"Tuve que repetir esta misma camisa del 24 remangada pero con diferentes zapatos" Una simple oración que suena tan básica como un simple saludo, pero que a pesar de eso es el comienzo de una gran historia. ¿Increíble no creen? Supongo que se puede explicar y dejar de alardear por ésta pequeña historia que yo puedo redactar por condición propia de vida.
A esa sencilla oración no tuvo que hacer Jazmín más que ignorar con una fulminante y fría mirada extraviada pero tan fácil de entender para mí que claramente se entendió un "Déjame en paz idiota". No tuve más que alejarme, pensar en algo diferente, no debía desistir ante alguien tan obtuso y mal educado como ella, no debía, pero sentía que al final sería necesario, no tendría que insistir por algo que no quería obtener, había pasado un año desde que no sentía la comodidad de conversar con la que fue mi mejor amiga volví a verla en ese diciembre triste y patético que era estar con ella sin un poco de atención de su parte, Jazmín que era su invitada y amiga, una chica con una personalidad visual absolutamente desagradable y cerrada ante el público. Por lógica llegué a pensar que si conseguía hablar con Jazmín podría hablar con Danae... No funciono, a pesar de que tenía mis refuerzos básicos Alejandro y Daniel, era algo que no se podía resolver con nada.
Fue algo grotesco tener que terminar la noche en la casa de Danae con una persona que no conocía y una que creía conocer. Se sentía la tensión entre cada uno de los individuos de esa grande pero asfixiante habitación y de alguna manera solo quería salir corriendo por esa puerta para poder arrepentirme permanentemente de haber intentado volver a que todo se reparara mágicamente en un año de simple olvido y reemplazo, pudieron haber pasado 50 minutos antes de que Jazmín tuviera que irse de su casa y Danae comenzara a sufrir por su retirada, pero para mí y quizá para Daniel pudieron haber pasado horas, era algo frustrante que solo se sintió más fatiga cuando Jazmín tuvo que retirarse y a pesar de no tener opción de habla ante nadie, no hubo jamás algún tema de conversación entre alguno de nosotros tres.
Al final de la noche hubo una despedida tan abrupta como liberadora, podía percibir que simplemente arruiné la navidad de cada uno de los integrantes, esperaba solo olvidar de sentirme culpable a la mañana siguiente.
Y en esa noche pudieron ocurrir tantas desgracias que en mi mente que podría asegurar que lo mejor de esa noche fue beber alcohol con mis dos mejores amigos, sin darme cuenta en ese año se cambiaria mi vida, de por tanto que habría que cambiar tanto mi ser, como mi propio público, tendría que volverme el protagonista de mi propia vida, sin importar qué, ya todo había cambiado de una noche a otra.
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Una história de odio.(Con fálta de amor)
RomanceUna relativa historia incesante de amor y tragedia extraordinaria, y tan realmente común que se desea tanto odio como un deseo de simplicidad inválido. Vive una historia junto a una persona que no te comprenderá, pero de seguro sabrá como hacerte pe...