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Hi lectores, el capítulo final aún no está terminado, decidí partirlo en 2 ya que no estoy segura cuando podre terminarlo, finales de la universidad consumen mi tiempo, gracias a los que se quedaron hasta este punto, significa mucho para mi y lo siento si los canso la dark vibe de la historia, gracias también por comentar, votar y recomendar.


Tranquilidad es una palabra que ha dejado de tener sentido en mi cabeza, su presencia parece lejana, casi irreal. Yo espero en las sombras, la siguiente visita de la noche, noche que parece eterna.

Una leve y sutil brisa me hizo abrir los ojos, las ventanas estaban cerradas entonces supe que era hora, busqué en la oscuridad alguna astuta silueta.

No había duda, alguien estaba mirándome en alguna parte de la habitación, siento incluso como se acerca con lentitud, cuando está lo suficientemente cerca alcanzo a distinguir sus rasgos, sonrió, sabía que ella vendría.

-Jeongyeon –pronuncie en un susurro- has tardado un poco

-Es difícil Nayeon, es difícil sabiendo cómo eres –ella estaba tranquila y con una mirada serena, ojos amables, juguetones, llenos de luz

-Entonces ¿descubriste a qué has venido?

-El deseo de mi corazón solo es uno... pero tengo un presentimiento escalofriante

-Me conoces –le sonreí conmovida

-Antes de que me lo confirmes... -se acercó a la cama con lentitud y elegancia parte de su esencia, sin perder la expresión de curiosidad propia de un niño, acarició las sabanas de ceda, con su atención puesta en el roce, se sentó enfrentándome- Demonios Nayeon tu historia es un desastre, muy confusa, me has hecho pasar un mal rato, hace mucho que no me peleaba con mis propios pensamientos –sus ojos se cristalizaron al final, apartó la vista

-Lo siento –solo pude decir, me abruma saber cuánto les afectaba mi situación a las pocas personas que se preocupan por mi

-Es decir ¿Quién es el malo aquí? ¿Quién es el bueno? No logro entender

-Así es la vida cuando miras desde un punto más alto, no es tan simple, no basta con identificar quién debe ser castigado

-Hay una parte de mi... que necesita encontrar un culpable, Nayeon, no te puedo dejar ir así como así, quiero entender porque te vas

-Jeong, me voy porque es hora de hacerlo

-¡Es tu padre, el culpable de todo esto! ¡Chaeyoung, es una traidora! ¡El rey que carece del sentido de justicia! ¡Tiffany que te dejó llegar a esto en silencio! ¿es mi culpa también? –trato de sonar colérica, pero le fue imposible, esa emoción no está en su ser, en su lugar sollozó al terminar sus palabras, cubrió su boca con la mano- o... de verdad tu eres la villana aquí

-Es difícil saberlo desde mi lugar también –se abalanzo a mi regazo para apagar su llanto en mi hombro, ¿Cuántas personas más tenía que consolar esta noche? ¿Quién me daría consuelo a mí? Su aura de niña se notaba más aún cuando lloraba indefensa en mis brazos

-Nayeonie te puedo sacar de aquí, tengo que intentarlo, tengo que convencerte –sus ojos gritaban súplicas

-No has sido la única que lo intento –le sonreí triste- sigo aquí

-¡Sabes lo que siento por ti!, lo sabes muy bien, también puedes llegar a imaginar lo difícil que va a ser para mí cuando ya no estés, puedo vivir toda una vida sabiendo que no te puedo tener como quiero, pero sabré que estás ahí, podré verte, hablar contigo, es una tortura con la que puedo lidiar, pero si te entregas así como lo estás haciendo, sin protestar, por una cosa tan estúpida como el honor, te voy a odiar y tengo miedo de no poder perdonarte nunca –ella habló como un adulto con el lenguaje corporal de un niño, me hizo sentir como una madre que no puede dejar de consentir a su hijo, la abrace más fuerte y bese su cabeza

-No puedo, Jeong no te puedo condenar con ese odio por el resto de tu vida, sé que eres valiente, tienes coraje para perdonar... eres increíble y estoy segura de que encontraras una persona que borrará todo el dolor que yo pueda dejar, ella te amará con la intensidad que tú haces conmigo, eso será suficiente

-Esas palabras carecen de sentido ahora mismo... lo sabes perfectamente –me miró molesta

-Lo sé y tú sabes que en algún momento cobrarán sentido

-Sí, lo sé –se levantó de la cama y sentí su ausencia como nunca antes, era hora de partir, aprecié su persona con atención, vestía ropas totalmente negras y ligeras de entrenamiento, para camuflarse en las sombras, sus movimientos no hacían ruido, era como el aire, nos miramos por unos segundos más, ella se inclinó a modo de respeto, se quedó estática para después arrodillarse, alcanzó mi mano y la beso dejando unas lágrimas en ella

-Eres muy estúpida, te amo –se levantó, evitó mi mirada, mi mano dejó ir la suya con lentitud, con miedo a dejarla irse y también con miedo a alentarla a quedarse, pero fue lo último que dijo para después desaparecer tan rápido como llegó

-Te amo –le dije a la habitación ya vacía, deje salir las lágrimas que retuve todo ese tiempo, Jeongyeon era mi mejor amiga, mi hermana, me obligue a ser fuerte por ella

Mi llanto salió desconsolado, incontrolable, se sentía como si jamás fuera a parar, después todos mis sentidos comenzaron a desvanecerse, mi vista se nublo y las fuerzas se me fueron entre los dedos, un sonido sordo se instaló en mis oídos, deje de entender mis pensamientos, me desmaye, mi cuerpo no podía más con el dolor, prefirió desconectarse, huir de mi consciencia, yo se lo agradecí también necesitaba un descanso, era mejor ser torturada físicamente como lo hacían con los condenados comunes, algo que distrajera el dolor interno

No sé cuántos minutos u horas pasé en ese estado, pero sentí una mano suave acariciando mi frente que me despertó, mis sentidos aún torpes alcanzaron a reconocer de quién era la mano amable, luche contra la fatiga para poder abrir los ojos y mirar aquella persona que yacía conmigo en la cama, el eye smile de mamá nunca fue tan hermoso como ahora, respiraba apacible como una noche cualquiera, bese sus dedos y logre enfocar un poco más, en sus piernas descansaba el gato gris de ojos amarillos -él te cuidará mamá- pensé con alivio, suspiré una vez más, me rendí a la fatiga ya tranquila, ahora que estaba con la tercera y última visita que espere.

Cuando abrí los ojos, el sol ya iluminaba los objetos de la habitación, estiré mi cuerpo como en una mañana normal

Jessica estaba sentada enfrente de la cama, mirándome con la misma expresión indescifrable que la caracterizaba, no había rastro de mi madre o del gato que le hacía escolta

-Hay demasiado sufrimiento a tu alrededor... todo se siente fuera de lugar –su voz era suave contrastando su fría presencia, me recordó a Mina, me estremecí ante sus palabras

-No entiendo –dije incorporándome para mirarla

-Esto no debería estar pasando, se siente incómodo, a comparación de tantos juicios injustos que he presenciado, tú en particular... tú muriendo, es algo que no puedo imaginar

-¿Harás algo al respecto? –la cuestione

-No –su voz sonó demasiado vacía y fría- no tengo el poder para detenerlo, pero tu sí –se levantó indicándome que nuestra conversación había terminado, dejándome evidentemente confundida, era tan diferente a Chaeyoung

Psicología de un monstruoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora