13.

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- Tenemos que hablar -me miró directamente a los ojos.

- Dave, tenemos que grabar -dije mirando hacia otro lado- ven conmigo a comer y responderé a todas tus dudas

La verdad es que supongo que Dave se merecía una explicación al fin y al cabo, aunque esto no cambiara nada en mi política de "cada uno por su lado".

Después de grabar, nos fuimos a cambiar y salí, encontrándome a Dave en la puerta esperándome.

- ¿Lista? -dijo sonriéndome

- Claro

Salimos y nos subimos a mi coche. Esta mañana con las prisas se me había olvidado la cartera, así que decidí llevarle a casa.

Aparco en el garaje y me bajo, esperando a que dave hiciera lo mismo para poder subir a casa.

- Me encanta tu casa -dijo con una sonrisa al entrar.

- He de admitir que no es lo mejor que te puedes encontrar aqui -dije riendo- pero supongo que tiene su encanto.

Entré en la cocina para hacer algo de comer, viendo como Dave me seguía.

- Amy -susurró.

- ¿Ensalada de pasta? -dije cambiando de tema.

- Claro, te ayudo.

- Respecto a lo que te dije antes -dije haciendo referencia a lo de James- es verdad.

- Pero -dijo sin entender- ¿cuántos años tenías cuando le conociste?

- 16 -dije sin importancia- llevaba un tiempo sola, y de repente llegó el con su gran optimismo para recordarme que siempre estaría ahí, así que supongo que me enamoré -dije limpiando una lágrima que, sin saberlo, había empezado a caer por mi mejilla- nos hicimos grandes amigos, y cuando se fue de España, porque ahí fue donde grabamos el videoclip -aclaré- seguimos en contacto hasta que volvió dos años después.

- Y así perdiste la virginidad con mi hermano -vi como tensó la mandíbula.

- Yo... -no sabía qué decir. ¿A caso es en serio posible que varios años después me guste el hermano de James?

- No digas nada -dijo cortando el tomate para la ensalada- pasó hace años, tampoco es culpa de nadie ni nada por el estilo, pero... ¿Ayer le besaste? -me miró. Pude ver varios sentimientos, ¿decepción tal vez?

- Sí -bajé la mirada- me llamó cuando iba camino a casa y fuimos a comer juntos. Y de repente me besó, pero me aparté rápido y él se fue.

- Siempre se tiene que meter en medio -dijo Dave con rabia.

- No le culpes -dije rápido- supongo que se dejó llevar. Pero ya hablé con él, todo olvidado.

- Eso espero -dijo acercándose- porque no me haría mucha gracia tener que competir con mi hermano -dijo a centímetros de mis labios.

- ¿Tienes miedo de perder? -dije con una sonrisa.

- No, tengo miedo de su reacción cuando quede por los suelos -dijo haciendo que riera y juntando nuestros labios en un beso.

Cada uno por su lado, definitivo. Nada hará que cambie de opinión.

Déjame.

Comimos entre risas y después decidimos salir a comer un helado.

- ¿Sabes? -me miró mientras andábamos por el parque- me alegro mucho de haberte conocido -dijo sincero- pero por otro lado siento como si no te conociera demasiado.

- ¿A qué te refieres?

- En el accidente, nada más despertar, empezaste a hablarme en español, y yo tan siquiera sabía que lo hablabas -dijo mirando al suelo- desde entonces comprendí que hay muchas cosas de ti que no conozco, y que desde luego me encantaría conocer.

- Habló español porque soy española -sonreí. Me parecía tierno que quisiera saber más sobre mi- toda mi familia lo es, y de hecho, nací allí. Pero cuando cumplí 17 me vine a estudiar aquí el último año porque tenía más oportunidades de lanzar mi carrera.

- Pues yo soy de aquí -dijo sonriendo- y toda la vida he vivido aquí. Sorpresa -dijo haciendo que Riera.

- La verdad es que tienes suerte -suspiré- entre otras cosas me fui porque todo en España me recordaba demasiado a mis padres y necesitaba desconectar de todo eso.

- ¿Y cómo fue tu vida al venirte aquí? Debió ser muy difícil, al venir sola.

- Hombre, fácil realmente no es que fuera -dije sincera- desde la muerte de mis padres me fui a vivir con mi abuela, y todo el dinero que recibía lo guardaba. No me gastaba absolutamente nada, ya que siempre tuve claro que en algún momento tendría que vivir por mi cuenta, al fin y al cabo mi abuela no era inmortal -dije con una sonrisa nostálgica- así que poco después de morir me decidí a irme, y con todo lo que había ahorrado vine hasta aquí, en un piso mucho más pequeño que este dentro de un barrio que no me daba mucha confianza -reí.

- Has sido muy fuerte -dijo de repente sentándose en un banco, gesto que imité- yo no sé qué hubiera hecho en tu lugar.

- Sobrevivir como pudieras -dije simple- la verdad que no me quedaba otra que seguir adelante y supongo que lo hice bien, porque ahora estoy aquí contigo, grabando una película que promete, y siendo feliz.

- Estoy muy orgulloso de ti, Amy -dijo mirándome a los ojos.

- Gracias -dije dándole un beso

Hablar con dave me tranquilizaba. Estar con el me transmitía una sensación de paz y de que todo iba a estar bien que realmente necesitaba, y eso me encantaba. Estaba segura de que hacía lo correcto, de que no me equivocaba, y de que podía confiar plenamente en él, porque no me fallaría.

O eso espero.

Corazón ilusionado {Dave Franco}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora