Parte 2.

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Me levanto radiante, pero esta vez sin apuros ya que puse mi alarma para no tener que correr como una loca por toda la casa en busca de mi ropa. Hago lo mismo de todas las mañanas, y ya a las 6:40 estoy lista para salir, bajo con calma las escaleras y me despido de mi madre como todas las mañanas. Tomo mi bolso y salgo con pereza de mi casa, pongo mi Ipod a todo volumen en donde suena mi canción favorita "We Don't Talk Anymore" De Selena Gomez y Charlie Puth, me pongo a cantar y a bailar en medio de toda la calle pero francamente, no me importa si me ven. De pronto, siento una mano en mi hombro, me giro bruscamente y veo a una persona un poco más alta que yo... Es el.

Esta vestido con una camisa de cuadros roja, un pantalón ajustado negro y unas converse negras. Olvide mencionas que tiene un piercing, pero él lo tiene en la lengua. Se ve realmente bien pero igual me sigue cayendo mal.

-Hola.- Murmura con una sonrisa.

-Mmm, hola. ¿Qué quieres?- Le pregunto mientras me quito los audífonos.

-Solo quería acompañarte, si no te molesta.- Dice con nerviosismo. Agh, es tan asquerosamente educado. Frunzo el ceño.

-Si, me molesta y no quiero tu compañía, gracias.- Le digo mientras camino más rápido para que no pueda alcanzarme.

-¡Espera! ¡Samantha, espe...!- No oigo más nada porque me pongo los audífonos y sigo mi camino.

Por fin eh llegado al instituto, entro a mi primera clase y me siento al lado de la misma chica de ayer, no me detengo a mirarla porque sinceramente, parece una chica problemática y no me cae bien. La hora pasa rápido y cuando por fin suena el timbre, salgo a toda prisa y me dirijo al baño. Cuando salgo, observo que Eduardo está parado a unos pocos centímetros de mí y con la vista fija en mis ojos. Intento pasar por su lado sin tener que verlo pero es inútil, me toma del brazo y me jala tan fuerte que hago un intento para no caerme.

-¡¿Cuál es tu maldito problema?!- Le grito enfurecida, no tiene ningún derecho a tratarme así.

-¡Tú eres mi problema! Ayer me trataste de lo mejor y hoy solo me ignoras y me tratas como una mierda ¿Qué te sucede?¡Solo quiero ser tu amigo! ¡Joder!- Me dice alterado y no puedo evitar reír sarcásticamente.

-A ver cariño... No, quiero, ser, tu, maldita, amiga.- Le digo pausadamente para que las dos neuronas que tiene lo puedan entender. Este tipo es insufrible.

-Pero, ¿Por qué?- Me dice frunciendo el ceño, agh, ¿También le explico cuanto es dos más dos? ¡Dios!

-Por el simple hecho de que me caes mal, eres un pedante, fanfarrón e idiota, eso es todo.- Le digo lo más calmada que puedo. Doy media vuelta para dirigirme a mi siguiente clase, dejándolo ahí parado.

Las siguientes horas pasan malditamente lentas y yo solo me quiero ir. El profesor de la última clase no viene así que esta es mi última clase por el día de hoy, ¡Genial! Así me da tiempo de irme a comprar el tinte de cabello, ¿Mencione que lo tengo pintado? Pues sí, lo tengo de color morado. Salgo de clases y voy directo a la salida para poder tomar el autobús y así no tener que caminar todo el trayecto a mi casa. Me pongo mis audífonos y empiezo a escuchar la biblioteca de mi teléfono, me duermo unos minutos y para cuando despierto, estoy llegando a mi casa.

Entro, le cuento a mi mama como me fue en el día y subo a mi habitación. Hago toda mi rutina y para cuando termino, mi madre me grita desde la cocina que esta lista la cena. Bajo lo más rápido que puedo porque no eh comido en todo el día y mi estómago me está dando la guerra. Mmm, huele delicioso. Mi mama sirve una torre de wafles en cada plato y nos sentamos en la mesa para devorar lo que con tanto amor cocino.

-Hija.- Mi mama me llama, sacándome de mis pensamientos.

-¿Si?- Digo con la boca medio llena de comida.

-Te eh dicho que no hables con la boca llena. Ha venido un chico a buscarte.- Me dice mirándome directamente a los ojos, oh oh.

-Mmm, y ¿Cómo se llama? ¿Te ha dicho su nombre?- Trato de sonar calmada pero no lo consigo. Mi mama me mira unos segundos como analizando mi reacción y luego habla.

-Sí, me dijo su nombre. ¿Cómo era?- Trata de recordar el nombre.- Ah sí, Eduardo, ese es su nombre.- Me dice calmada y yo me esfuerzo mucho por no toser tras haber escuchado su nombre. Maldita sea, ¿Ese chico no entiende? Creo que mañana se lo explicare con palitos y manzanas.

-Mmm, no recuerdo conocer a alguien con ese nombre.- Le digo fingiendo que no me importa pero a mi mama no le convence mucho.

-Sami, ¿Tienes algo que contarme?- Me pregunta mientras toma el ultimo trozo de su wafle.

-No mami, nada nuevo. Creo que me iré a dormir.- Me levanto rápido de la mesa y la beso en la mejilla.

-Buenas noches.- Me dice mientras que recoge la mesa.

-Buenas noches mami.- Le digo y me marcho a mi habitación.

Ya dentro de mi cama, pienso en porque el tipo ese ha venido aquí, no quiero ser su amiga, ¡Que lo entienda de una vez! Tanto pensar me ha dejado agotada, así que decido cerrar los ojos y así dormir.

Boyfriend.Where stories live. Discover now