Día 7: fire/ice. Palabras: 298. POV: Okumura Kōshū.
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VERANO.
¿Era posible que el fuego se enamorase del hielo? ¿O el Sol de la Luna? ¿El verano del invierno? ¿Podría tal cosa pasar, algún día?
Okumura lo sentía de esa forma cuando observaba a Sawamura. Siempre lo hacía desde lejos, temeroso de que el otro pudiese descifrar lo que sus ojos escondían bajo esa mirada de hielo. Tal vez le estaba dando demasiado crédito a su senpai; después de todo, posiblemente él podría ser el rey de los idiotas. Sin embargo, cuando se trataba de ese idiota, Okumura Kōshū era un miedoso. Principalmente cuando tenía a su alrededor -así era en su imaginación- a cierto capitán embustero y vil con sus ojos puestos en él en todo momento. No podía bajar la guardia, o esos sentimientos serían descubiertos.
Pero, ¿qué eran tales sentimientos? Al chico lobo le resultaba complicado explicarlo por sí mismo, pero se reducía a la ya bien conocida frase de «los opuestos se atraen». Okumura estaba siendo irremediablemente atraído por el pitcher zurdo de segundo año. Aunque tratase de ignorarlo, siempre su mente estaba llena de Sawamura Eijun. Su risa escandalosa, sus berrinches vergonzosos, su mirada depredadora en el montículo, su piel canela, su cabello como el chocolate, su aroma a verano... Sawamura era eso, el mismísimo verano. Sus ojos estaban entintados con los rayos de sol, y por lo mismo cambiaban de color, porque sus niveles de intensidad variaban, como una ola de calor o una lluvia veraniega. Y su piel... Seguramente era como tocar lava ardiente, tocar directamente la estrella madre del Sistema Solar. Tal vez su sabor fuese dulce, como un glaseado bajo el calor.
No se puede escapar completamente del calor, como tampoco se puede escapar de Sawamura Eijun. Y Okumura, como el hielo, acabaría desfalleciendo bajo la presencia de su fuego perpetuo.
