La Nerd |[Libro #1]|

Capítulo 23.- Desgracia

La tarde en casa de Michael transcurrió bien, estando a lado de Janet y de Blake las cosas no podían salir mejor. Vimos una que otra película, conversamos he hicimos las tareas pendientes. Janet al parecer era lo que necesitaba, reír de las cosas que Blake o yo dijéramos, reía y se animaba a dejar ese sofá en donde se encontraba. Espero que mejore pronto ya que de verdad la extraño en la universidad al igual que los demás.

Mi madre me llamo pidiéndome que regresara a casa, tuve que hacerlo ya que no le pedí permiso para llegar tarde, tuve que despedirme de Janet, Blake y Michael. Blake al poco tiempo también decidió irse a lo cual Michael opto por llevarnos a casa, aceptamos agradecidos y salimos de su apartamento rumbo a su auto.

El camino era platica, risas y comentarios absurdos de él y Blake, al poco tiempo Blake bajo del auto puesto que ya habíamos llegado a su casa, después me comenzó a llevar la mía. Silencio... Todo fue silencio después de pedirme que me fuera al asiento del copiloto, desde allí, ya no ha vuelto a dirigirme la palabra... Me atrevo a mirarlo por algunos segundos, tratando de encontrar palabras para conversar tratando de hacer este tiempo más cortó. Pero no encontraba las palabras que quería, no las había para una situación así... Baje mi mirada a mis zapatos los cuales tenían pequeñas manchas de lodo, lo que odio más, es que la lluvia provoque charcos y esos charcos hagan empapar o humedecer mi ropa.

─ ¿Les dijiste a tus amigos sobre mi presencia con ustedes? ─ Su voz es fría, arrastrada... Tomo una bocanada de aire y lo dejo salir al poco tiempo.

─Solo Blake lo sabe... Los demás mañana lo sabrán...

Asintió una sola vez, su vista estaba fija en la carretera, fija en un solo sendero el cual seguía sin ningún problema. Giró hacia una avenida y condujo un poco más lento. Mi celular comenzó a vibrar lo tome de mi morral y vi el verificador de llamadas. Era Adam...

Colgué la llamada y coloque el celular dentro del morral no tenía ganas de hablar con él, se molesta por lo más mínimo, se molesta simplemente porque no quiero tener ninguna relación por el momento... Se molesta porque no me quiero dejar querer por alguien que no sea mi familia...

─ ¿Por qué has discutido con Hicks?

─... Cosas... Cosas que me vuelven loca...

Me miró rápidamente y yo a él, una sonrisa se dibujó en su rostro y negó un par de veces para regresar su vista a la carretera.

─Nunca me ha agradado ese tipo...

─ ¿Por qué?

─Por el simple hecho de hacerme cambiar...

─No entiendo...

Su mirada era seriedad, su mirada me reflejaba la inseguridad que tenía al hablar, trató de sacar las palabras de su boca pero solo la cerró y no dijo ni una palabra más... ¿Adam? ¿Que tenía que ver él en esto?
Cuando llegamos a mi casa él se estaciono fuera de esta apago el auto y la radio de golpe.

─No estoy listo para hablar de esto Robinsón... ─ me miró ─ decidí enterrar el pasado en el que me vi de la peor manera...

─... Quisiera entender lo que tratas de decirme...

─Y lo entenderás cuando tenga el valor para mirar al pasado... Entra a casa ahora mismo.

─ ¿Es una orden?

─Si, así que entra ahora mismo... Mañana pasare por ti a las siete treinta.

─N-no es necesario yo

─No te niegues... Ahora, entra a casa.

Lo mire con gracia, gracia a su intento de darme órdenes. Abrí la puerta del auto y quite el cinturón de seguridad, baje del auto y cerré la puerta, camine alrededor de este hasta ver a Michael por la ventanilla. Me despedí de él agitando mi mano de un lado a otro hasta que lo vi desaparecer por las calles. Ese tipo es un completo misterio...