Narra Amy
Día lunes por la mañana y aún sigo en mi casa... Nuevamente Michael se ha retrasado un poco, mis padres se han ido al trabajo y Larry acaba de salir por la puerta hace no más de seis minutos. Estoy sentada en los pequeños escalones de pavimento que están fuera de la casa, miro a los autos circular con velocidad y otros con calma, personas caminan por la banqueta y otras con sus diversas bicicletas. Saco mi celular para ver la hora y faltan veinte minutos para que las clases comiencen. Me pongo nerviosa al instante, nunca he llegado tarde a clase y creo que hoy será ese día.
Un auto color negro con cristales polarizados aparece frente a mí frenando de forma brusca, el chirrido de las llantas es insoportable por un momento. Me levanto y avanzo al auto para tomar la manija de la puerta y abrirla rápidamente, Michael lleva su vista al frente, tiene algunos moretones y raspones en su rostro, no son tan notorios.
─ ¿Estas bien? ─ pregunto tratando de hacer que me mire. Su pómulo está un poco rojo hasta la gran parte de su ojo izquierdo, estoy asustada, asustada por saber quién le hizo eso ─ Michael...
─Ponte el cinturón por favor.
─Michael ¿quién te hizo eso?
─ ¡Jesús Amy, cierra la maldita boca y ponte el cinturón ahora mismo!
─...
Abro la boca para decir algo pero la cierro de golpe, bajo la mirada y tomo el cinturón de seguridad para colocármelo, miro hacia al frente y un suspiro brota de mis labios. Por una razón quiero llorar, por una razón quiero bajar del auto y adentrarme a casa a llorar. Enciende el auto y da reversa de forma brusca para comenzar a conducir normal. La velocidad no es tan rápida pero la tensión es incomoda... Frena bruscamente en una esquina, lo miro con enfado debido a su comportamiento. Sus ojos están cerrados, de pronto su frente pega contra el volante mientras maldice en voz baja.
─ ¿Que ha pasado? ─ pregunto nuevamente con voz entrecortada.
─Tuve un problema con Bruno... El cabrón me golpeo... Mi vista se nubla bastante...
─ ¿Quieres que conduzca?
─ ¿Tú conducir? Buen chiste Robinsón.
─ ¿Que sugieres? ¿Estrellarnos y matarnos? Escucha Michael, no sé tú, pero yo aún quiero vivir y no soporto la idea de pensar en matarme por tu maldita culpa.
Él me miraba con asombro, de verdad, no lucia nada bien. Suspiró y llevó la vista al frente, quitó su cinturón de seguridad y abrió la puerta del auto torpemente ¿por qué tuvo que venir en estas condiciones? Quite el cinturón de seguridad y me brinque al asiento del piloto, a broche el cinturón y cerré la puerta de mi lado. Otro portazo se escuchó, ya entro al auto.
─Un solo raspón o rasguño al auto Robinsón... Y te juro, que te arrepentirás.
Rodé los ojos y lo encendí comenzando a conducir, puse en práctica todo lo que mi madre y padre me enseñaron un día, no conducir como una loca, mirar a ambos lados, frenar antes de que la luz roja aparezca, en fin, todo lo que alguien te enseñaría para no provocar ningún accidente. Al llegar a la universidad la chicharra sonó busque rápidamente un lugar de estacionamiento y conduje el auto hasta ese espacio vacío. Bajamos y le entregue las llaves conforme avanzábamos hacia el edificio de la universidad. Los pasillos están vacíos... Llegamos tarde.
Corrimos hasta las escaleras para comenzar a subirlas, llegamos hasta el pasillo donde estaría nuestra aula correspondiente, algunas mujeres iban entrando, creo que no somos los únicos que llegamos tarde. Entramos junto con ellas, creo que nadie se percató de que llegamos. Tome asiento y Michael se sentó detrás de mí como siempre, Taylor me saludo y yo correspondí mientras giraba mi vista hacia Janet, sus ojos están rojos, su nariz estaba del mismo tono.
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La Nerd |[Libro #1]|
Fanfiction*Ganadora del tercer lugar/Categoría Romance/MoonWalkingAwards* "Debemos ser inteligentes para escoger entre el físico o los sentimientos" • Queda rigurosamente prohibida, sin autorización escrita por parte del autor, bajo las sanciones establecida...