cinco

535 51 7
                                    


Estaba con la Hwasa en el recreo. Ella muy cerquita mío y yo siguiéndole el juego como siempre. Igual como que me gustaba, era raro. Quería que puro fueran las alianzas para que ella fuera miss colita y mostrara así todo el regalo que Dios le dio.

-No, y la profe me cambió al final. Como que ya estoy terrible de chata de este programa -me dijo y asentía, dándole la razón.

-Ya, pero no te amurrí por weás. ¿Qué opinai si vamos a Los Pincheiras después de clases?

-Nah, ¿en serio? Obvio sí po.

Y en plena, cuando justo pensé que me iba a dar ese preciado beso, nos interrumpieron.

-Jimin.

Nos dimos vuelta para ver quien era y era el nuevo. Ó sea, Yoongi. Después de que haya ido a mi casa no hemos hablado casi nada y eso que fue hace como una semana exacta. No entendía el porqué, pero tampoco me iba a arrastrar.

Haciéndome el importante rodeé la cinturita de la Hwasa y la atraje más a mi.

-¿Qué querí? -respondí y él suspiró.

-¿Podí venir a la sala de música?

-Pucha, estoy ocupado, bro.

En verdad puta que me veía rico así. Me sentía como el chico malo de una película, con la media mina al lado y el perno al frente mío. Pero las cosas no eran así.

El Yoongi se metió la manos en los bolsillos y se fue sin decir nada. Weón raro, en serio. Miré a la Hwasa y ella estaba en las mismas. No entendíamos ni una mierda.

-Instinto femenino. ¿Qué me puedes sobre eso? -le pregunté soltándola y viéndola frente a frente.

-O te mandaste una cagá, o es algo importante.

¿Qué cosa tan importante me quería decir ese chiquillo?

Urgido, finalmente subí al tercer piso. La sala de música era la única sala que nunca estaba ocupada y, era más chica que la cresta, con suerte cabía la batería de mala calidad que tenía. Me asomé cuando había llegado y vi al Yoongi leyendo algo en su teléfono sin mucho interés.
Así que entré.

-¿Siempre pasai los recreos solo?

Al preguntarle eso, levantó la mirada y chasqueó su lengua.

-Necesito que me hagai un favor, Jimin.

Uffa, mi nombre con su voz era glorioso.

-Ya, ¿y qué sería?

Él se levantó y se puso frente a frente conmigo. Me analizó por un segundo y tragué fuertemente.
Juro que si se acerca y me besa de una le sigo la corriente.

-¿Estai libre el viernes?

Y mi corazón pum, pum, pum. Si era la típica técnica que yo ocupada con todas las chiquilla, este weón quería salir conmigo. Sí a todo.
Aunque había que hacerse el difícil. Digno siempre.

-¿Me estai invitando a salir? Yoongi, me gustan las minas.

Y se rió. Así, muy fuerte. Tanto que quería pegarle el medio wate para que se callara.

-No, ¿qué chucha? El viernes es la fiesta del Hoseok y no quiero llegar en ciertas condiciones a mi casa.

Oh.

-Entonces, si tú vai, después me voy pa tu casa hasta que se me vaya todo lo malo de adentro.

No.

-¿Qué opinai, Jimin? ¿Puedo pasar el viernes en tu casita?





/

HOLA, gracias por todos los comentarios besitos en la frente a todos muak 💜

514 | Yoonmin a la chilenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora