Capitulo III: Ana

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20 de febrero:

Sábado, por fin. Terminan las clases, empiezan los carnavales. Adoro esta fiesta: el ambiente de la ciudad, disfrazarse, estar por ahí con los amigos... Tenía todo preparado, pero después de lo de Carlos... Bueno... Me entró un pequeño bajón. El martes no fui a clase, me desperté con una migraña horrorosa, y me quedé en casa, con los ojos hinchados, tumbada en el sillón, recordándome una y otra vez lo imbécil que he sido al creer en alguna posibilidad con aquel chico; el miércoles estaba un poco mejor, pero no mucho. Fui a clase, pero nada más entrar, me atrivillaron a preguntas; ya el jueves me había recuperado bastante. Pensaba, que el que salía perdiendo era él, por dejar escapar a una chica como yo. Después de clase Patri me acompañó a casa, intentando que le contará lo que me pasaba, y al final cedí. Se me escaparon un par de lágrimas, y toda la tarde me estuvo animando; el viernes les dije a todos que mañana -hoy- no me aprecia salir, y a la fuerza me obligaron, diciéndome que era lo mejor para olvidarme de todo. Y aquí estoy, frente al espejo, dándole los últimos retoques a mi disfraz de gata. Oigo el timbre de la puerta, a mi madre abriendo y ofreciendo chocolate. Antes de que puedan contestar, ya estoy abajo despidiéndome de mis padres. Cierro la puerta oyendo de fondo a mi padre gritar que vuelva a las 11 como muy tarde.

-Ños Ana, estas espectacular -me dice Diego cuando ya estamos rumbo a la feria.

-Gracias, ¡la verdad es que están todos del 10!

-Van las dos -dijo Juan refiriéndose a Patri y a mi -muy sexis. Vaya parejita, gato y conejo -nos reímos.

-Calla Juan. Por cierto, ¿y Sara? -pregunte extrañada.

-Se fue con su novio y los amigos de este, dejándonos tirados - respondió Diego.

-Esta dando un cambio... -dijo Patri.

-La vimos antes, e iba muy fresca. Se va a buscar problemas -habló Juan muy serio.

-Bueno, que haga lo que le de la gana, ya lleva tiempo rara, pasemos. ¿Quién se apunta a la feria? -respondí.

Nos pasamos el resto de la tarde en la feria, riendo, bailando, comiendo... Cuando eran aproximadamente las diez y media nos despedimos y quedamos en hablar para vernos mañana. Primer día de carnavales: perfecto.

Al llegar a mi casa, subí a mi cuarto a ponerme cómoda, y bajé a ver un rato la televisión. Empecé a zapear, pero al rato me cansé. Sólo habían noticias, tele tienda o series de risa boba. Fui a la librería y cogí un libro al azar: La elegancia del erizo. Me volví a echar en el sillón. Mis ojos empezaron a pesarme, estaba a punto de dormir cuando mi móvil pitó.

SARA: "¡Ana! Siento no haber estado con ustedes hoy :( ¿Te apetece venirte mañana por la tarde conmigo y unos amigos? ¡Dicelo a los demás! Besos xxx"

TÚ: "¡Claro! Se lo digo a los chicos, pero conmigo cuenta ;) ¡Nos vemos mañana! xoxo"

Me gustó la sorpresa del mensaje de Sara, hoy la eché de menos. Mañana por la mañana era el carnaval de día, y había quedado con los chicos a las 10 en la estación para ir al centro, se los diría ahí a ver que opinaban y por la tarde iría con Sara, yo al menos. Guardé el libro y me subí a mi cuarto con Calcetines en brazos. Desde arriba oí las llaves y a mi madre mandando a callar a mi padre, podría haber llegado a la 1 que no se habrían enterado. Me tumbé en la cama y quedé dormida en pocos minutos.

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