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Dave me había llevado a un restaurante precioso, la verdad que me empezaba a alegrar de haber dejado a Pelayo y Lauren que me arreglaran, porque me hubiera sentido un poco pequeña en este sitio con mis vaqueros viejos y mi camiseta favorita de Nirvana.

- Así que no tienes hermanos -dijo él siguiendo la conversación- ¿no es aburrido?

- Para nada -dije riendo- la verdad que es la típica pregunta que hace la gente con muchos hermanos, pero realmente mi infancia fue bastante divertida

- Seguro que eras la típica que hacía muchas bromas y nunca la castigaban porque parecía un ángel

- Bingo -dije riendo aún más- la verdad que era un poco inquieta y nunca podía estar por mucho tiempo en el mismo sitio haciendo siempre lo mismo.

- ¿Y por eso ahora has dejado de cantar? ¿Porque necesitas cambiar de aires?

- No lo sé, la verdad es que no creo que nunca deje definitivamente mi carrera como cantante, es lo que me da vida -dije recordando a todas las tardes que pasaba de pequeña en casa con mi abuela- pero si, es cierto que siempre me gusta probar cosas nuevas.

- Eso es bueno, tampoco está bien anclarse siempre a lo mismo y no salir de ahí por miedo a lo que pueda pasar.

- Tal cual -dije dándole la razón- Bueno, cuéntame algo de ti, ¿tu familia?

- Bueno, a diferencia de ti yo si tengo hermanos -dijo riendo- dos, concretamente, todos chicos. Así que tal vez mi infancia fuera más agresiva que la tuya con todas las peleas que teníamos.

- ¿Y ahora os lleváis bien?

- Si, la verdad que toda la familia está muy unida, de hecho mi madre me llama prácticamente todas las semanas

- Que tierno -dije sonriendo

- La verdad que es un encanto de mujer, seguro que le caerías bien -al segundo se dio cuenta de lo que había dicho y cambio rápido de tema, con un color rojizo en sus mejillas- ¿y tu familia?

- Bueno -dije aclarándome la garganta- mis padres murieron en un accidente de coche cuando yo tenía 15 años, desde entonces vivía con mi abuela; siempre tuvimos una gran relación y en cierto modo me alegré por poder vivir con ella. Pero era ya bastante mayor, y hace unos años se murió. Así que realmente ahora no tengo familia, pero tampoco es un trauma ni nada por el estilo -dije intentando sonreír, aunque solo me salió una mueca rara.

- Oh, Amy, lo siento muchísimo, de verdad que no era mi intención hacerte recordar todo eso.

- Tranquilo, no pasa nada -dije sonriendo- puede que no tenga familia, pero tengo unos amigos que han pasado a ser mis hermanos, y eso es lo que verdaderamente importa.

- Nunca te dejaré sola, Amy -dijo cogiéndome la mano por encima de la mesa del restaurante- y dime, ¿ya conocías a Lauren y Pelayo, no?

- Si, nos conocimos hace 7 años, en mi cumpleaños de los 16, había invitado a unas amigas del instituto, y me dijeron si podían traer a dos amigos porque sino se iban a quedar solos, o algo así. Y ahí aparecieron Lauren y Pelayo en plena adolescencia -dije riendo- eran adorables, y en seguida nos hicimos amigos.

- O sea que les robaste los amigos a aquella chica -dijo riendo

- No fue así, simplemente empecé a quedar más seguido con sus amigos, pero no se los robé.

- No suena a eso -dijo con una sonrisa burlona- y dime, ¿cuántos años tienes, Amy?

- 23 -dije insegura. Seguro que ahora pensará que soy un bebé y se alejara de mi- sí, ya sé que parezco una adolescente de 18 recién cumplidos -dije imitando a pelayo- pero hago lo que puedo.

- No, para nada lo pareces, todo lo contrario -dijo sorprendido- pensaba que eras mucho más mayor, eres más madura que la gente de tu edad.

- Si, a veces me lo dicen -dije incomoda.

¿Qué se supone que nos está queriendo decir?

Ojalá lo supiera, amiga.

Somos la misma persona, es triste que me consideres tú amiga.

Es una forma de hablar, mujer.

No soy una mujer, soy una voz en tu cabeza.

Haz el favor de callarte.

- ¿Van a querer postre? -dijo el camarero apareciendo de repente.

Gracias buen hombre, me ha salvado la vida de un momento incomodo.

- Yo un café, por favor -dijo Dave- ¿tu quieres algo?

- Si, un café también. Pero sin leche, por favor.

- En seguida se lo traigo -dijo marchándose.

Poco después nos trajeron los cafés y Dave pidió la cuenta, la cual pagamos a medias por mi gran insistencia.

- No sabía que eras tan insistente -dijo riendo al salir del restaurante.

- Acostúmbrate, pero de todas formas no tenías porqué pagar todo

- El que invita paga -dijo sonriendo- y yo te he invitado.

- Pues eso conmigo no funciona -dije mirándole a los ojos- no soy como el resto, y cuanto antes te des cuenta, más fácil te será lidiar conmigo.

- No me supone ningún problema "lidiar" contigo, Amy -dijo haciendo comillas en el aire- es más, me gusta tener que hacerlo. Y ya sé que no eres como el resto, por eso estoy ahora aquí contigo y no con otra persona.

- Gracias, supongo -dije sonriendo tímidamente

- De nada. Por cierto, ¿me das tu número? Digo, por si acaso tengo problemas con el guión y todo eso.

- Oh, claro -me da su móvil y apunto su número- ya está.

Me rodeó con su brazo y empezamos a andar en dirección al estudio, ya que ahí estaban nuestros coches.

Y así íbamos por la calle, abrazados, como una pareja de enamorados, formada por la chica que se prometió no volver a enamorarse y... Y Dave, que resulta indescriptible.

Hasta aquí el nuevo capítulo. Espero que os esté gustando y si así es dejadme un voto por ahí que es gratis!!!
También podéis dejar cualquier tipo de duda/sugerencia en los comentarios, que yo estaré encantada de responder😜💕
Os mando un beso virtual😘

Corazón ilusionado {Dave Franco}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora