Sin notificaciones

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Comencé mi día normal, levantarme a las 5 am, cambiarme, "arreglarme" buah terrible palabra para designar el aseo personal, desayunar algo, sin embargo, como de costumbre se me hizo tarde, con tiempo suficiente de engullir el desayuno tan sencillo que había preparado para enseguida salir corriendo para alcanzar a tomar el bus.

Cuando llegué al aula, casi sin aliento por correr a través de los pasillos de mi instituto, mi profesora profesora de química ya se encontraba ahí, entrando con el tiempo justo a los 5 minutos de tolerancia que nos daba de llegada.

Después de ese pequeño inconveniente mi día transcurrió con normalidad, últimamente había descuidado muchas áreas de mi vida personal, incluido al que supuestamente era mi novio y, aunque actualmente no estoy segura de qué es lo que ha estado pasando entre nosotros, está claro que lo se;  básicamente he dejado de lado mi vida por cuidar de mi madre y a eso se le suman mis depresiones, de esa manera lo fui alejando de mi, y a pesar de que él ya me ha perdonado cosas como estas, dudo que lo haga de nuevo.

-me estás perdiendo-

Mi corazón se desquebrajó en ese momento, pero por mucho que me doliera, tenía razón. Nunca vale la pena arriesgar la estabilidad física y mental por alguien que no la tiene.

Él merece a alguien mejor que yo, realmente lo merece. Necesita saber lo que es amar con todo su ser y que le sea correspondido con la misma intensidad, y conmigo no lo tiene. No lo tiene y probablemente no lo tendrá hasta que pueda librarme de todos los problemas que me abruman. Hasta que sea libre.

Es difícil luchar contra ti mismo, y supongo que para él también lo es cuando me abraza y yo me alejo, cuando me besa y los detengo por que me siento incómoda, cuando intenta tocarme y me me entra una ansiedad al filo de la hiperventilación.  esto último gracias a que a mis 8 años, mis padres trabajaban casi todo el día para poder darnos una vida e infancia digna a mi y a mi hermano, mi hermano solía estar en la escuela y yo, bueno, mi abuelo cuidaba de mi y me pedía jugar a ciertos juegos, juegos que por mi inocencia no sabía que estaban mal, juegos dónde él me tocaba de una manera grotesca, donde yo tenía que hacerlo feliz y "pagar" los cuidados que él me daba.  Nadie en mi familia lo sabe, nadie sabe que asisto a terapia, quizá sea un error de mi parte callarlo, pero no me siento lista para contarlo. No puedo contarle ni a él ni a nadie lo que pasó, aún no.

Y es que a pesar de que recientemente se lo conté a Dany, siento que todo mundo me juzgará y me culpará. Agradezco que haya sido empática en cuanto a lo que siento, y es que  nunca tuve lo que hizo ella, un consuelo en cuanto estallé en lágrimas. Aún recuerdo que aquel día, la vergüenza me azotó al ver que estaba incluso con los mocos de fuera  y la cara totalmente hinchada y lo peor; todos los que pasaban se me quedaban mirando raro era obvió, estaba en el instituto.

Al finalizar las clases me dirigí a casa lista para cumplir con mi rutina <revisar a mi madre, preparar comida, hacer los deberes, obligar a mi madre a comer, lavar trastos, evitar  la seductora idea del suicidio y revisar redes sociales>

Desbloquee mi celular y abrí  el pequeño ícono del ave azul sin pensármelo, día uno del sorteo.

-Lamentamos informar que gracias a la cantidad de tweets que han sido enviados, la cuenta tuvo una caída durante 2 horas y, gracias a esto todos los tweets que fueron realizados entre las 07:00 am y 09:30 am, no cuentan ya que no son visibles para  nuestro staff.
Por su atención gracias.-

Wow, muchas respuestas, la mayoría de ellas con grandes insultos y reproches, tal parece que la frustración invadió a dicha y desafortunada parte del fandom, sin embargo, de cierta forma ellos no tenían la culpa, ¿No?.

Mire para comprobar la hora de mi único tweet enviado 11:30 p.m. Vacilé unos segundos ante la tentación de enviar un par de tweets más, cerré los ojos y respiré profundo eliminando esa idea con una fuerte exhalación. Mejor así.

De un solo impulso me levanté decidida a encender el calentador para darme un baño, esperé unos minutos y entré, me sumergí dentro de la sensación cálida del agua recorriendo mi cuerpo despejando mi mente de la situación actual, pocos eran los momentos en que podía disfrutar este tipo de relajación.

Al salir me sequé  un poco mi maltratado cabello por tinte y decoloración. Me puse mi pijama y me acosté tomando el celular entre mis manos y con un malestar de nervios abrí la aplicación verde con la clara intención de poder aclarar la situación con mi novio y saber sobre lo que pasaría con nuestra relación.

Y quizá fue muy tonto espera a que me tratara como al inicio, ¿Cierto?.

Claro que lo fue.

Solo me decía cosas sobre el apoyo que siempre tendré por parte de mis "amigas" y que ellas me cuidarían... No decía nada sobre él, sobre como se sentía. Pero, ¿Qué iba él a decirme?, era claro que ya se había hartado. Estaba harto de esperar a que yo pudiera dejar de ser un pajarito tímido, de que le tuviera miedo incluso si él no me había hecho nada.

Pero no podía saberlo, no debía saberlo.

Esa pequeña voz que resonaba siempre que llegaba la ansiedad comenzó a resonar en mi cabeza. Hasta aquí llegó todo, eres una idiota por dejarlo así. No estoy lista. ¿Quién querrá a una trastornada como tu? Alguien lo hará.





Hola, lamento que haya sido tan corto el capítulo unu.

6 Meses Con BangtanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora