Capitulo 5

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—¿No tienes hambre?—Pregunta Aiden cuando la segunda película empieza a ponerse aburrida, se trata de una de acción tan mala que hasta él bosteza.

Yo me encuentro respondiendo  mensajes que tenia archivados en mi teléfono. Algunos eran de Bay, otros de mi padre y de Kris.

Asiento con la cabeza y me alegro de que lo sugiera porque de hecho, me muero de hambre.

—¿Es una indirecta para que yo cocine?—Respondo sin dejar de observar el teléfono.

Él rie mientras niega con la cabeza.

—Oh no—se burla—créeme que no. No quiero averiguar lo que es estar en un incendio y el dejarte a cargo de la cocina asegura que así será.

—Para que lo sepas y por si no lo notaste vivo sola—Señalo mi alrededor—Siempre cocino y nunca he causado ningún accidente.

—Bien, pues no quiero ser el primero.—Asegura con su singular aspecto burlón mientras recarga su cabeza sobre el respaldo del sillón, mirando hacia el techo.—Yo voto por encargar una pizza.

No me opongo, la verdad es que no tengo ganas de cocinar y que el ingenio de Aiden califique mis dotes culinarios. Después de todo la pizza no es tan mala idea.

Entonces recuerdo que Indrid ya se ha demorado demasiado... otro favor añadido a los que me debe.

¿Con quién ha salido?

Espero que con ninguna chica odiosa para variar. Parece que él y yo compartimos los mismos terribles gustos.

—Bien—Acepto levantándome del sillón, estirándome—Iré por el número de la pizzería.

Me dirijo hacia la cocina y busco entre los papeles que se encuentran dentro de los cajones de las encimeras, cuando diviso el característico anuncio del restaurante italiano que no está muy lejos de mi casa lo tomo y camino hacia la sala con él en mis manos.

Aiden continua sentado en el sillón blanco de la sala. Cuando me ve una vivaz expresión se apodera de su rostro. Es tan fresca que se me olvida lo narcisista que puede llegar a ser.

Tengo la impresión de que todo el tiempo está burlándose de mí. Y acepto que quisiera saber qué piensa la mayoría del tiempo.

Es algo odioso.

—¿Divertido?—Me siento a su lado.

—Algo—Asegura.—Fuiste a la cocina por el número de la pizzería cuando simplemente pudiste buscarlo en internet y ya.

Dicho esto comienza a jugar con su celular, dándole múltiples vueltas sobre la mesita que se encuentra delante del sillón en forma de L que compone mi sala.

—Esta pizzería no aparece en internet—Digo deteniendo los giros de el móvil con mi mano. El ríe y esquiva mi movimiento para seguir divirtiéndose con su celular—¿De qué ingrediente la quieres?

—¿Me darás el beneficio de elegir?—Cuestiona sorprendido.

—Puedo pedir la mitad de un ingrediente que yo prefiera  y la otra mitad con uno que tú quieras.—Respondo como si fuera lo más evidente del mundo.

—Muy bien...—Aguarda un momento mientras propina pequeños golpecitos sobre el suelo con sus converse—Pepperoni.

—¿En serio?—alzo las cejas—yo también quiero de eso—expreso divertida.

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⏰ Última actualización: Jun 15, 2017 ⏰

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