Muchos tienen la pasión de bailar, otros de cantar, otros aman leer, pero la actividad favorita de Yuuri desde que tenia memoria, era cuidar a las flores.
Yuuri Katsuki era un joven que tenía una pequeña floreria en Manhattan, pero para él no contab...
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Estaba caminando por las frescas calles de Manhattan cuando vi a esa pareja caminando. La chica sostenía un ramo de flores con una Anturio en el centro, me llamó mucho la atención a lo que decidí cambiar mi ruta para ir en busca de dos plantas flamenco. Según el GPS hay una florería muy recomendada en la calle siguiente. Ahí vamos.
Mientras caminaba estaba escuchando "Love Is A Losing Game" de Amy Winehouse. Vaya coincidencia con mi vida amorosa. En mi camino encontré demasiados negocios, Realmente nunca había pasado por aquí? La verdad es que me sentía hasta confundido. Despues de 5 minutos llegué.
- Buenas noches, me puede vender 2 plantas flamenco por favor?
- Si, en seguida.
El chico de espaldas a mi empezó a arreglar los Anturios, por lo que yo revisé algunas notificaciones de mi teléfono ya que no lo había usado durante las clases. Después de pagar me fui a mi apartamento, que quedaba a menos de 20 minutos de ese lugar. Al llegar a mi dulce hogar hice por primera vez lo que sin querer se haría costumbre para mi. Una de las plantas la puse en un florero delgado y a la otra le hice un pequeño estudio.
Después de pasar un desconocido tiempo analizando a mi pequeña, decidí tomar un baño de burbujas sin burbujas. La verdad es que me da pereza ir a comprar un bote nuevo, así que solo me dispuse a relajarme en el agua caliente. Después de lavar lo necesario con jabón, salí de la bañera y esperé a que toda el agua de fuera por ese extraño hoyo, la verdad es que me divierte como se hace un remolino en la parte final.
Luego de ponerme mi pijama carísima de París que consistía en unos calzoncillos me recosté en mi cama. Estuve viendo mis redes sociales unos 10 minutos que quizá fueron 30 pero al final fueron 60, y cuando quedé satisfecho dejé el aparato en mi mesa de noche y me recosté.
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- Eres lo mejor que me ha pasado en la vida.
- No, tú eres lo mejor que me ha pasado en la vida a mi.
Nos estábamos besando cuando por alguna razón dejé de respirar.
- Por favor para!
Semigrité cuando me levanté de golpe ya sentado en mi cama abrazado de una almohada. Cuando noté lo que tenía entre mis brazos estallé en carcajadas. No puedo creer que mi almohada haya querido asesinarme. Iba a llamar a Chris para contarle el intento de homicidio de la señora almohada hacia a mi, pero lo más seguro es que se lo cuente a toda la Universidad.
