"Las fuentes son retratos del cielo nocturno. El cielo tiene estrellas, estas, son sueños y es por esta razón que tiramos una moneda a la fuente. Las monedas brillan al igual que las pequeñas luces en el cielo y al caer en el agua cristalina por la noche esta reflejaria el azul del cielo"
Louis garabateaba esas bonitas historias que tiempo atrás el amor de su vida le había contado.
El día de hoy no se sentía muy animado, sólo tomaba café mientras escribía cada una de las cosas que se le habían prometido.
Para esto, primero debía recordar, a la persona que lo hizo y los sueños que había tenido....
Esa noche, los sentimientos en su corazón estaban empezando a nacer incluso aunque el aún no lo supiera.
Harry lo había invitado a una deliciosa cena en la que juntos habían cocinado algo de pollo relleno.
Las pequeñas conversaciones que habían tenido mientras preparaban la cena, durante la cena e incluso después se habían quedado escritas en el corazón del ojiazul y jamás se irían.
-oh Dios tienes la risa más adorable que he escuchado, Lou, mira hasta te has sonrojado-
-callate, Hazz, sabes que no me gusta mi risa-
-las pequeñas arrugas que se hacen al rededor de tus ojos son la cosa más preciosa que vi, a veces simplemente quiero meterte en una cajita de cristal y cuidarte de quien pueda hacerte daño-
Nunca le había molestado menos que le dijeran algo así.
Normalmente se lo decían por su pequeña estatura o su voz aguda y el siempre se enojaba pero esta vez, las mariposas de su estómago lo habían traicionado e incluso sus mejillas se habían encendido.
-¿te gusta alguien?-
-No, realmente, pequeño Lou, enamorarse de alguien como yo o incluso sólo ser mi amigo podría ser malo-
-Hey, no digas eso, pareces una persona genial y maravillosa y se que no nos conocemos de tanto pero ya te quiero-
-siempre lastimó incluso a las personas que quiero-
Pudo ver en ese entonces el dolor escondido tras esos ojos verdes y le dolió.
No era agradable verlo triste cuando el mismo había sido el causante de tantas sonrisas que había tenido.
La persona que más lo hacía reír y sentirse bien consigo mismo, pensaba que podría lastimar a alguien y el quería probarle que eso no era cierto y que podría hacerle feliz.
-No harás eso conmigo, Hazza-
-Intentaré ser lo más cuidadoso que pueda con mi pequeño Lou-
Los pequeños detalles habían atrapado el corazón de Louis muy fácil.
En pocos días el ya estaba completamente enamorado pero incapaz de poder admitirlo siquiera para si mismo.
Se recordaba siempre que ellos eran sólo amigos y nada más que eso.
Pero a veces era imposible y más si Harry seguía dándole apodos tiernos por cada noche y contándole historias sobre estrellas.
Louis podía recordar una noche especial.
Una noche en la que alguien le hizo notar que el trato especial que Harry tenía con el, no iba de regreso.
Y es que a pesar de que Harry le decía "Pequeño Lou" "Boo Bear" "Pastelito" o de otras diferentes maneras, el nunca me había puesto un apodo bonito.
-Tengo algo que decir!- su voz aguda y chillona había resonado.
-¿Qué tiene mi linda princesa para decir?-
-siempre estas contándome historias sobre las estrellas y cambias mi nombre por apodos cursis-
-¿Te molestan los apodos cursis?-
-No, no es eso, es que yo también quiero darte uno; Estrellita-
-¿Estrellita?-
-si, Estrellita, creo que te queda muy bonito-
Las carcajadas del ojiverde no se tardaron en aparecer pero antes de que Louis pensará que era una mala idea haberlo nombrado así sintió como los brazos del mayor lo rodeaban en un cálido abrazo.
-Estrellita me gusta-
-como había dicho antes, tu eres mi estrella Harry-
Louis sintió sus ojos picar porque fue en ese momento que sintió en el fondo de su corazón que estaba enamorado y aunque no era algo de lo que tuviera el suficiente valor para admitirlo en voz alta, era algo que el sabía perfectamente y que no iba a dejar de molestarlo en sus pensientos hasta que se lo dijera a Harry.
Las noches que se veían de a poco dejaron de ser en el parque y pasaron a ser en casa de uno de los dos y de la misma manera dejaron de ser noches y pasaron a ser días.
El tiempo paso y ellos parecían cada vez más inseparables.
Todas las veces que se veían el primero en llamar al otro era siempre Louis, el despertaba y se le hacía una eternidad esperar hasta la hora adecuada para poder llamar a Harry y quedar para verse; antes del trabajo, durante el trabajo, después del trabajo o incluso todos estos a la vez.
El podía, siempre le hacía un hueco en su vida a su Estrellita y le dolía cuando la respuesta del otro lado era negativa. Sentía que debía tener más amigos con los que verse pero la idea le sonaba terrible porque el sólo quería pasar tiempo con Harry y con nadie más.
Y fue así hasta que conoció a Niall.
Niall era un rubio, hiperactivo que saltaba de aquí para allá y del cual debías cuidarte si cargabas comida porque Louis entendió a la fuerza que si traía unas galletas y Niall andaba cerca estas se terminarían más rápido de lo que deberían.
Niall fue el primero en saber de boca de Louis o tal vez a intuición que este estaba profunda y completamente enamorado de Harry y como su amigo lo único que quería era que no saliese lastimado.
Todos los días lo animaba a que lo hiciera y cada día que lo hacía Louis se sentía un poco más seguro y confiado de si mismo para algún día decírselo.
El problema era que se estaba tardando, Niall, le repetía una y otra vez que si no se lo decía de una vez, le rompería el corazón.
Pero Louis no tenía el valor para hacerlo y decidió entonces simplemente quedar en silencio hasta que el momento fuera el adecuado o hasta que Niall se cansara y fuera por Harry para decírselo el mismo.
Tenía miedo, cuando dos amigos se enamoran las cosas salen desastrosas y salen aún más desastrosas cuando sólo uno de estos lo hace.
Es por eso que su corazón tenía tanto miedo, era la primera vez que estos sentimientos nacían en su corazón y no quería ser tan tonto como para hacer las cosas de manera tan repentina porque realmente adoraba la compañía de Harry y el tenerlo al rededor hacia sus vidas más brillantes.
Si algún día por sus tonterías el decidiera irse y es que no sería la primera vez que alguien decidiera irse de su vida, sería como apagar la luz.
La vida de Louis se volvería completamente oscura y vacía. Simplemente dolorosa y estaría completamente perdido.
Cada día que pasaba sus sentimientos no sólo se hacían más grandes sino que también se enterraban más y más dentro de si mismos porque mientras más grandes eran más incorrecto se sentía.
El no quería arruinarlo todo y si Harry no era el que iba a romperle el corazón probablemente sería Louis con sus inseguridades.
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Little Star (Ht)
FanfictionEl ojiverde no podía dejar de mirar al pequeño a su lado. Se encontraban recostados sobre el pasto, en un parque de Holmes Chapel. El ojiazul tenía sus ojos cerrados y sabía que Harry estaría mirándolo así que reprimio una sonrisa que amenazaba co...