Un corto momento feliz

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Después de revisar cinco minutos aproximadamente observé una camisa hermosa, negra, con sus mangas y el cuello en morado, me enamoré así como me enamoro rápido de la ropa negra y me probé la camisa, me encantó y de casualidad la señora de la tienda muy amable me dijo que también habían pantalones para mi, revise de hecho el primero que me trajeron y me encantó también, soy una persona tan entusiasma que si me gusta una ropa se nota fácilmente. Y como cosa rara, mi hermano también, antes de yo pagar, decidió buscar si algo le gustaba... Le gustó un pantalón de ahí y lo compramos, luego de esos ya no tenía más que comprar, pero estaba feliz con mis compras, tenía un balón morado en la mano, estaba muy feliz.

Llegamos a la casa a las 3 aproximadamente y cuando llego a la casa y reviso el teléfono estaba ahí la invitación de Luna a su casa, contento con dos pares de zapatos un balón un pantalón y dos camisas, al llegar como es tradición en la casa todos nos probamos y desfilamos lo que nos compramos esa tarde, feliz, informo a mi mamá que saldré, y me dice que está bien, y ya que iría a ver a Andrea, decidí utilizar los zapatos morados nuevos y mi franelilla nueva, y llevar mi balón para poder jugar, la diferencia de ese día es que iría mi mejor amigo Alejandro, lo busqué junto a Daniel en su casa en el piso 10 y nos fuimos.

Esa tarde fue espantosa... Yo suponía que todo iba a estar bien, en el camino estaba contento, nada podía arruinar mi felicidad. Al llegar Andrea no me quiere ni dirigir la palabra, fue algo muy lamentable, pero decidí que las primeras horas no le prestaría atención, jugamos un rato futbol, Alejandro tenía un amigo que vivía en esas residencias y bueno, jugamos todos juntos un buen rato, cuando llegan las 6 aproximadamente casi las 7 decidí dejar de jugar y peguntar que pasaba con Andrea, saber porque se comportaba así, ya que para mí ya estaba todo arreglado, ya Valerie y yo no teníamos ninguna relación y podía estar con ella tranquilamente...

Cuando comienzo a hablar con ella, pasa lo primero del día que arruina todo, escucho que botaron mi balón... El edificio de Luna su planta baja era aproximadamente en un piso 5 y su edificio se encontraba enfrente a una carretera... Alejandro había botado el balón y yo junto con su amigo decidimos buscarlo, a lo que fue en vano ya que no encontramos nada... Subimos y le dije que tranquilo, en realidad no era la primera vez que Alejandro botaba un balón, pero era la primera vez que el balón era mío... Y tenía un día de comprarlo, no tenía ni 8 horas fuera de la tienda cuando ya no era mío... Volvimos al edificio ya que estaba oscuro y ellos buscaron otro balón y siguieron jugando, al intentar hablar con Andrea solo me ignoraba y era muy molesto, decidí dejarla en paz y me senté solo a pensar en la misma casita donde nos habíamos sentado ella y yo, lamentablemente me había encariñado con ella cuando pensé que no lo haría. O quizá solo no quería sentirme solo, no de nuevo.

Lo segundo que arruinó todo comenzó, en mi mente solo pasaba que perdí a Valerie, perdí a Andrea, y perdí a María Alejandra "Pichu" Que todo lo que tenía bueno lo perdía por mi propia mano, y ser tan idiota y pensar en todos mis errores me llevaron a un límite que no conocía... No pensé ser capaz de llorar en público, pero así fue, dentro de esa casita mis lágrimas comenzaron a tocar el suelo de la casita... Y seguía solo pero así lo quería, si salía se darían cuenta y no podía irme de esa casita hasta que todo pasara, lamentablemente luna se me intentó acercar a hablar y me vio... Le dije que todo estaba bien, que no pasaba nada, y se fue, no pasaron ni cinco minutos y llegó Andrea a hablar conmigo, tampoco hablé con ella, ella no era la causante de llorar, era yo, con todos mis errores juntos activos en mi memoria no tenía más que hacer que llorar, afuera todos decían que lloraba porque Andrea me había dejado, y creo que para alguien que no me conoce, esa era la deducción más obvia, Andrea al menos logró sacarme una sonrisa, salimos de esa casita, pero a pesar de eso, preferí quedarme solo, me fui a donde siempre íbamos Andrea y yo, pero, estaba más calmado, la lógica de nuevo me acompañaba, y a pesar de que el desastre seguía ahí, ya volvía a ignorarlo...

Una história de odio.(Con fálta de amor)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora