Dear, x.
Debo recordar que no me perteneces,
que nuestra relación ya es otra,
que tus labios y los míos ya no deben juntarse,
que ya hay alguien mas en tu vida,
que yo te aleje,
que estas mejor sin mi.
Y sobre todo,
debo evitar mirarte directamente a los ojos
pues temo que descubras
lo que mis labios han callado.
Todos sabemos que el rechazo causa pavor,
y en especial si tú eres el verdugo.