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-Así que...
-...aquí estamos
Luke se encontraba en la puerta de Michael con dos maletas y su guitarra favorita y Michael miraba a su nuevo huésped con el mando de su xbox en la mano.
Al parecer, Mike había vuelto a ser colorido y ahora tenía el cabello verde. Le quedaba increíble, igual que siempre.
-Bueno, pasa, pasa- Michael comenzó a caminar de forma nerviosa y Luke lo siguió, apreciando la vista que el colorido hombre le ofrecía. Había enflacado demasiado en estos meses, pero su perdida resaltaba más notoria con el enorme suéter negro que traia puesto, que también lo hacía ver más blanco.
-ah- se volteó y lo miró y luego a sus maletas por unos segundos. Se acercó a él y tomó el estuche de guitarra colocándolo en su hombro derecho y comenzó a caminar de nuevo.
Cuando estuvieron en el piso de arriba de la enorme casa Luke se percató de la ausencia de Crystal, ya estuviera con Michael echándole miradas de odio o tirándole indirectas.
-¿Y Crystal?
Michael no volteó, pero se detuvo por unos segundos, los suficientes para que notara que lo había tomado por sorpresa. Se recuperó unos segundos después y volvió a andar.
-Crystal...- agitó su mano derecha, aún sin mirarlo, restándole importancia- Ella se fue.
-Oh, ¿terminaron?- No pudo ocultar la emoción en su voz, pero no esperaba que el pacifista Mike se acercara amenazadoramente a él.
-No, no hemos terminado- su tono de voz era de lo más frío que le provoco escalofríos al rubio- Estamos mejor que nunca, ella comprendió a la perfección la situación.
Se alejó de él y volvió a adelantarse. Llegaron a los dormitorios  Luke se dio cuenta de que Michael no se decidia por cual entregarle, después de largos segundos en los que el peliverde miraba con el ceño fruncido las seis puertas que había frente a él, hasta que lanzó una moneda y cayó cara sonrió triunfante y abrió la puerta número 4.
Estaba pintaba de azul aqua y los muebles eran blancos, había una cama circular en el medio de esta con sabanas aqua que hacían juego con las paredes y un ropero, un escritorio, un sofá de cuero y un espejo blancos que combinaban con la habitación. También había una pantalla plana y un play station con varios juegos y tres mandos debajo se esta. En la mesita de cristal que había en medio se encontraba un cuaderno y lápices y al lado del sofá se encontraba una mini-nevera, Luke la abrió curioso.
-Oh, voy a llorar de felicidad- Luke miró a Michael con una enorme sonrisa que derritió su corazón.
-¿por qué?
-esta repleta de gaseosas, chocolate Kit Kat y mis golosinas favoritas- habló mientras se peleaba con el envoltorio de uno de los chocolates.
-Ah, no lo había notado. De seguro la ama de llaves los puso como bienvenida- Michael evitó la mirada de Luke. Con un poco de suerte, no sabría nunca que estaba tan nervioso por su llegada que él mismo había limpiado cada habitación y agregado los dulces y antojos favoritos de Luke en las neveras de cada una de estas.
-stoytanfelish- Michael miró curioso al hombre sentado en el piso. No había cambiado nada, igual de infantil y hablando con la boca llena como hacía siempre que estaba extasiado con la comida.
-Te vas a ahogar, no hables cuando comes.
Michael se sentó a su lado, llevó sus rodillas a su pecho y apoyó sus brazos, cruzados, en estas para después apoyar su mandíbula en estos.
-¿Qué tan mal te fue con Crystal?- Michael no miró al rubio, pero sabía que había dejado la chatarra a un lado y miraba al frente igual que él.
-agh, me hizo una escena y después de romper un florero se fue sin despedirse.
Luke asintió.
-¿a ti?
Se pasó una mano por el cabello y respiró hondo.
-Arza estaba aferrada a venir, pero como no se lo permití gritó haciendo un berrinche y luego terminamos.
-Que poco comprensivas son las mujeres.
-No que lo digas.
Luke giró la cabeza a su izquierda  donde esta Michael, y esperó a que este también lo mirara para sonreirle.
sería difícil convivir como antes, pero trabajarían en eso.
Michael no resistió el impulso de acostarse en el suelo y apoyar la cabeza en las piernas de Luke, la última vez que lo había hecho las cosas no habían ido muy bien.
El rubio estiró su mano y empezó a acariciar el cabello verde.
Michael lloró.
Luke siguió acariciando su cabello.
Los dos seguían sufriendo por el otro.

Planeaba subir esto hace como uns hora... Pero me dormí, lo siento xdxdxd
Gracias por los votos y comentarios💚 

If you don't  know  (MUKE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora