dos

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Entre las cosas que odiaba era la historia, que se me pasara la micro o que hubieran legumbres en el casino. Pero más me cargaba era que me hubieran separado de mi Taehyung (V para el barrio).

El profe nos separó porque estábamos viendo el ultimo capítulo de espías del amor en plena clase. Pero igual aproveché que no estaba y me fui corriendo a su lado.

-Weón, ¿escuchaste del niño nuevo? Llegó al tercero A. Están todas las cabras enamoradas -me dijo y en verdad, casi ni pesco.

-Me importa una wea -lo miré y me acordé del porqué venía -Cacha que ayer la Hwasa, la del A me envió una solicitud.

-Jurai que te va a pescar. Le gustan los de cuarto.

Le pegué el medio wate.

-Qué sabi tú. Tengo mis encantos -le guiñé el ojo y rodó los ojos -Bueno, la cosa es que le dije que la iba a buscar a la sala.

-¿Y?

-Me la voy a comer.

Hwasa era la mina más rica del colegio. Piernas trabajadas, una expresión tan seductora y cuando trotaba, uf. Hasta al inspector Carlos le gustaba.

Sonó el timbre y me levanté tirando mi lápiz por ahí, para así caminar hacia la sala del A. Yo era del C así igual estábamos cerca. Saludé a uno que otro chiquillo y me paré en el borde de la puerta.

Cuando la Hwasa me miró le dije que de una se acercara y así empezamos a caminar por el patio.

-¿Y qué onda el niño nuevo? -le pregunté. No me importaba mucho pero parecía que quería que le preguntara.

-Es lindo, pero es medio raro -hizo una mueca -Se hizo amigo del Hoseok altiro. Tú sabi como es el Hoseok po.

-Pinta mono.

-Y no se calla nunca.

Llegamos al lado de la cancha y de una me tiré sobre ella. Nos comimos, así fácil y de una. Yo no caminaba por el colegio comiéndome a las chiquillas ni nada, pero es que ella en serio me gustaba. Creo.

De la nada pasó el Hoseok con el niño nuevo y se me vino la media idea.

-¿Es él? -pregunté sin mirarla.

-Sí, el de converse.

-Ya, vuelvo altoque, espérame -y me levanté, glorioso.

Aproveché de que estaba de espalda para acercarme y pegarle un wate. Me encantaba dar wates porque mi mano era chica y gorda, perfecta para la situación. Pero nunca pensé que el niño se la tomara tan mal.

Hoseok me miró terrible feo. Le saqué la lengua. Sapo culiao, nunca me cayó bien.

-¿Qué wea te pasa? -se giró el nuevo y juro que me desmayé. Era el de la micro, el raperito. Me había tomado de la camisa y yo feliz, pero él no.

-Tú -le dije y parece que me cachó -En la micro y ahora aquí. ¿Seguro que no me estai siguiendo?

Me soltó y miró al Hoseok cagao de la risa.

-Si po, mi amor.

514 | Yoonmin a la chilenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora