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"Hay un mundo oculto
en las estrellas, en donde el tiempo no pasa y las hadas existen. Todo es feliz en esa isla si tienes a alguien con quien pasar aquel precioso tiempo, el tiempo que no sucede"


Esa semana había sido la mejor para ambos, su pasatiempo favorito era sentarse en la hamaca y observar las estrellas a la luz de la luna y es que luego de haberlo discutido sabían que no podían pasar mas tiempo separados. ya siete días habían pasado desde que se habian mudado a una misma casa.

No hablaron sobre sus sentimientos, no tenían porque hacerlo con solo mirar a los ojos del otro ellos sabían que el sentimiento era mutuo. Con pequeños besos y abrazos, una que otra mirada y algunos detalles que para otros eran casi inexistentes.
Louis sabía por la manera en la que su príncipe lo miraba que ambos sabían exactamente cuál era ese alguien para el otro.
Esa noche había decidido al fin hablar con Harry sobre sus sentimientos, se había asegurado de que la noche fuera especial y había preparado por si solo, el mismo pollo relleno que habían hecho juntos en su primera cita, había colocado velas aromáticas aunque luego le parecieron demasiado y quizá quitarlas de no ser por oír a Harry decir que estaban bien y que de hecho le gustaban. Como era de esperar las pulsaciones del ojiazul se dispararon y sus mejillas se sonrojaron. Estaban sentados uno frente al otro y antes de que empezaran con las historias sobre estrellas, estuvo a punto de llorar con solo pronunciar esas palabras que ya había repasado anteriormente solo para asegurarse de no sonar como un tonto, aunque en ese momento diciendo aquellas palabras se sintió como el más tonto de todos.
-Hazz, tus historias, quiero decir tú y tus historias. Estrellita, me gusta llamarte así, creo que ya lo había dicho pero...- sus palabras se mezclaban y su boca parecía dormida, no parecía poder decir ninguna palabra a la misma velocidad que su cerebro y ya estaba hablando demasiado rápido -se supone que diría una cosa bonita y así sentirías más lástima por mí porque estoy seguro de que me esforcé muchísimo solo para hablarte de mis sentimientos y luego tú solo dirás que no sientes lo mismo por mí y hablaras sobre ese chico que conociste y sobre el que no haz dejado de hablar acerca de lo bonito y adorable que es y ni siquiera sé porque te digo esto porque creo realmente que es una mala idea y ahora ni siquiera sé lo que estoy diciendo, ah si "es que me gustas Harry" es lo que quería decir "y creo que te amo" es algo más que quería decir y tú ahora dirás algo como "Lou, sabes que te veo como mi pequeño hermanito menor" y yo -no había servido de mucho practicar tanto aquellas bonitas palabras si luego terminaría diciendo algo tan tonto como eso- Realmente quería decir algo mejor que eso pero solo te quedas ahí mirándome y... -ya no pudo seguir hablando cuando sintió un par de labios suaves y grandes estamparse contra los suyos propios, finos y rosados.
Eso era lo que había sucedido y ahora mismo solo se encontraban mirándose el uno al otro.
-he querido decírtelo pero tenía miedo-
-has sido un pequeño muy valiente, Lou, lo hiciste mucho antes que yo-
-bueno, al menos tú habrías dicho algo con más sentido porque yo solo comencé a decir tonterías y luego...- otro beso, como muchos más que habrían luego interrumpió al pequeño de ojos azules.
Era la primera vez que decían sus sentimientos en voz alta, nunca se habían sentido tan bien, tan libres. No debían ocultar lo que sentían por el otro solo por el miedo de sentir rechazo.
Uno le pertenecía al otro y sus corazones eran el mismo.
Pasaron el resto de la noche al fin tratándose como deberían de haberlo hecho desde un principio, como estaban destinados a tratarse.
Con amor, miradas y uno que otro beso.
Harry descubrió esa noche que si contaba historias de estrellas que hablaran sobre que el tiempo se detuviera solo para ellos, Louis le sonreiría como solo él sabía hacerlo.
Y Louis por su parte, descubrió que escuchar historias sobre Estrellas era su cosa favorita en el mundo, no solo porque quería que fueran reales aquellas historias e islas sino porque pagaría por ver esa sonrisa llena de hoyuelos que le dedicaba.
Ninguno de los dos lo sabía.
Tal vez ninguno de los quería verlo.
Pero estaban cayendo y cada sonrisa, cada pequeña parte de aquellas sonrisas eran para y solo para el otro.
Con historias o sin historias ellos estaban destinados a estar juntos.
Con estrellas o sin estrellas ellos estarían juntos.
Y tal vez las estrellas estaban celosas de aquel amor, estaban celosas porque sabían que aquel amor no empezaba ahí y tampoco terminaría allí. Aquel amor seguiría brillando incluso más de lo que aquellas estrellas lo harían.
.
.
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En una bañera, con el agua ligeramente rosada se encontraba el pequeño cuerpo de Louis, con sus ojos cerrados y una sonrisa en el rostro, aquellas velas aromáticas que le recordaban a aquel maravilloso día, solo estaba soñando. Soñando sobre aquel día en el que al fin pudo hablar sobre sus sentimientos o al menos intentar y había recibido a cambio la mejor bendición. Louis estaba seguro de que Harry era un ángel.

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⏰ Última actualización: Sep 19, 2017 ⏰

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