Mi indetenible montaña rusa

21 1 0
                                    


¿Era algo distinto? No, sorprendente jaja. A quien engaño, todo era de esperarse, todo iba a cambiar, ahora todo iba a afectar, todo sería malo ahora... Una pregunta muy casual entre las personas era la distintiva expresión de extrañés en sus rostros con su seguida pregunta de "¿Son novios?" Me imagino que para ella algo frustrante, para mí, algo hiriente, creo que en su vida jamás le habían hecho preguntas tan incomodas, obviamente respondía yo por ella, con una sonrisa y un "si" alegre, vacio, pero alegre. Todo era tan complicado, o quizá yo era algo compulsivo... Por más que en mi opinión tenga un buen comportamiento en cuanto a relaciones, soy algo intenso, algo mucho... Yo quería estar algunos momentos con ella, estar con ella todo el tiempo libre que se pudiera, ya que en un liceo no hay muchos horarios libres, y a pesar de que ella los tuviera y yo igual, jamás estábamos juntos, sentí más de una vez que los viernes era el único día gracias a Dios que tenía que aguantar mi compañía por treinta minutos al menos, el error fue su falta de disimulación. Así fue hasta el primer mes, lo recuerdo perfectamente, estaba muy emocionado aún, seguía siendo mi novia y teníamos un mes, me invitaría a su casa y conocería a su madre y a su abuela, compromiso que decidí afrontar con gusto, recuerdo perfectamente ese día como estuve a punto de perderme para llegar a su edificio, mientras ella me llamaba dándome explicaciones e indicaciones de cómo llegar, mas me alejaba yo, por fortuna vive en un piso bajo, logré verla como movía la mano de un lado a otro, y colgué, al llegar ya estaba abajo esperándome, le llevé  2 chocolates y 2 rosas, me gustaron mucho las rosas, al llegar yo con emoción a ella se le ocurre mencionarme que no subiremos a su hogar, que nos mantendremos en su planta baja hasta la hora que me tenga que ir, lo tomé mal, pero no sería perdida del todo, pensé que al menos íbamos a estar solos, pasó una hora de conversaciones incesantes y luego salimos a comprar un dulce, al salir lo primero que se pudo ver fue a una de sus amigas de la zona acercándose gritando con los brazos extendidos, feliz de verla, era como para ella a santa clous para un niño, se encontraron con un fuerte abrazo y risas extrañas

Yo simplemente detrás dejándolas en su conversación comencé a revisar los anaqueles de dulces, cuando llega Valerie con su amiga, Andrea, diciéndome, vamos a subir con ella a la casa Luis...

Mientras mi cerebro explotaba de ira y mi cuerpo sonreía y decía "Claro por qué no"

Fue la tarde más larga e irritante de mi vida, eso era exageradamente un mal tercio... Pero ella estaba feliz, siempre lo estaba cuando yo mas disgustado podía estarlo...


Sin duda alguna fue una tortura el resto de ese día, al menos para mí, supongo que ella estaría feliz, eso pensé, su objetivo era no estar sola conmigo, algo penumbroso y pesado ese pensamiento, pero no podía haber más... Siempre fui de las personas que piensan lo peor por con una buena sonrisa en el rostro de esas que inspira confianza e ingenuidad, era todo tan bien planeado que inclusive puedes pasar por irrelevante.

Se hicieron las seis de la tarde, tendría que irme, ella contenta y yo ansioso nos despedimos con un abrazo derrochador de lastima mutua.

Las cosas iban empeorando, cada vez más, nada podía cambiar, era ella o yo, y es cuando llega ese idiota pensamiento a la cabeza que te dicta de una manera absurda "No lo puedes cambiar, te gusto así" Y es tan cierto pero tan idiota que es como la verdad más penumbrosa en la vida, pasaron dos meses en esa rutina agobiante y exasperante diaria.

Llegó un día al liceo de una manera tan cariñosa junto con su amiga Anderlys, me abrazó, me dio un beso y me dijo "Te quiero mucho" Algo había de pasar, es algo obvio. Solo pude preguntar "Que hiciste" Me miro con una mirada de culpabilidad y pena que solo pude reaccionar a reír y volver a preguntar, nada que yo no esperara ya, no sería sorpresa que se repitiera, de nuevo...

-Me bese con Leonardo ayer, no sé por qué, me retaron y lo quise hacer, lo siento, fue un simple beso, pero lo siento

¿Qué fuese tomado como respuesta ustedes en mi situación? Lo sé, quizá un "A dios" o un "Te odio" Y cientos de ejemplos para poder alejarse de esa persona, que sin razón alguna se besa con su amigo por un reto... Obviamente, lo más lógico, para alguien. Pero estaba yo, siendo el idiota diferente que pudo contenerse y decir de las mentiras más dolorosas e hirientes "No importa, tranquila, gracias por decirme, eso vale de mucho" Quizá no es completamente mentira, si te agradezco por decirme, pero el hecho no respalda que te besaras y que debería de mandarte a la mierda... Que les puedo decir... Una acción idiota, una posición de venganza fue lo único que pudo adentrarse en mi cabeza... Y así fue, no tarde dos semanas en poder vengarme de la mejor manera, no era la mejor decisión que pude haber tomado, elegí hacerle daño en vez de simplemente separarme de ella. Fue algo terrible, en algún momento me sentiré culpable, quizá antes de morir me acosen mis malas acciones.

Fui a visitar a una vieja amiga llamada Luna, era mucho mayor que yo pero a pesar de eso ella era una niña, tanto en tamaño como en mente, era muy divertida pero agresiva, y tan arrogante que desperdicia su propia saliva creyendo que quizá le quita la sed a los niños de África, algo irritante conversar con una persona así, pero desenvolviendo su egocentrismo y narcisismo falso a un lado, era agradable. Ese día era tarde, ya para mí las 5 de la tarde para una zona oculta en un callejón donde vivía ella, era un peligro, pero igual fui, es agobiante lo que hay de espacio en mi casa sin nada que hacer, entristecedor de hecho. Fui aproximadamente me llamó a las 4:45 y a las 5 ya Salí de mi casa, a las 5:15 llegué allá, esperé durante 15 minutos abajo a que ella llegara lo cual terminé pasando a las 5:30. Al verla se avecina una sorpresa detrás de ella, dos de sus "primas favoritas" la acompañaban, una tenía en ese entonces 12 era bella de ojos maple y su cabello largo y liso, frágil y delgada con una sonrisa de inocencia perpetua, se llamaba Daniela, su otra prima, una chica digamos rellenita, un cuerpo magnífico, una sonrisa encantadora unos ojos negros que indicaban ignorancia feliz, y un cabello extrañamente arreglado para parecer más atractivo, tenia 14. A mi edad de 15 años obviamente no pensé ni un momento en Daniela, era muy linda y en esa noche la única conversadora era ella, Andrea era dispersa y distraída en su celular. Fue una noche muy divertida, la pasamos muy bien, nos tomamos fotos y nos divertimos unas horas hasta las 9, tuve que irme, corriendo dure solo 9 minutos en llegar de allá hacía mi casa. Fue algo muy divertido, pero no me imaginaba lo que pasaría luego, uno nunca se imagina lo bueno que puede llegar a ser las cosas jamás... Andrea se quedó con mi gorra azúl llevada ese día, moría por recuperarla.

Una história de odio.(Con fálta de amor)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora