3

23 5 0
                                    


Siempre se despierta queriendo volver a estar dormida, siempre se despierta preguntándose porqué lo hizo. A Alisha le gustaría quedarse en su cama todo el día contemplando el color grisáceo de las paredes y la cálida sensación de sus sabanas. A ella le gustaría no tener que salir y ver el mundo. Le gustaría no tener que ver nada nunca.

A MisticBoy le agradaría mucho ver su cabello alborotado a media luz cuando despierta, y que se revuelva en la cama igual que él; le gustaría saber que sonríe frente al espejo cuando se mira y que tararea una bella canción cuando se ducha. Pero sabe que eso no sucede. Ha sido testigo desde que quiso decirle de que la chica tiene una rutina bastante diferente que consiste en maldecir cuando abre los ojos, correr a por su ropa para vestirse, cepillarse los dientes y trotar para alcanzar el autobús a la vez que mete todas sus cosas en una mochila. Le ha preguntado muchas veces si tiene un despertador, pero a la chica al parecer no le interesa levantarse temprano, y eso es lo que realmente sucede. Se baña cuando regresa, con agua helada que despierta a todos sus músculos agarrotados. Vuelve a cepillarse los dientes y se deja caer. Simplemente se deja caer.

Le ha preguntado qué desayunó, merendó, almorzó, o cenó tantas veces que no puede recodarlas una por una. Pero realmente no interesa, lo que le interesa es que todas esas veces, AllBlack no haya sabido responderle. Y lo puede ver en sus ojos, ni siquiera ha probado bocado, y tiene hambre, mucha hambre. La tiene de vivir, de salir a buscarse, de encontrar un lugar del que no quiera irse. Y puede que lo niegue a más no poder, pero es inevitable no darse cuenta de que quiere sonreír, de que AllBlack necesita un motivo para poder ser feliz. A MisticBoy le gustaría poder ser ese motivo, pero no puede, por sencillas y obvias razones que ni él mismo puede comprender. Porque necesita estar solo y porque lo merece. Porque no quiere herir a nadie más y mucho menos a esta chica a la que ha entregado su corazón en cada palabra escrita por sus dedos, en cada choque neurótico que le ha hecho recordar, que en algún lugar, en algún momento, se topará con esos increíbles ojos marrón en los que sin detenerse, puede llegar a donde quiera.

Ella llega a sus clases vestida con la misma camiseta de terciopelo negro que llevó el día anterior y con la cabeza nublada por humo de cigarro. Se sienta en la mitad, como siempre lo ha hecho y aunque el maestro aún no ha llegado empieza a escribir. Escribe lo que ve: sillas vacías, una chica que habla por teléfono, el tablero trancado de palabras y el grupo de los que han ido a fiestas la noche anterior, que no saben si hablar de lo buena que estuvo o de lo mal que han quedado. Se pregunta el sentido de ir a aquellas reuniones, y termina por concluir que no le ve ninguno.

Escribe la fecha y espera con calma mirando con detenimiento a aquellos que la observan disimuladamente. Esta bastante acostumbrada a este tipo de cosas, a las burlas, los dedos que apuntan y los insultos que no alcanzan. Esta bastante acostumbrada a ser ella.

"He intentado buscarte en cada rincón,

Pero ¿cómo encontrar algo que no conoces?

He corrido por parques y almacenes

Sin siquiera imaginarte,

Y he llamado misterio a algo que ya resolví.

Estas hecho para no encontrarte,

Te has perdido sin intención de ser buscado.

Te coronas fanático de tu propio universo,

Y buscas refugio en mi galaxia cercana.

Puedes correr a donde quieras ahora,

Que la brisa del sentido no será mas mi aliada

Puedes girar en las calles sin verme en la esquina,

Porque me he resignado a encontrar lo inescrutable.

Porque buscándote yo, me perdí en tu "no me olvides",

Porque intentando olvidarte he logrado recordarte.

Porque te cierras a mí cuando pierdo la intención de irme,

Y me das la razón cuando gano una ilusión."


-AllBlack.

BLOGGER.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora