Billboard Awards.

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Después de un par de horas de estar descansando del vuelo, los managers pidieron que se nos movilizara a nuestro hotel, el cual se encontraba relativamente cerca de la sede donde se llevaría a cabo la premiación. En cuanto llegamos y bajamos de las camionetas varios flashes y frases del tipo «por aquí» «posen, por favor» y más golpearon nuestros sentidos, podría asegurar que al menos había miles de medios de comunicación.

Los chicos se detuvieron y posaron para algunas fotos, sonreían y daban algunas palabras a las cámaras pero yo, yo... debido al shock me quedé quieta, estaba empezando a hiperventilar y sentirme desorientada. Me estaba dando un ataque de pánico. El mundo giraba, solo oía un zumbido mientras todo lo demás era borroso.

No fue hasta que alguien me tomó de la mano guiándome a través de ese océano de gente que recuperé un poco la cordura, caminamos a toda prisa hacia la entrada del edificio donde el mánager ya nos esperaba.

Una vez dentro del hotel y fuera del alcance de los paparazzi, nos dio las indicaciones de qué es lo que deberíamos hacer una vez que entremos a las que serían nuestras habitaciones. En general, darnos una ducha, alistarnos con la ropa seleccionada por los estilistas e ir con las maquillistas para que terminaran de prepararnos.

Al llegar a la recepción del hotel, nos brindaron las llaves electronicas de nuestras habitaciones. Afortunadamente todas eran en el mismo piso, subimos juntos con las maletas en otro ascensor y al llegar al piso que nos correspondía, después de despedirnos rápidamente, todos ingresamos a nuestras habitaciones.

No era una habitación tan sencilla, como hubiera esperado. En ella había un pequeño pasillo que daba a una minicocina y una sala de estar con solo un sofá y televisor, del lado izquierdo se ingresaba a la habitación la cual contaba con una cama king size con dos mesitas de noche a cada lado y una pequeña terraza con un par de sillas y una mesita de café, de fondo había una puerta que daba al baño en el cual había una bañera con regadera, inodoro y lavamanos, ademas de un pequeño closet para guardar la ropa.

Sobre la cama se encontraba una bolsa de papel en color marfil con acabado mate grabada con unas letras negras satinadas la palabra Chanel. Abstuve mi curiosidad de abrirlo por el momento, sabía con certeza que esa sería mi ropa para los premios. Me levanté de la cómoda cama con un suspiro, y me aseguré de dejar cerradas las ventanas y puerta de la habitación antes de abrir la transportadora de mi gato y que este pudiera explorar libremente la habitación. Me dirigí hacia el baño, y abrí las llaves de la regadera, nivelando la temperatura perfecta. Me desnudé y entré a donde ahora caía agua, me quedé estática un par de minutos disfrutando la calida sensación recorrer mi cuerpo, después comencé a enjabonarme con detalle. Después de tanto viaje me sentía terriblemente sucia, y esta ducha me caía como anillo al dedo. Al terminar, me coloqué un pantalón de deporte ancho, pantuflas y una playera cómoda. Aún con mi cabello húmedo salí de mi habitación, dirigiendome a la que ahora era la habitación compartida del lider y el maknae. Antes, en el corredor cuando todos estábamos a punto de entrar a ducharnos, nos había pedido que fueramos a su habitacion antes de que las esrilistas empezaran a alistarnos y eso hice, cuando toqué la puerta, un JungKook vestido de forma parecida a la mía y aún con gotas escurriendo desde su cabello me recibió con una sonrisa.—___-ah. Pasa. —El chico se movió permitiéndome entrar, inspeccioné un poco la recamara, era bastante parecida a la mia, solo que la suya tenía un par de prendas tiradas por el piso.

—¿Soy la primera en llegar, JungKook-ie?—Pregunté al momento en que me sentaba en el pequeño sofá. El joven miembro asintió.

—Si, la verdad es que muchos tardan bastante en bañarse.—Dijo en voz alta señalando al baño donde se escuchaba correr agua, y donde ahora mismo se encontraba el líder.

6 Meses Con BangtanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora