Amor en notas musicales (#1 Saga Amor entre acordes) EDITANDO

Capítulo 21

—¿Alguien sabe quién era Blaise Pascal? —dice el profesor Brown caminando con las manos detrás de la espalda y moviéndose de un lado a otro, con ese semblante serio que acostumbra

—Un físico matemático—responde Richie sonriente

—¿Y ya? ¿Es todo?

—Pues...

Dios, el profesor Brown es una mezcla de Grinch y un esqueleto andante, digo eso porque tiene un genio y una manera de responder que da susto, además, de su apariencia completamente delgada asimilándose a un esqueleto.

—También era escritor, reprobado

—Okay, gracias

—Veremos el principio de Pascal, tendrán veinte minutos para responder diez ejercicios—se acerca a su escritorio y saca unas copias, mierda, son dos horas y de esas dos horas ¿Sólo planea darnos veinte minutos con ejercicios que parecen biblias? ¿Qué tiene en la cabeza?

—Ay profesor Brown—alega Richie de manera traviesa—¿No es maravilloso?

—¿Qué cosa? —Brown arquea la ceja sin disipar su semblante serio, camina de fila en fila repartiendo las hojas

—Se siente como si ya fuéramos a salir de vacaciones y todos estamos reprobados en su materia

—Maravilloso, sí, claro—contesta irónicamente —espero maravillosamente no tener que verte en el extra de mi materia, de hecho, espero maravillosamente no tener que verle la cara a ninguno de ustedes, suficiente con verlos todos los días como para que arruinen mis vacaciones

—Es usted tan amable—Richie sigue sonriendo, de verdad que este tipo me da risa por la manera en la que siempre habla con el profesor Brown, podrá parecer aguafiestas y amargado, pero no lo es, aunque su humor negro de reprobados no me parece del todo divertido

—No tienes remedio—Brown esboza una media sonrisa, ¿Lo ven? No es tan malo como parece—Si no resuelven al menos seis, están reprobados y les dejo treinta de tarea, no es juego—nos da la espalda—ay qué sorpresa, quedan trece minutos, que la suerte esté siempre de su lado —suelta una carcajada maligna

Retiro lo dicho, es el diablo.

~*~

—Desgraciado Brown—Chris toma con fuerza su jugo—¿Quién resuelve treinta ejercicios para mañana? ¿¡Quién!?

—Ni me lo digas, me faltaba uno para librarme de la tarea—suspiro irritada—mi cerebro alcanzó su punto límite y se chamuscó... Qué horror

—Pues, entre colegas se ayuda ¿no? —Ross, una compañera de cabello rizado sonríe—hay que repartirnos los problemas y responderlas entre todos, así acabamos más rápido

—Me parece bien —dice Max—o si no, le pagamos al ñoño de la clase para que nos haga el favor

—Grosero—Ross le da un codazo y seguidamente se ríe—por cierto Evy, ¿Y Melenkov?

—Gregori le mandó a llamar—responde Chris—creo que hoy iba a estar más atareado que de costumbre

—¿De verdad?

—Aquí entre nos, su noviazgo debe irles de maravilla—Ross lo dice con ternura

—Hablas de ellos como si fueran matrimonio—Chris rueda los ojos como canicas—ellos ni siquiera son nada

Sorprendida, le doy un ligero golpe por debajo de la mesa en sus piernas, él suelta un breve quejido e inmediatamente dirige su vista hacia mí.

—¿Cómo? —responde Max