"El chico que no existe"

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-¿Que está sucediendo? *Susurro al vacío*

*No tengo ganas de levantarme... no tengo ganas de moverme... no tengo ganas de pensar... se que esta ahí... en mi escritorio... debajo de todos esos libros, me arrastro fuera de la cama y lo saco de su escondite, paso una mano por sus ojos azules... su cabello negro... trato de imaginar de donde salio y por que, pero como siempre solo termino confundida, me siento en la silla de mi escritorio y lagrimas de frustración resbalan por mis mejillas*

-¡Se acabo! No vas a poder conmigo... tu ni siquiera existes... *lo pienso un momento* si... tu ni siquiera existes *limpio mis lagrimas con algo de brusquedad, doy un ultimo suspiro y me pongo de pie*  Es la utima noche que me atormentas Elliot Miller *digo mirando el dibujo, pero por mas que lo pienso... me es imposible deshacerme de el... así que lo escondo debajo del colchon* me costaste una noche de sueño... *Aclaro un poco mis pensamientos y tomo la toalla de la silla de mi escritorio y entro al baño, una ducha siempre soluciona todo... con agua helada funciona mejor, cabello, cuerpo, enjuague y todo lo malo se va por el drenaje, salgo temblando ligeramente pero con la mente mas clara*

-Hoy será tu día Hayley *Me digo en voz baja cuando paso por el espejo*

*Me pongo algo de ropa, no es suficiente... el agua helada cobra su precio aunque aún no es invierno... un sueter va mejor, arreglo mi cabello, me pongo un poco de maquillaje y listo. Cuando todos despiertan yo ya estoy preparando una taza de café, estoy mas despierta que nunca, adiós té, yo tengo el control ahora, me despido de mi hermano y de mis padres, tomo la mochila, abro la puerta y la fresca mañana me recibe, parece que hoy todo esta a mi favor*

-Bien... aquí vamos...

*Camino a la parada del autobus y cuando me encuentro con Rose en el lugar de siempre, evito temas fuera de lo común, nada de sueños malos, nada de chicos raros... que por cierto... ¡NO EXISTEN!*

*Pasa la mañana, la tarde y llega la noche, el momento que menos espero del día... como sea, hoy puse suma atención a todas mis clases, logré evadir platicas incomodas y evite huecos silenciosos a la hora del almuerzo... okay no evadí platicas incomodas, hable de "Connor Owens", le gusta el Rock y tiene un aire de misterio que siempre lo acompaña, aunque no hay nadie mas tierno que el... ¿Que tan patético sono eso?... Connor... ¿En donde te encuentro?. Ahí me encontraba yo... acostada mirando el no tan lindo techo de mi habitación, pensando en todo lo que había hecho hoy... veamos... ¿Que mas? ¡Ah si! Los del 206 tienen 3 cubos de basura y los del 209 ninguno... esta claro que algo anda mal ahí, vamos Hayley... deja de ser tan patética. Me levanté de mi cama porque escuche que alguien movia el cubo de basura, así que camine a la ventana a ver*

-Hola gato *cerre la cortina y volví a sentarme en el borde de mi cama, ese gato es mi nuevo mejor amigo, es de mi vecina gorda, pero siempre esta ahí  en mi jardín así que es mío también... gatos... gatos... mire mi reloj y no era tan tarde, así que tome mi teléfono y marque algunos números... 55... 88... 472... 3...*

-¿Hayley? ¡Preciosa! ¿Como has estado?

-*Desconcertada* Hola tía Sarah ¿Como supo que era yo?

-Oh querida... no recibo muchas llamadas *rie leve* ¿Todo va bien?

-*reí de igual manera* Ah... si tia Sarah... todo va perfectamente *mentí*

*Pasaron algunos minutos y la llamada finalizó, prometí llamarla mas seguido, me levante y deje mi teléfono en la mesa en donde se encontraban mis libros y recordé que Elliot literalmente me acompañará a dormir... si que te estás volviendo loca Hayley... arrastro mis pies de vuelta a la cama y subo el cobertor hasta mi cuello, suelto un suspiro...*

Nothing Ever Ends.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora