Hostage [h.s]

03

"Él es un huracán y a ella le encantan los desastres"

Me sube un gélido escalofrío por la espalda nada más escuchar eso. Harry nunca quiere hablar conmigo y pocas veces le he visto relacionarse con amabilidad con las personas, por lo que yo no seré la excepción.

– ¿Qué te has hecho? – Pregunta dándome una mirada rápida.

– No es nada, un corte... – Digo escondiendo las manos.

– ¿Cómo ha sido? No me habrás roto nada – Niego con la cabeza – Ni habrás tocado mis cosas, ¿verdad? – Vuelvo a negar.

– Se me ha caído mi espejo de maquillaje, ha sido con un trozo. – Si algo he aprendido es que las mentiras hay que decirlas cortas.

– Espero que lo hayas recogido todo. – Esta vez asiento.

– ¿Qué querías? – Digo evasivamente.

– Ya sabrás que mi forma de trabajar es diferente de la de Darren, que cambian ciertas cosas – Me explica – Una de esas cosas son los lugares de las carreras, para participar o asistir a una carrera importante tienes que ser invitado o atreverte a participar. Normalmente se organizan por cualquier ciudad de Estados Unidos, dos o tres veces cada mes tendré que viajar dependiendo de dónde sean y ahora tú vendrás conmigo.

Me quedo sin palabras, ¿viajar por Estados Unidos? ¿Durante toda la temporada de carreras? Eso es como un año y medio.

– No... no sé qué decir – Es lo único que logro contestar.

– Tampoco tienes que decir nada. La mayoría de veces viajaremos en avión o tren y nos quedaremos a dormir en hoteles o casas.

– ¿Vendrá más gente?

– Yo trabajo solo, pero hay más gente que viaja por carreras así que nos estaremos encontrando las mismas personas constantemente, intenta no relacionarte con ellos.

– ¿Qué pasará con mi equipaje?

– Todo lo controlan unos hombres contratados para eso. En una semana tengo una carrera en San Diego, allí nos quedaremos en un hotel.

Asiento no muy segura y con la cabeza agachada me voy para mi habitación. Me siento en la cama de nuevo e intento asimilar la nueva información.

– ¿Esto es lo que vas a hacer cada vez que te de alguna noticia? – Dice Harry apoyándose en mi pared, se me ha olvidado cerrar la puerta.

– ¿Hacer qué?

– Lo que haces siempre, meterte en la habitación a llorar y lamentarte. Esconderte como si estuvieses asustada de todo a tu al rededor.

– ¿Qué? No me vengo a llorar, y mucho menos voy a estar asustada. No me das miedo, todo esto es una fachada que has creado para que nadie intente saber de ti, pero acabaré descubriendo todo.

– Tan lista y no consigues entender que esto no es un puto juego.

– Ya lo sé. Solo intento descifrarte, entender qué hago aquí, por qué tuviste que retar a Darren.

– ¿Descifrarme? No soy un jodido puzle. Si estás aquí es también porque tu novio era un capullo que estaba deseando deshacerte de ti para poder irse a su puta casa a miles de kilómetros y no volver a aparecer por aquí en la vida, no todo ha sido mi culpa: yo puse la opción y él la aceptó. No me odies sin conocerme, me quitas la parte divertida de hacerme odiar. – Acaba diciendo duramente.