermera, típico disfraz de....

-¡Hola! -le di dos besos. Apestaba alcohol.

-¡Carlos! ¡¿Qué ha sido de ti esta semana?! ¡¿Dónde has estado?! -Rubén... Una mirada vale más que mil palabra -¡No jodas! ¡¿Aún estás así por ella?!

-¡¿Por quién?! -preguntó la cotilla de la novia de Óscar.

-¡Una niña pija! ¡Mira ahí esta! ¡La que va de gata! ¡Esta tremenda!

-¡Déjala en paz! ¡Ni te acerques a ella si no quieres que te vuelva a partir esa cara de idiota que tienes!

-¡Oh que miedo! ¡Ya te mandaré una foto cuando este...!

-¡Carlos! -Óscar me paró.

-¡Me largo! -dije.

-¡Pero si acabas de llegar! -dijo Sara -¡¿Están así por esa pija de ahí?! -señaló a Ana -¡Si yo la conozco! ¡An...!

-¡Calla! -la interrumpí, Óscar me miró mal -¡Me largo! -repetí

Me marché de la feria y llegué a casa en guagua. Ellas aún no habían llegado, y no me extrañaba. En estos días no había conseguido olvidarme de ella. No quería ir a entrenar por medio a encontrármela, aunque no apareció. Encima hoy, nos la teníamos que encontrar, así vestida... Estaba... Ahora si que no podré quitármela de la cabeza. Se la veía feliz, seguramente ya se habrá olvidado de mi.

-¡¿A qué es muy bonito mi pecesito?! ¡Y mi vaca!

-Y el algodón de azúcar que llevas por toda la cara -le dije.

-¡Carlos! -se tiró sobre mi y me abrazó.

-¿Qué haces aquí ya? -preguntó mi madre.

-Me aburrí y me vine ¿y todo esto? Señale a los tres peluches de mi hermana y su pez.

-Le tocó, el perro, el oso, la vaca y el pez.

-Mira -interrumpió Lucía -se llaman: Lula, -el perro rosa -Nemo, -el pez -Blanquita, -la vaca - y este, -cogió al oso y lo abrazó -¡Carlos! -miré a mi madre.

-Dijo que le recordaba a ti cuando lo abrazaba...

-Bueno... ¿Y que tal en la feria? A parte de dejar todos los puestos sin peluches.

-¡Me monté en todo! Mami no quería, pero nos encontramos con Claudia y sus padres y me subí con ellos mientras su padre y mami esperaban abajo.

-No aguanto a ese hombre -se tiró en el sillón -sólo habla de lo perfecta y guapa que es su hija... Bueno, ¿vemos una peli?

-¡Si! -dijo Lucía saltando en el sillón

-Yo...

-Porfa Carlos... -se tumbó en mis rodillas.

-Vale... Pero me niego a ver otra de dibujos horrorosa.

-Frozen es una peli preciosa -se quejó mi hermana.

-¿Y cuál vemos? Yo voto por...

-Ninguna de Marvel mamá.

-Bueno, pues... ¿Harry Potter?

-Los Juegos del Hambre

-Esa aún no la puede ver tu hermana.

-¿Pero Iroman 3 si?

-Ella no la vio.

-¡Harry Potter! -interrumpió Lucía.

-Lu ha hablado.

-Voy a hacer cotufas -me levanté.

-¡Si! ¡Cotufas! -gritó Luci.

-Para de gritar... Me duele horrores la cabeza... -se quejó mi madre.

Llegué a la cocina y puse a hacer las cotufas mientras revisaba el móvil. Sergio me había enviado un mensaje de que Rubén no venía mañana, mejor. Las puse en un bol y me fui a sentarme en el sillón. Luci se acomodó encima mío, y a mitad de la peli ya estaba fundida. Cuando término la subí a su cuarto. Mi madre la cambio y la acostó. Me quite la camisa y me acosté tal cual. Estaba agotado. Primer día de carnavales: horrible.

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