El beso seguía, sentía aun su mano recorrer mi rostro con suavidad, ahora, ya no lo sentía desesperado, ahora solo lo sentía relajado así como yo ahora me siento, relajada, tranquila, llena de paz... Podía sentir su respiración entrecortada, su delicioso y dulce aroma que emanaba su ropa y cuello. Sentía sus labios separarse de los míos poco a poco, hasta que deje de sentirlos por completo. Abrí los ojos y lo vi incorporándose en la cama ya hacia un poco encorvado con las manos echas puño frente a sus labios, se levantó al momento que yo me incorpore en la cama, no me miraba, no decía nada, estaba cayado...
─Esto está mal Robinsón ─ musitó con un poco de molestia ─ esto no está bien...
─...
Baje la mirada sintiéndome avergonzada, sintiéndome una completa idiota... -¿Por qué te esmeras tanto en enamorarlo cuando él lo que busca es una mujer bonita?- me regaña la fastidiosa voz de mi cabeza, y creo que por primera vez tiene razón. Algo a mi lado comienza a vibrar, es su celular un reciente modelo que salió hace dos semanas, es grande y por lo visto es una muy buena marca de celular. Lo tomo mirando el verificador de llamadas para entregárselo rápidamente. Lo toma sin siquiera mirarme y responde la llamada.
Me levanto de la cama y camino hasta la puerta de la habitación, al parecer necesita privacidad para responder con seguridad la llamada de esa chica que lo ha llamado... Si, una chica, de nombre Ross, Ross es la chica que ahora está tras de él como lobo siguiendo a su presa... Cierro la puerta y comienzo a caminar con rapidez hasta las escaleras, comienzo a bajarlas y en la sala los veo a todos sentados comiendo emparedados que mi madre al parecer les ha preparado.
─Por fin sales ─ sonrió Hayley ─ ¿qué paso?
─ ¿Podemos ir de compras? ─ pregunto mientras me dirijo a ella, se hace a un lado y me dejo caer en el pequeño lugar que me ha dejado.
─Odias ir de compras ─ Paul ríe seguido por Bridgit, solo esmero una sonrisa mientras me recargo en el hombro de Hayley.
─Claro, si eso te subirá el ánimo podemos ir, Amy ─ respondió Hayley.
Asentí y tome uno de los pocos emparedados que ya quedaban en el enorme plato redondo, estaban partidos en triángulos dejando ver lo que llevaban dentro, se veían deliciosos. Pasos apresurados comenzaron a escucharse por las escaleras, subí mi mirada y me encontré con ese hombre de rizos, llevaba su chaqueta en manos al igual que su celular.
─Lo siento, debo irme... Yo... Espero verte luego Robinsón.
Me levante y camine hasta él, le dedique una media sonrisa y comenzamos a caminar hasta la puerta, al abrirla pude ver a Taylor y Harry fuera de un auto distinto al que Michael siempre tenía con él, lo analice y llegue a la conclusión de que no era su auto, es de Harry... El tipo me mira con una cara de asco, está claro que yo no soy de su agrado, su mirada esmeralda me da un recorrido rápido por todo el cuerpo para después introducirse en el auto de mala gana.
─Cuídate ─ susurró al estar frente a mí.
─Igual tú.
Asintió y giró sobre sus talones para comenzar a caminar, subió al asiento del copiloto mientras Taylor se despedía de mí, hace algunos minutos las clases terminaron, creo que le pidió a Harry que lo trajera hasta acá... Cuando Taylor se adentró al auto, la ventanilla del asiento del copiloto bajo lentamente pude ver el rostro de Michael en completa seriedad, en completa calma...
***
Narra Michael
─ ¿Por qué sigues visitándola? ¿Te gusta que te den por el culo acaso?
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La Nerd |[Libro #1]|
Fanfiction*Ganadora del tercer lugar/Categoría Romance/MoonWalkingAwards* "Debemos ser inteligentes para escoger entre el físico o los sentimientos" • Queda rigurosamente prohibida, sin autorización escrita por parte del autor, bajo las sanciones establecida...